Cuando sentimos placer, el placer de un beso, de una buena comida, cuando nos reímos¿, en estados emocionales positivos el cerebro libera unas sustancias que en concentraciones normales, potencian el sistema inmune. Y al revés, en situaciones de tristeza o depresión se produce el efecto contrario. Cada vez hay mayor evidencia científica sobre la interacción entre el sistema endocrino y el inmune para la regulación del comportamiento en general, y de las emociones positivas y negativas en particular. Participantes : Emilio Ambrosio Flores, catedrático de Psicobiología (UNED); Amparo Asís Duart, investigadora Departamento de Psicobiología de la UNED.
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