Prólogo
La felicidad: el bien máximo
No puede acabar bien lo que comienza mal
Para llegar adonde uno quiere, lo primero es saber a dónde quiere uno llegar
Nada causa más daño que la indecisión.
Tan insensato es el que se propone una meta corta como el que se la plantea demasiado larga.
La prudencia.
La creatividad.
No hagas planes partiendo de lo que deseas sino de lo que es.
Face qui facet.
Estudia la pieza con detenimiento antes de pasar a la acción.
La suerte es el cuidado de los detalles.
El éxito y el proceso.
No creas que quienes ocupan una posición alta son por fuerza listos. Hay muchos tontos presidentes.
La dificultad de género.
Saber decir no.
Que no te confundan llamando opinión a lo que solo es ignorancia.
Paciencia, la justa.
Si eres mujer, tu primer objetivo debe ser conquistar tu independencia.
Mejor copiar que repetir curso.
El talento hoy no consiste en saber resolverlo todo, sino en saber quién es el más adecuado para hacerlo.
La cortesía, llave de todas las puertas.
Tanto eres, tanto vales.
Mejor pedir disculpas que pedir permisos.
Sé agradecido, por muy alta que sea tu posición siempre habrá alguien a quien le debas un favor.
Es frecuente que para corregir un error se cometan varios.
Problema complejo, solución sencilla: incompatible.
Aprende a escuchar.
La valoración final depende de la expectativa previa.
Sé positivo.
Eligiendo entre lo que desconoces te puedes equivocar, lo que es imperdonable es no prescindir de lo que una vez conocido resultó erróneo.
De la confianza y sus consecuencias.
Mira siempre un poco más lejos, ya hay mucha gente mirando lo que hay cerca.
Valiente cuando ganas, cobarde cuando pierdes.
Desconfía de los que te digan aquello que más te gusta oír, casi con seguridad te están mintiendo.
El valor de la palabra.
No hay felicidad ni éxito sin integridad moral.
La mayoría de las carreras se ganan en los últimos metros.
No te creas más que nadie, pero tampoco menos.
La involucración emocional con la empresa
Ten mucho cuidado de que tus éxitos no sean a costa de tu jefe o de tus clientes.
Cuando visites un país por motivos profesionales, estudia lo básico de adonde vas.
No perder la compostura.
Más vale saber poco de mucho que todo de nada.
Pierde en lo menudo para poder ganar en lo grande.
Haz que tu cabeza haga caso a tu estómago
No te acomodes nunca, y en el trabajo menos.
Mejor un buen archivo que una buena memoria.
La humildad.
Nunca prescindas de quien conoce tus debilidades.
No discutas creencias en tu trabajo.
No aceptes que te hablen de rumores.
A la menor duda, no contrates.
Hay momentos en los que el que habla, pierde.
Sé discreto en tus comidas de negocio.
Aprende todos los idiomas que puedas.
En las reuniones de negocios, oculta los idiomas que sabes.
El valor de las secretarias.
Delicadeza y debilidad.
No alardees de felicidad, por feliz que seas.
Desenmascara al indiscreto.
Ten la seguridad de que alguien te va a traicionar.
La intención oculta.
No consientas los malos modos.
Cómo saber si una oferta de trabajo es buena o cómo elegir entre dos que parecen iguales.
Nunca te cambies de trabajo solo por dinero.
Inteligente en vez de listo.
La mala suerte y sus causas.
El que resiste gana, el que se rinde muere.
Sé riguroso cuando juzgues el trabajo.
No firmes nada sin leerlo con detenimiento y si no lo ves claro, no firmes.
Los estúpidos.
Retírate cuando vayas ganando.
Para qué debe valerte el dinero.
El egoísmo de hacer el bien.
Cuando tengas gente a tu cargo, la mejor receta es decirles siempre la verdad.
Auctoritas vs. potestas.
Es más fácil buscar trabajo teniendo uno.
Vale más una acción que cien palabras.
Amenazar y no dar.
La sensibilidad ante el cambio.
Cuidado con los débiles, pueden ser más destructivos que los fuertes.
Oculta tus defectos; y para ello lo primero es admitirlos.
Disfrutar de lo que se tiene, sin sufrir por lo que se carece.
Los amigos de la juventud.
Ser honrado en la vida sale caro pero compensa.
Una oferta que no vas a poder rechazar.
Del acierto en contratar depende el éxito.
Cuando tu enemigo se esté equivocando, no hagas nada que pueda sacarle de su error.
Persona de principios.
Gasta cada mes, como mucho, un euro menos de lo que ganes.
Festina lente.
Es más difícil gestionar bien la abundancia que la escasez.
De las drogas y sus consecuencias.
Mejor un clásico que cien best sellers.
El mayor activo: las personas.
No apuestes todo a una baza.
No deber nada a nadie.
Llevar bien las cuentas conserva la amistad.
Honradez y honestidad.
No critiques un país cuando estés de visita en él, por mucha confianza que tengas con quien hablas.
Gafes y cenizos.
Que no te confundan llamando experiencia lo que solo es la repetición sistemática de los mismos errores.
El amor y el trabajo.
La educación en los pequeños detalles.
Contratar talento no garantiza de éxito.
Dónde trabajar. Ciudadanos de Europa.
Comprobar antes de decidir.
Aprende a hacer de la necesidad una virtud
Manualitos de ejecutivos, lectura inútil.
Qué se espera de un novato (I): Saber.
Qué se espera de un novato (II): Querer.
Qué se espera de un novato (III): Poder.
El valor de la distancia.
La responsabilidad en trabajo no se delega, y en la vida tampoco.
Identifica a los especialistas en justificar sus propios errores.
El éxito no es un deseo, es una decisión.
Fuente: Los Tiburones han muerto
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