jueves, 1 de septiembre de 2011

Endorfinas…caricias te da la vida


¿Drogarse legalmente y sin ser molestado por la policía?
Pues sí, es posible y es un preventivo maravilloso para la salud.
Proopiomelanocortina
Las neuronas de las cuales se expresa en gen de la POMC son una subpoblación del núcleo arqueado (también denominado infundíbulo) del hipotálamo, llamadas "células proopiomelanocortinas" cuyos productos son modificados en distintas neuronas para obtener así el péptido deseado para una función específica.


En Septiembre y Octubre la isla en la que vivo se convierte en un paraíso terrenal, así que libre de pecados, ayer salí con mi barco a navegar.
En un momento sentí el sol sobre mi cuerpo, como una caricia. Más tarde la brisa fresca del mar…como una caricia.
Esa sensación de que la vida también a veces te acaricia, se puede experimentar gracias a los maravillosos péptidos opioides (neurotransmisores) llamados endorfinas.
Nuestra glándula pituitaria y también el mágico hipotálamo se encargan de fabricar estos opioides naturales (sí, drogas, pero endógenas) para nuestro beneplácito.
Son moduladores del sistema nervioso central, y se encargan de asistir a la percepción del dolor, de la temperatura corporal y de la excitación sexual entre otras cosas.
Son las substancias del “placer” que experimentamos, y existen varias formas de estimular su secreción. Es decir, podemos drogarnos legalmente y sin efectos secundarios, de la forma más sana posible a través de algunos ejercicios que estimulen esta droga endógena no alucinógena y muy placentera.
La práctica del deporte estimula la secreción de endorfinas, las que asisten para aliviar el dolor muscular que pueda producir el ejercicio físico. El yoga y la relajación, abren la puerta para que se ponga la industria del dope endógeno en acción.
Hacer el amor con amor y con placer, produce una dosis realmente grande, y reirse mucho, también.
Los efectos de las endorfinas son similares a los de la morfina, porque estos neurotransmisores producen efectos dominó de analgesia, pero también nos afectan psicológicamente llevándonos a estados de placer.
Las caricias desencadenan el proceso, sobre todo cuando son lentas…mi perro es un adicto a las endorfinas que él mismo produce cuando le acarician.
Las endorfinas no son las únicas drogas que produce nuestro cuerpo, muchos de los alcaloides que se utilizan en las drogas de diseño (ilegales y peligrosas) son fabricadas también por nuestras glándulas, como por ejemplo el DMT o las harminas y harmalinas que la gente busca en la Ayahuasca…
La palabra endorfina fue acuñada por Solomon Snyder en 1938 y su etimología: proviene del griego evoo (endo=adentro) y morfina.

Solomon Snyder. Foto: National Institutes of Health
Solomon H. Snyder aún vive y es un neurocientífico residente en Maryland (USA), presidente de la sociedad de neurociencia de Estados Unidos. También es uno de los biólogos más citados y fue profesor en la escuela de medicina de la Universidad Johns Hopkins.
Se especializó en las substancias psicoactivas y en la actividad de los neurotransmisores, descubriendo en 1973 la existencia de los opioides en nuestro cerebro.
Así que amigos, no es necesario recurrir a substancias externas…¡las drogas están dentro de nuestro cuerpo y es sano estimular su producción!
Lamentablemente Snyder, en vez de dedicarse a enseñarnos como producirlas nosotros mismos, fundó dos laboratorios farmacéuticos y se forró.
Pero yo insisto en que debemos ser autosuficientes…si tenemos las drogas del placer dentro del cuerpo…¿para qué adquirilas fuera?
Tal vez el viaje chamánico más potente que podemos hacer “sin meternos nada” es a través de la aislación sensorial en una cámara. Algo que es perfectamente legal, sano y está al alcance de todos.













FUENTE: BIANCA ATWELL








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