viernes, 28 de diciembre de 2007

Necesidades frente a deseos


La diferencia entre necesidades y deseos es de grado. En un extremo del espectro se encuentra las necesidades de vida y muerte, como la necesidad de alimento y agua. Si no se satisfacen estas necesidades, uno literalmente fallece. En el otro extremo del expectro figuran los deseos menores y más caprichosos. Estos son objetos de lujo que contribuyen a confort, pero no son esenciales para la supervivencia. Puede usted tener el deseo de un helado de pistacho con crema de caramelo, pero no se morirá si no lo consigue.

En la zona intermedia del espectro está la línea divisoria entre necesidades y deseos. Es en este grupo intermedio donde las personas con baja autoestima tienen problemas.

Si tiene usted baja autoestima, le resultará dificil perseguir necesidades de supervivencia. Pero sus necesidades y deseos menos vitales parecen poco importantes, especialmente si chocan con los de otra persona. Además, usted tiende a identificar necesidades esenciales como meros deseos y descuidar su satisfacción. Piensa que está comportándose estoicamente y sacrificando su confort con los demás; pero en realidad es usted un mártir inconsciente de su baja autoestima. Usted no está simplemente incómodo, sino que está entregando necesidades emocionales, sociales, intelectuales o espirituales importantes por temor a herir u ofender a alguien.

Por ejemplo, usted puede quedarse en casa todas las noches, en vez de matricularse en una escuela nocturna, porque piensa que su ausencia por las tardes sería molesta para su familia. Aunque en realidad le gustaria a usted conseguir un título, siente que no deberia robar tanto tiempo y energia a su familia. Por esta razón nunca lo plantea. Y con ello tiene una sensación cada vez mayor de entropía y estancamiento. El hecho es que tiene usted una intensa, genuina y legítima necesidad de aprender, cambiar y progresar. Se está usted ahogando y produciéndose un verdadero sufrimiento al considerar erróneamente su necesidad genuina con un innecesario capricho.

La línea divisoria entre necesidad y deseo varía en cada persona. A veces usted necesita absolutamente hablar con alguien sobre un problema personal inquietante, mientras que otras veces el mismo problema parece menos apremiante, algo que usted meramente desea resolver pero puede posponer para más adelante.

Igualmente, puede tener umbrales de necesidad inferiores en algunas áreas más que en otras, por ejemplo usted puede tener necesidades emocionales muy intensas pero necesidades intelectuales relativamente débiles. Puede sentirse forzado a intimar con la gente en un gran grupo afectivo de familiares y amigos, pero tener muy modestas ambiciones en lo relativo al trabjo y viceversa.

Es usted el único que puede juzgar la fuerza relativa de sus necesidades y deseos. Si usted siente que algo que desea es importante para usted, entonces es importante y tiene usted el derecho de pedirlo. No importa si todo el resto del mundo piensa que lo que usted quiere es un mero objeto de lujo. Para usted es una necesidad crítica y no será feliz hasta que la pida y consiga.




AUTOESTIMA, EVALUACIÓN Y MEJORA / Mckay y Fanning / pag. 146-147