viernes, 6 de julio de 2012

CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS A LARGO PLAZO DE SUFRIR UN ABORTO


Sufrir un aborto suele ser una experiencia dolorosa y, como en toda pérdida, puede pasarse por un proceso de duelo.

Hace unos días, la Asociación Americana de Psicología (American Psychological Association –APA-) publicó en su página web un artículo en el que se abordaba el tema del aborto y sus posibles efectos en el estado de ánimo tanto de las mujeres que lo sufren como de sus parejas.

A pesar de que lo habitual es que la tristeza experimentada tras una pérdida vaya disminuyendo con el paso del tiempo, especialmente cuando se tiene un embarazo posterior sin complicaciones, las nuevas investigaciones sugieren que algunas mujeres pueden alargar su duelo más tiempo de lo esperado, incluso después del nacimiento de un hijo sano.

Así, en una investigación llevada a cabo por Sherryl S. Heller y Charles H. Zeanah, publicada en Infant Mental Health Journal (revista americana bimensual dedicada a la difusión de artículos relacionados con el desarrollo biológico, social, emocional y cognitivo de los niños y sus familias en varios contextos), se observó a madres que habían tenido un bebé a los 19 meses de haber sufrido un aborto. Después de un año, el 45% de los niños tenían vínculos desorganizados con sus madres, lo que sugiere que el estado emocional de éstas podría influir de forma negativa en su relación con los hijos posteriores a la pérdida. 

En la misma línea, un estudio publicado en The British Journal of Psychiatry (revista británica dirigida a psiquiatras, psicólogos clínicos y todos los profesionales interesados en salud mental), Emma Robertson Blackmore -profesora de psiquiatría del Centro Médico de la Universidad de Rochester- realizó un seguimiento de 13.000 mujeres a lo largo de tres años tras el parto. De las 2.823 que habían sufrido un aborto anterior, aproximadamente el 15% experimentaron síntomas de depresión y ansiedad clínicamente significativos durante sus embarazos y en los tres años siguientes al parto. Para acceder a la investigación, pincha el siguiente enlace.

En cuanto a la edad gestacional en el momento de la pérdida, ningún estudio ha hallado una asociación clara entre ésta y el dolor, la depresión o la ansiedad. Sin embargo, los datos parecen mostrar que hoy en día nuestra sociedad parece sensibilizarse con las mujeres que han sufrido un aborto en una fase avanzada del embarazo más que con las que lo pierden al inicio.

En relación con las parejas, se ha encontrado que los hombres "lloran" el aborto más de lo que se pensaba. Así, en un artículo publicado en Psychotherapy: Theory, Research, Practice, Training (revista de investigaciones en psicoterapia, perteneciente a la APA) se halló que la tristeza de los hombres cuyas parejas habían perdido un bebé pasaba inadvertida, y que solían enmascararla expresando ira.

Paralelamente, en una investigación sobre parejas de mujeres homosexuales de la Universidad de Seattle (EE.UU.), han detectado que el comportamiento de la pareja que no ha perdido físicamente el bebé es similar al del hombre.

Tras el aborto, las personas suelen perder mucho tiempo y energía intentando buscar razones, realizando autoatribuciones para poder sentir el control de la situación. El apoyo psicológico tras la pérdida de un bebé, según la APA, es muy importante tanto en hombres como en mujeres, y se orientaría a normalizar los síntomas, concretamente la tristeza, ayudándoles a elaborar el posible duelo.

Para consultar el artículo completo, pinchar aquí.






FUENTE: INFOCOPONLINE 








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