Este programa ahonda en los procesos subconscientes más profundos para mostrarlos externamente con todo tipo de detalles y especificaciones. ¿Es la atracción sexual una mera cuestión de gusto o una ecuación biológica que espera ser resuelta? Ciencia del Sex Appeal aísla todos los detalles de la atracción sexual humana con la intención de determinar su condición genética, hormonal o neurológica. ¿Se apoya esta atracción en la vista, en el olor o en pequeñas y sutiles señales como la voz y el movimiento? Después del programa, nunca más verás a un extraño, a un ser amado o a ti mismo de igual manera.
Los científicos siempre han pensado que las preferencias de las parejas eran completamente arbitrarias. Sin embargo, estudios recientes sugieren que ciertos factores inconscientes que el hombre no puede controlar, como por ejemplo el sonido y el olor, pueden atraer a unas personas hacia otras. Los expertos de este programa quieren asegurarse de que la secreción natural que emite la mujer para atraer a un hombre, realmente afecta el nivel de atracción de éste hacia ella. Para ello, le piden a un grupo de hombres que clasifiquen el nivel de atracción de varias mujeres que aparecen en unas fotografías. Cuando durante el experimento a los hombres se les facilita el olor artificial de la secreción natural de una mujer sin saberlo, absolutamente todas las féminas resultan atractivas para ellos.
En los locales nocturnos de todo el mundo, una guerra bioquímica invisible está teniendo lugar. Los hombres segregan androstenona que repele a las mujeres que no están ovulando, mientras éstas hacen lo propio con su secreción natural, provocando que los varones las encuentren sexy. ¿Podría esta secreción natural de la mujer convertirse en un arma secreta del arsenal de la atracción? No te pierdas este programa para descubrirlo.
¿QUÉ NOS HACE SEXY?
¿Alguna vez te has preguntado qué es realmente el sex appeal? Este término anglosajón que a todos ya nos resulta tan familiar se identifica de inmediato con la atracción física y sexual de una persona o con el conjunto de características que hacen que dicha persona resulte atractiva física o sexualmente. Pero… ¿cuáles son esas características?, ¿por qué nos atrae más una persona que otra? Evidentemente, ambas preguntas han sido objeto de todo tipo de estudios en universidades e instituciones científicas.
Aunque resulta muy difícil llegar a conclusiones 100% acertadas, sí existen ciertos factores que parecen interferir en el secreto y complejo mundo de la atracción. Entre ellos, la importancia de apoyarse en las mismas creencias, gustos y valores; la complementariedad (los matrimonios felices se apoyan en la capacidad de cada uno para satisfacer las necesidades del otro); el hecho de ser competente; la atracción física (ciertos estudios indican que las personas de gran belleza física son también percibidas como psicológicamente atractivas); y la cultura, ya sea entendida como sabiduría (conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar un juicio crítico) o como manifestación en que se expresa la vida tradicional de un pueblo determinado. En base a ello se entiende el hecho de que las personas que viven en países alejados del suyo se acerquen a aquellos que entienden y comparten su mismo sentir cultural. Ahora bien, no debemos olvidar que las diferentes culturas también tienen criterios muy diversos sobre lo que constituye la belleza física, variando incluso con el paso del tiempo. Esto se ha observado notablemente en relación con la figura de la mujer ideal. Por lo general, siempre se consideró que la belleza facial era más importante en la mujer que en el hombre, aunque en los últimos años su peso y la estatura determinan el canon de belleza por excelencia.
Por otra parte, ciertos autores también consideran que las personas perciben sus sentimientos en términos de utilidades, es decir, cuanto mayor es la recompensa, mayor es la atracción. Dicho de otra manera, nuestras actitudes hacia los demás pueden verse influenciadas por la evaluación de las recompensas que éstos tendrán para nosotros. De ahí que muchas personas se sientan atraídas por otras de mayor nivel adquisitivo
EL PERFUME Y EL SONIDO DEL SEX APPEAL
Para que los menos agraciados físicamente no se sientan tan mal, no todo parece depender de las características de la persona y de la simetría de la cara o el cuerpo. El olor y los sonidos también pueden resultar indispensables para alcanzar el mayor grado de sex appeal posible.
De acuerdo a un estudio de la Universidad Charles de Praga, el olor de las mujeres puede hacerlas más atractivas o repelentes ante los hombres dependiendo del momento del mes en que se encuentran. Una mujer que está viviendo su etapa más fértil del ciclo menstrual presenta un olor de axila mucho más suave, lo contrario que ocurre cuando tiene la menstruación, periodo en el que emite un olor más fuerte y repulsivo.
Además, según una investigación de la Universidad británica de St. Andrews, cuando las mujeres se encuentran en su período fértil optan por los hombres con tonos de voz graves y profundos. Esta preferencia por las voces más masculinas se debe a que las perciben como indicadores de buena salud y mayores posibilidades de éxito reproductivo. Por otra parte, los investigadores descubrieron que cuando las mujeres no se encuentran en la fase fértil, se inclinan por voces un poco más agudas que son interpretadas como una señal de hombres cariñosos y proclives a una relación de largo plazo. También descubrieron que las mujeres más atractivas no cambian su preferencia según la etapa del ciclo menstrual, quizá porque les resulta más fácil establecer vínculos con hombres de voz grave, un indicador de altos niveles de testosterona.
Finalmente, un estudio psicológico de la Universidad McGill de Montreal ha llegado a la conclusión de que la música también estimula las mismas regiones cerebrales que los impulsos sexuales.
IR AL GRANO
En contraposición con la teoría de la importancia de la simetría del rostro y del cuerpo a la hora de la atracción, un equipo de científicos y psicólogos británicos de las universidades de Aberdeen, Durham y Saint Andrews, consideran que no hay nada como ir al grano. Según estos científicos, que presentaron su estudio en el Festival de la Ciencia celebrado en Liverpool en septiembre de 2008, el éxito a la hora de decidirse a conquistar a un hombre o a una mujer reside más en la determinación que en la belleza.
Estos científicos entrevistaron a 230 hombres y mujeres para determinar qué papel desempeñaban distintos factores en la atracción sexual o emocional por el otro sexo. En base a sus respuestas, llegaron a la conclusión de que las facciones de la persona que desea seducir a otra son menos relevantes que su sonrisa, su capacidad para mirar directamente a los ojos o sus maneras para expresar con naturalidad que le gusta mucho.
Todo esto lo ha intentado explicar Ben Jones, coautor del estudio, con las siguientes palabras: “Investigaciones anteriores han enfatizado la importancia de ciertas características físicas como por ejemplo la simetría facial o el tono de voz. Sin embargo, este estudio demuestra que la capacidad de atracción de un ser humano no es tan sencilla como en un principio parecía. No depende de una piel sin defectos o de unos rasgos simétricos, sino que se trata de un proceso mucho más complejo”.
Según Jones, nuestro cerebro combina datos sobre la belleza física de los demás con la atracción que parecen mostrar por nosotros. “Se trata de distribuir nuestros esfuerzos sociales de un modo inteligente”. El cerebro tiene la tendencia a no malgastar demasiado tiempo ni con los individuos que no le resultan atractivos ni con los que considera que no están a su alcance.
CUERPO SIMÉTRICO – ¿CIENCIA O EVOLUCIÓN?
Hasta la fecha la ciencia ha intentado demostrar que en distintas culturas el cerebro humano considera más atractivos los rostros simétricos. Científicos británicos extendieron el estudio a las medidas corporales y concluyeron que el cerebro también parece preferir los cuerpos simétricos. ¿Por qué? La respuesta es simple. Por lo general, un cuerpo armónico indica la existencia de un cuerpo más sano. Y un cuerpo sano se traduce en un mayor potencial reproductivo, en una mejor “calidad genética” y en una mayor capacidad competitiva frente a los demás.
El equipo de psicología evolutiva de la universidad británica de Brunel creó imágenes tridimensionales de los cuerpos de 40 hombres y 37 mujeres de 21 años. Eliminaron el color de piel y de cabello para que los prejuicios no afectaran las respuestas y los midieron milimétricamente. Más tarde, 87 jóvenes calificaron los cuerpos. La conclusión fue clara: aquellos que tenían cuerpos simétricos también poseían mayor sex appeal.
Los jueces llegaron a la conclusión de que las mujeres deberían tener las piernas largas, la cintura pequeña y los pechos y las caderas grandes. Rasgos físicos que los investigadores creen que se perciben como un mayor índice de fecundidad. En los hombres, sin embargo, se preferían las piernas fuertes, el torso grande y los hombros anchos.
La explicación a estos resultados parece encontrarse en la teoría de la evolución: “Los rasgos de fortaleza sugieren mayor capacidad de competitividad y más posibilidades de supervivencia que los de debilidad”. Siempre se supo que los rostros simétricos parecían ser entendidos por el cerebro como más atractivos aunque la novedad está en que la atracción sexual también parece depender de la simetría del cuerpo.
El secreto de los sexos: El Amor (BBC)
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