El vuelo JK 5022 de Spanair que ayer cubría la ruta entre Madrid y Las Palmas de Gran Canaria tuvo problemas desde el inicio. El piloto abortó un primer despegue y el avión fue revisado. Pero una hora después volvió a pista. Sin embargo, algo volvió a fallar en un motor cuando tomaba altura y cayó causando un incendio. El fuselaje quedó hecho añicos. Un total de 153 personas fallecieron, muchos carbonizados. Entre ellos, 17 niños y dos bebés, ya que el vuelo estaba repleto de familias que iban de vacaciones. JK 5022 son ya las siglas de la mayor tragedia en la historia de Barajas y la peor en España en 25 años. Sólo hubo 19 supervivientes, que anoche seguían ingresados en los hospitales de Madrid.
De forma llamativa en el aeropuerto de Manises en Valencia había pasajeros muy muy enfadados por el retraso que el accidente supuso para su propio vuelo.
El egoísmo y la falta de comprensión es una característica muy humana que como en este caso asoma sin pudor alguno y total descaro. En grupos muy grandes de personas siempre harán más ruído individuos como estos siempre preocupados por si mismo y absolutamente faltos de cualquier forma de empatía y solidaridad.
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Juan Carlos M.
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