domingo, 10 de junio de 2012

Descubren una proteína quemagrasas


Científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), pertenecientes a las Universidades de Barcelona y Santiago de Compostela, dan con una proteína ósea, presente también en el cerebro, capaz de activar el calor corporal y y poner en marcha la quema de calorías.
La grasa blanca o calórica se nos acumula visiblemente en ciertas partes del cuerpo.


La investigación, dirigida por el doctor Francesc Villarroya (Universidad de Barcelona) y por el doctor Miguel López (Universidad de Santiago de Compostela), ha contado con la participación de científicos de Iowa (Estados Unidos), Estocolmo (Suecia), y Cambridge (Reino Unido), y se ha publicado en la revista Cell, especializada en biomedicina y biología molecular.

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Segun  investigaciones recientes, el cuerpo humano tiene dos tipos de grasas: la blanca, causante del sobrepeso y la obesidad, y la marrón o parda, que actúa como una caldera de calefacción humana.
Teniendo en cuenta esta teoría, los investigadores han demostrado que al inyectar un suplemento de proteínas óseas 8B se activa la grasa marrón o parda, que no acumula lípidos sino que los procesa, mediante un mecanismo conocido como termogénesis, favoreciendo así la quema de grasa blanca o calorías. Estas grasas son, por tanto, una importante diana terapéutica en el tratamiento y la lucha contra la obesidad.
El estudio se ha llevado a cabo en ratones y ratas, pero abre la vía para la investigación de terapias que, actuando sobre estas sustancias, consigan combatir la obesidad.
Para ello, inyectaron en ratones de laboratorio "suplementos" de la proteína morfogenética ósea 8B (BMP8B), una sustancia ligada a los factores de crecimiento y responsables de la formación de huesos, cartílagos y tejidos conjuntivos.
Al aumentar los niveles de esta proteína en el hipotálamo cerebral de los ratones de experimentación, los científicos vieron que esto era suficiente para aumentar "de un modo muy potente" la temperatura corporal de los animales y, por tanto, la quema de grasas.
Por el contrario, los ratones carentes de BMP8B "eran marcadamente obesos, a pesar de tener una ingesta de alimentos reducida", hecho que se debe a que tenían "una menor capacidad para quemar grasa en el tejido adiposo marrón", explican los autores.
Fuente: EFE.

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