Lo podemos leer en los Proverbios 6:6-8: "Ve a la hormiga, oh perezoso, considera sus caminos y vendrás a ser sabio. Ella no tiene jefe, ni inspector, ni soberano. Se prepara durante el verano su pan, allega su comida durante la siega".
Efectivamente, hace unos días científicos de la afamada Universidad americana de Stanford publicaban en la revista Nature sus descubrimientos moleculares de que es precisamente través de sus olores, cómo las miles de bien organizadas trabajadoras de una colonia de hormigas logran realizar su labor, sin supervisión ni dirección alguna, intercambiando sus tareas cuando ello es preciso para las necesidades del hormiguero. Hoy, comentaremos algunos aspectos de la biología y de las estrategias con las que las hormigas han conseguido invadir continentes enteros, como ha sucedido con algunas de origen argentino, respecto a Europa.
BIOLOGÍA. Los datos más actualizados del ITIS (Integrated Taxonomic Information System) indican que la familia de las hormigas se divide en 20 subfamilias, 54 tribus, 358 géneros y, nada menos, que 11.006 especies. La biología de estos insectos sociales es fascinante y, con variaciones, según las especies, en una colonia podrían distinguirse reinas aladas (princesas, hembras no copuladas o recién copuladas que aún no han perdido las alas), reina sin alas (hembra, tras la cópula), machos alados (zánganos o príncipes, suelen ser muy pequeños), obreras (hembras) y, en algunas especies hembras soldados (grandes, con fuertes mandíbulas. Protegen la colonia).
Las relaciones ordenadas entre las hormigas, sus sociedades casi perfectas, han hecho que se haya discutido sobre las posibilidades de la inteligencia de estos insectos sociales. Un antropólogo malagueño, Pedro Gálvez, que estudió entomología en la Ludwig-Maximilian-Universität de Munich ha llegado a escribir una novela de ciencia-ficción, la Hormiga, que se supone escrito por una hormiga pensante (bautizada como Formica sapiens recens) que relata sus memorias a los hombres en un tono doctoral: "Reflexiones de un himenóptero para uso de los primates".
ARGENTINA
Según el profesor Laurent Keller, de la universidad suiza de Lausana,
la colonia europea de hormigas argentinas, representa la mayor unidad de organismos cooperando que se ha descubierto en la Historia. La colonia de hormigas argentinas, con millones de nidos, ocupa hoy un territorio que se extiende desde el norte de Italia, pasando por el sur y centro de Francia, hasta la costa atlántica española, es decir, a lo largo de cinco países y más 6.000 kilómetros lineales, un éxito realizado con una eficacia que hubiese sido la envidia de Alejandro Magno, Aníbal, César o Napoleón.
Se trata de la Linepithema humile una colonia oriunda de Argentina que Humile llegó a Europa a bordo de plantas importadas y, en unas decenas de años ha desplazado a las 20 especies indígenas del Viejo Continente y amenazan extinguirlas a todas.
¿Cuál es la razón de su éxito?. La respuesta, simple, es sorprendente y aleccionadora. La mayoría de las especies fórmicas se organizan de forma que hormigas de la misma especie, pero de colonias diferente, se enfrentan en cruentas guerras territoriales. Humile, en cambio, elige la paz y la libre colaboración para resolver los problemas demográficos de sus colonias, utilizando técnicas cooperativas y de división del trabajo. Tiene la capacidad, por el olor, de reconocer a sus hermanas, aunque provengan los dos grupos de nidos y grupos diferentes y de cooperar para alcanzar el bien común, es decir, la extensión de la colonia y territorio ocupado.
Otras hormigas argentinas, como la Iridomyrmex humilis, han alcanzado éxitos parecidos, con diferentes estrategias. En este caso, mediante una "operación de pinzas", parecida a la que usaron en sus campañas Marco Antonio o Wellington. En lugar de luchar ciegamente, atacando a diestra y siniestra hasta exterminar al enemigo o ser destrozadas, esta Humilis rodea al enemigo lenta, y cuidadosamente, para atacarlo con ferocidad pero por retaguardia. Dos grupos se separan de la fuerza de combate principal y se traban en lucha feroz con las enemigas, pero por los flancos. Procedente de Argentina, en 1882 dominaba las Canarias, las Azores y Madeira, en el año 1891, escondida en unos cargamentos, llegó a Tennessee y Texas. En 1907, durante la Guerra Anglo-Bóer, inició la invasión de África del Sur y en 1908 había ganado Ciudad del Cabo. Ir de Madeira a Lisboa fue un paseo y tras arrasar Oporto invadió España, Francia, Italia y Alemania y antes de comenzar la Segunda Guerra Mundial, era ya la hormiga más endémica de Australia. Hoy cubre prácticamente todo el mundo, y se le conoce como "hormiga de hospital" porque, aprovechada como es, prefiere los edificios con calefacción central, que le ahorran el trabajo de calentar a sus larvas.
ESTRATEGIAS
Sin duda, un buen estratega militar debería dedicar parte del tiempo de su formación al estudio del comportamiento de las hormigas en sus formidables conquistas. Por ejemplo, la Strongylognathus testaceus (hormiga-sable amarilla), suele avanzar en perfecta formación, y destaca equipo de observadores avanzados para detectar los campamentos de sus enemigas. En cuando los localiza, los destruye.
En Nueva Caledonia, encontramos el ejemplo de la Wasmannia auropunctata (hormiga eléctrica, por su irritante mordedura). En el conjunto de la isla, todas las poblaciones de hormigas eléctricas, procedentes de nidos diferentes, se reconocen entre sí, pierden la agresividad hacia los miembros de su especie y funcionan como una colonia única. Es el fenómeno conocido como unicolonialidad, basado en el reconocimiento, por el olor cuticular, de los individuos de la misma especie. Un proceso de reconocimiento químico permite a las Wasmannia de Nueva Caledonia diferenciar a las hormigas de su propia especie y perder cualquier tipo de agresividad entre sí. En un mismo nido, las hormigas intercambian, en forma permanente, los elementos químicos presentes en la superficie de su cutícula* y adquieren un perfil químico común. Las hormigas se caracterizan por ese "olor cuticular", que permite a las obreras reconocer a los miembros de su colonia y desencadenar un ataque, ante la presencia de un individuo extraño.
La Polyergu rufescens (hormiga amazona) usa el principio napoleónico de guerra hasta la total aniquilación de sus presas, que son algunas especies del género Serviformica, a las que secuestra sus ninfas y larvas. La Lasius Níger se sirve de un género de pulgones productores de una sustancia alimenticia. Para ello les corta las alas, les domestica y selecciona sus mejores crías. La Lasius flavus, va más allá y se alimentan con los pulgones menos productivos. Otras especies de hormigas para engañar, sorprenden a una hormiga de la especie enemiga y la frotan por su propio cuerpo para impregnarse del olor con lo que confundirán a las hormigas enemigas que la reconocerán como si fuese perteneciente a su propia especie.
http://servicios.laverdad.es/cienciaysalud/8_2_29.html
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AUDIO SOBRE HORMIGAS ARGENTINAS
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