miércoles, 9 de diciembre de 2009

El VIH y el Sida


El VIH destruye las defensas de nuestro organismo de forma progresiva y nos hace vulnerables a las infecciones.

El sida es la fase más grave y avanzada de la infección por VIH: las defensas del organismo están muy deterioradas y aparecen infecciones producidas por gérmenes, parásitos y virus, o algunas variedades de cáncer que en condiciones normales no se producirían.

Una persona es seropositiva desde el momento en que se infecta por el VIH, aunque no tenga síntoma alguno. En cualquiera de las fases de la infección por el VIH la transmisión a otra persona es posible. La infectividad es especialmente elevada en las primeras semanas después de contraer la infección y tiempo más tarde, cuando se deterioran las defensas. Si tienes el VIH es importante que evites la reinfección, especialmente cuanto más bajas estén tus defensas.


CONOCIMIENTOS BÁSICOS SOBRE LA INFECCIÓN POR VIH Y EL SIDA

En las relaciones sexuales entre hombres, la penetración anal y, aunque mucho menos, también la felación, cuando se practican sin preservativo, suponen un riesgo para la infección por el VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS) como la sífilis y la gonorrea.

Es importante que conozcas los mecanismos de transmisión y las medidas preventivas frente al VIH, las prácticas de sexo más seguro, el uso correcto del preservativo o la importancia del diagnóstico precoz del VIH para que puedas decidir qué es lo mejor para ti con respecto al VIH y otras ITS.


Cómo se transmite el VIH

Sólo la sangre, el semen, las secreciones vaginales y la leche materna pueden tener una concentración suficiente de virus en las personas infectadas para transmitirlo. Esto sólo se produce cuando estos fluidos infectados entran en contacto con sangre o mucosas (revestimiento del interior de la boca, vagina, pene y recto) de otra persona.

La infección por el VIH puede transmitirse por las siguientes prácticas:

Relaciones sexuales con penetración anal o vaginal sin preservativo, o sexo oral para quien recibe la eyaculación en la boca.

Uso compartido de jeringas, agujas, otro material de inyección o instrumentos cortantes (para tatuajes, acupuntura, piercing, etc.) si éstos no están desinfectados.

De madre a hijo durante el embarazo, parto o lactancia.


El VIH no se transmite en ningún caso….

Por lágrimas, sudor, tos, estornudos, alimentos, ropa, cubiertos o por objetos de uso común.
Por darse la mano, abrazarse o besarse profundamente.

Por compartir duchas, lavabos o WC en piscinas, instalaciones deportivas, lugares de trabajo, colegios y establecimientos públicos.

Por animales, mosquitos o de otros insectos.

Por donar o recibir sangre, en los países en los que la donación está adecuadamente controlada.

HAZTE LA PRUEBA

Más de la mitad de los hombres diagnosticados de sida por transmisión homosexual en España en 2007 no sabía que estaba infectado por el VIH. Es decir, llevaban de media unos 10 años infectados y no se habían hecho la prueba del VIH en todo ese tiempo. Este retraso en el diagnóstico les impidió beneficiarse a tiempo de los tratamientos que hoy existen, su sistema inmunitario ya estaba gravemente deteriorado y empeoró su pronóstico y su calidad de vida.

El retraso diagnóstico también tiene implicaciones sobre la salud colectiva. Aumenta el riesgo de transmisión a la pareja sexual por no adoptar las medidas de protección necesarias y por la mayor transmisibilidad derivada de una carga viral elevada en ausencia de tratamiento.

El porcentaje de hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres (HSH) infectados por el VIH es muy alto. Los estudios realizados en hombres que acuden a locales de ambiente gay hace ya años que señalan que está aumentando. Del 14% que estaban infectados en 1995 han pasado al 24% en 2004. También la sífilis y la gonorrea son cada vez más frecuentes.

Uno de cada tres diagnósticos de VIH en España se debe a prácticas sexuales de riesgo entre hombres. El incremento entre 2003 y 2006 ha sido de más del 14%.

Todo esto hace que aumente la probabilidad que tienes de tener sexo con hombres que tienen el VIH y, por lo tanto, de que puedas infectarte o reinfectarte. Más de la mitad de las nuevas infecciones provienen de personas que desconocen su infección. Te conviene saberlo.

La única manera de saber seguro si estás o no infectado por el VIH es haciéndote la prueba del VIH.

Si has tenido una práctica de riesgo te interesa saber si estás infectado. Cuando hayas tomado la decisión de hacerte la prueba, acude a tu médico u otro centro sanitario. Allí valorarán tu caso, te indicarán la prueba y te dirán si has de repetírtela y cuándo.

Así saldrás de la incertidumbre. Si el resultado es negativo te quedarás tranquilo sabiendo que no tienes el VIH. Y si te saliera positivo, conociendo el resultado antes vivirás más y con mejor salud.

La prueba que se utiliza habitualmente consiste en un análisis de sangre que detecta los anticuerpos que el organismo ha producido en respuesta al VIH.

El sistema inmunitario tarda un tiempo en producir anticuerpos suficientes para ser detectados por la prueba, y este tiempo no es igual para todas las personas. Al tiempo en el que se puede obtener un resultado negativo aún estando infectado se le conoce como "período ventana". Generalmente se tarda entre 2 y 8 semanas tras la infección en desarrollar anticuerpos detectables, y casi todas las personas los han generado a los 3 meses de la práctica de riesgo. Por eso para que el resultado sea del todo fiable deben haber transcurrido al menos 3 meses desde tu última práctica con riesgo para el VIH. Pero no hace falta esperar 3 meses, conviene hacérsela cuanto antes aunque después haya que repetirla.

Es importante que te hagas esta prueba si tus prácticas sexuales no han sido siempre seguras, si has padecido alguna infección de transmisión sexual, tuberculosis o hepatitis o si has compartido material de inyección. Hazte la prueba y repítela 3 meses después de la última práctica de riesgo.

Si tienes pareja fija y queréis dejar el condón, haceos la prueba y repetidla 3 meses después de la última práctica de riesgo. Mientras no estéis completamente seguros de que ninguno de los dos tenéis el VIH, estáis corriendo un riesgo grave si no usáis condón.

Si tienes dudas sobre si debes hacerte la prueba o no, pide asesoramiento.

La prueba no te la pueden hacer sin tu permiso y su resultado es confidencial. Es gratuita en todos los centros sanitarios de la red pública. Además, en la mayoría de los centros de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) se puede hacer de manera anónima y no te pedirán la tarjeta sanitaria.

Si quieres un resultado inmediato, existen pruebas rápidas, aunque un resultado positivo requiere siempre confirmación. Puedes hacértela en algunas ONG.

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