Ahora sabemos que los circuitos electroquímicos que configuran nuestra mente no son inmutables, el entorno moldea continuamente el entramado de neuronas. Los retos de la neurociencia apuntan a aprovechar esa plasticidad, y encontrar los estímulos adecuados para tratar o incluso perfeccionar el funcionamiento del cerebro humano.
Punset descubre, junto a Alvaro Pascual-Leone, neurólogo del Harvard Medical School, el funcionamiento de la estimulación magnética transcraneal, un método para modificar la actividad de las vías neurales sin la administración de fármacos ni la utilización de cirugía.Si se puede alterar determinados circuitos neuronales, ¿se podría también llegar a modificar el comportamiento o mejorar nuestras habilidades mentales? ¿Es posible manipular el cerebro para modificar nuestra forma de ser o acabar de una vez por todas con las enfermedades mentales?
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