El bienestar mental que produce esta práctica tiene un profundo efecto en la fisiología humana, revela un estudio
Los cambios psicológicos positivos que propicia la meditación están relacionados con un aumento de la actividad de la telomerasa, una enzima esencial para el mantenimiento de la salud celular del organismo. Esto es lo que revela un estudio realizado por científicos norteamericanos, que es el primero en relacionar el bienestar y los cambios psicológicos que ayudan a enfrentar el estrés con un aumento de dicha enzima. Los resultados obtenidos vienen a sumarse a los de otros estudios, que apuntan a que esta práctica es altamente beneficiosa, tanto para la salud mental como para la salud física del ser humano. Por Yaiza Martínez.
Los cambios psicológicos positivos provocados por la meditación están relacionados con un aumento de la actividad de la telomerasa, enzima presente en células, en tejidos fetales y en ciertas células madre, que permite el alargamiento de los telómeros (extremos de los cromosomas). Además, la telomerasa resulta esencial para el mantenimiento de la salud celular del organismo.
Esto es lo que revela un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en Davis (UCDavis) y de la Universidad de California en San Francisco (UCSF).
La presente investigación es la primera en relacionar el bienestar y los cambios psicológicos que ayudan a enfrentar el estrés con un aumento de dicha enzima.
Efecto fisiológico
Según explica Clifford Saron, investigador del UC Davis Center for Mind and Brain y uno de los autores del estudio, en un comunicado emitido por la UCDavis, lo que se ha descubierto es que la meditación promueve cambios psicológicos positivos y que la gente que medita muestra los mayores progresos en diversas mediciones psicológicas. Asimismo, presentan los más altos niveles de telomerasa.
La conclusión a la que llegan los científicos es que la meditación aumenta el bienestar psicológico humano y, en consecuencia, puede incrementar la actividad de la telomerasa en las células inmunes, lo que aumenta la longevidad celular.
En definitiva: el bienestar mental propiciado por la meditación puede tener un profundo efecto en los aspectos más fundamentales de la fisiología humana.
La investigación realizada se enmarca en un proyecto de la UCDavis denominado Proyecto Shamatha, en el que se están analizando los efectos de la meditación intensiva en cuerpo y mente.
Características del estudio
En el presente estudio, los científicos midieron la actividad de la telomerasa en 30 participantes del Proyecto Shamatha, tras tres meses de entrenamiento en meditación intensiva.
Durante estos tres meses, los voluntarios meditaron dos veces cada día, un total de seis horas diarias, publica la revista Psychoneuroendocrinology.
Al finalizar el plazo de tres meses, los científicos pudieron constatar una actividad incrementada de la telomerasa (de alrededor de un tercio más) en los glóbulos blancos de los participantes que habían completado el retiro para meditar, en comparación con otras 30 personas que no habían meditado, y que pertenecían a un grupo de control.
Los voluntarios que meditaron también mostraron un incremento en ciertas cualidades psicológicas beneficiosas, como el control percibido (creencia en la propia capacidad de influenciar o controlar eventos vitales y en que uno puede provocar cambios deseados), la atención (capacidad para observar las experiencias personales de manera no reactiva) y el sentimiento de propósito vital (la percepción de la propia vida como si ésta tuviera un sentido, fuera importante y estuviera relacionada con objetivos a largo plazo y con valores).
Por último, los participantes en el estudio experimentaron una reducción de la neurosis o de las emociones negativas.
Esto es lo que revela un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en Davis (UCDavis) y de la Universidad de California en San Francisco (UCSF).
La presente investigación es la primera en relacionar el bienestar y los cambios psicológicos que ayudan a enfrentar el estrés con un aumento de dicha enzima.
Efecto fisiológico
Según explica Clifford Saron, investigador del UC Davis Center for Mind and Brain y uno de los autores del estudio, en un comunicado emitido por la UCDavis, lo que se ha descubierto es que la meditación promueve cambios psicológicos positivos y que la gente que medita muestra los mayores progresos en diversas mediciones psicológicas. Asimismo, presentan los más altos niveles de telomerasa.
La conclusión a la que llegan los científicos es que la meditación aumenta el bienestar psicológico humano y, en consecuencia, puede incrementar la actividad de la telomerasa en las células inmunes, lo que aumenta la longevidad celular.
En definitiva: el bienestar mental propiciado por la meditación puede tener un profundo efecto en los aspectos más fundamentales de la fisiología humana.
La investigación realizada se enmarca en un proyecto de la UCDavis denominado Proyecto Shamatha, en el que se están analizando los efectos de la meditación intensiva en cuerpo y mente.
Características del estudio
En el presente estudio, los científicos midieron la actividad de la telomerasa en 30 participantes del Proyecto Shamatha, tras tres meses de entrenamiento en meditación intensiva.
Durante estos tres meses, los voluntarios meditaron dos veces cada día, un total de seis horas diarias, publica la revista Psychoneuroendocrinology.
Al finalizar el plazo de tres meses, los científicos pudieron constatar una actividad incrementada de la telomerasa (de alrededor de un tercio más) en los glóbulos blancos de los participantes que habían completado el retiro para meditar, en comparación con otras 30 personas que no habían meditado, y que pertenecían a un grupo de control.
Los voluntarios que meditaron también mostraron un incremento en ciertas cualidades psicológicas beneficiosas, como el control percibido (creencia en la propia capacidad de influenciar o controlar eventos vitales y en que uno puede provocar cambios deseados), la atención (capacidad para observar las experiencias personales de manera no reactiva) y el sentimiento de propósito vital (la percepción de la propia vida como si ésta tuviera un sentido, fuera importante y estuviera relacionada con objetivos a largo plazo y con valores).
Por último, los participantes en el estudio experimentaron una reducción de la neurosis o de las emociones negativas.
Dos aspectos psicológicos concretos
A partir de la aplicación de un modelo estadístico, los investigadores concluyeron que la actividad incrementada de la telomerasa tenía su origen en los efectos beneficiosos de la meditación sobre dos aspectos psicológicos concretos: el control percibido y la neurosis.
Además de los cambios en la telomerasa, la reducción de estos dos aspectos gracias a la meditación conllevó cambios en la atención y el sentido de propósito vital de los participantes.
Dentro del mismo Proyecto Shamatha, Saron y sus colaboradores han sacado a la luz otros interesantes descubrimientos sobre los efectos de la meditación.
Por ejemplo, el pasado mes de mayo, Katherine MacLean, otra de las investigadoras del proyecto, publicaba en la revista Psychological Science un artículo en el que se explicaba que las personas que meditan presentan una mayor capacidad de distinción visual y de atención sostenida durante un largo periodo.
Por otro lado, en un artículo que publicará próximamente la revista Emotion, los investigadores describen cómo la meditación puede reducir las reacciones impulsivas. Esta reducción estaría relacionada con una mejora del funcionamiento psicológico positivo.
Otros beneficios
La meditación es la práctica de un estado de atención concentrada, sobre un objeto externo, pensamiento, la propia consciencia, o el propio estado de concentración. En estudios anteriores a los realizados por los investigadores del Proyecto Shamatha, se ha demostrado que este ejercicio puede tener otros efectos beneficiosos.
El pasado mes de abril, científicos de la Universidad de Carolina del Norte en Charlotte (UNCC), en Estados Unido, hicieron públicos los resultados de un estudio en el que se demostró, por ejemplo, que la meditación puede mejorar las capacidades cognitivas en tan solo cuatro días.
En el experimento de la UNCC participaron más de 60 personas que meditaron durante breves periodos de tiempo, y a las que posteriormente se les realizaron una serie de tests. Con ellos se constató que los voluntarios habían mejorado de manera significativa sus capacidades de procesamiento visual del espacio, su memoria de trabajo y sus funciones ejecutivas gracias a la meditación.
Por otro lado, en 2009, un estudio de la la American University revelaba que la meditación trascendental puede prevenir los problemas de hipertensión. En este caso, 300 estudiantes universitarios utilizaron esta técnica durante tres meses.
Investigaciones anteriores han demostrado asimismo que la meditación puede mejorar las habilidades visuales, contener el avance del SIDA e incluso aliviar el estrés postraumático y el insomnio crónico, entre otras posibilidades.
A partir de la aplicación de un modelo estadístico, los investigadores concluyeron que la actividad incrementada de la telomerasa tenía su origen en los efectos beneficiosos de la meditación sobre dos aspectos psicológicos concretos: el control percibido y la neurosis.
Además de los cambios en la telomerasa, la reducción de estos dos aspectos gracias a la meditación conllevó cambios en la atención y el sentido de propósito vital de los participantes.
Dentro del mismo Proyecto Shamatha, Saron y sus colaboradores han sacado a la luz otros interesantes descubrimientos sobre los efectos de la meditación.
Por ejemplo, el pasado mes de mayo, Katherine MacLean, otra de las investigadoras del proyecto, publicaba en la revista Psychological Science un artículo en el que se explicaba que las personas que meditan presentan una mayor capacidad de distinción visual y de atención sostenida durante un largo periodo.
Por otro lado, en un artículo que publicará próximamente la revista Emotion, los investigadores describen cómo la meditación puede reducir las reacciones impulsivas. Esta reducción estaría relacionada con una mejora del funcionamiento psicológico positivo.
Otros beneficios
La meditación es la práctica de un estado de atención concentrada, sobre un objeto externo, pensamiento, la propia consciencia, o el propio estado de concentración. En estudios anteriores a los realizados por los investigadores del Proyecto Shamatha, se ha demostrado que este ejercicio puede tener otros efectos beneficiosos.
El pasado mes de abril, científicos de la Universidad de Carolina del Norte en Charlotte (UNCC), en Estados Unido, hicieron públicos los resultados de un estudio en el que se demostró, por ejemplo, que la meditación puede mejorar las capacidades cognitivas en tan solo cuatro días.
En el experimento de la UNCC participaron más de 60 personas que meditaron durante breves periodos de tiempo, y a las que posteriormente se les realizaron una serie de tests. Con ellos se constató que los voluntarios habían mejorado de manera significativa sus capacidades de procesamiento visual del espacio, su memoria de trabajo y sus funciones ejecutivas gracias a la meditación.
Por otro lado, en 2009, un estudio de la la American University revelaba que la meditación trascendental puede prevenir los problemas de hipertensión. En este caso, 300 estudiantes universitarios utilizaron esta técnica durante tres meses.
Investigaciones anteriores han demostrado asimismo que la meditación puede mejorar las habilidades visuales, contener el avance del SIDA e incluso aliviar el estrés postraumático y el insomnio crónico, entre otras posibilidades.
Fuente: Tendencia21
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