martes, 9 de noviembre de 2010

Como NO Motivar a los Demás


Errores Comunes y Practicas Nocivas

En “Los Secretos de la Verdadera Motivación Descifrados” ya vimos qué se necesita para motivar de verdad, tanto a uno mismo como a los demás. Ahora se trata de ver cómo no se debe motivar a los demás. Es decir, voy a explicar cuáles son las prácticas que debieran estar prohibidas para motivar a los empleados o subordinados que, curiosamente, son las que más se practican en cualquier trabajo.

A continuación expongo los errores más comunes en la motivación del personal:

Amenaza de castigo por el trabajo mal hecho o no hecho

Es una motivación externa (proviene de otro) de huída (se quiere evitar que pase algo). Como ya sabemos, ésta no es una verdadera motivación sino una motivación aparente, por lo que no conseguiremos que el resultado obtenido de la tarea sea óptimo ni conseguiremos que perdure en el tiempo sin nuevas amenazas.

“Si no tengo el informe delante de mi mesa mañana estás despedido” Vamos mal. Sí posiblemente mañana tengas tu informe, pero a qué precio. El informe seguramente podría estar mejor hecho si no le hubieras amenazado. Además, has enrarecido el ambiente de trabajo con tu amenaza. Ahora el trabajador te odia y no dudará en fastidiarte si puede. Posiblemente (seguro) que se enteren de lo ocurrido sus compañeros de trabajo, por lo que es posible que también te ganes la enemistad de ellos. El ambiente de trabajo es crucial para que una empresa funcione correctamente, de lo contrario la productividad baja y aparecen los despidos indemnizados, los sabotajes, etc.

Promesa de premio o recompensa por el trabajo bien hecho

Es una motivación externa de conseguir algo que se quiere (pero se quiere en apariencia). No es una verdadera motivación. La persona hará su trabajo bien única y exclusivamente para conseguir la recompensa prometida, una vez conseguida volverá a su nivel de productividad anterior. El problema es que para volver a motivar a esta persona necesitarás volver a recompensarle, pero ya no le valdrá con la misma recompensa que le diste la primera vez sino que querrá más. Esta escala de recompensas no tiene fin.

Un ejemplo clarísimo de este tipo de motivación es la que los clubes de fútbol o las selecciones nacionales intentan llevar a cabo cuando hay partidos importantes mediante el uso de primas. ¿Es que no es suficiente motivación defender los colores de la bandera de tu club o de tu país? ¿No? Pues viento. Yo digo que sí, y que así debería ser. Otro ejemplo es subir el salario por realizar bien una tarea, o pagar comisiones, ascender a un puesto mejor, y un largo etc.

El trabajador debe de hacer bien su trabajo como regla no por el puntual hecho de recibir una recompensa. De lo contrario se acostumbrará a ser recompensado por el trabajo bien hecho, lo que llevará a problemas cuando no se le recompense debidamente. Si no se le recompensa empezará a bajar su ritmo de productividad y la calidad de su trabajo. Asimismo, puede que se revuelva con sus superiores por no recibir la recompensa que cree que se merece.

Estas prácticas de castigo-recompensa están muy bien para los perros (que es la táctica que se utiliza para enseñarles lo que está bien de lo que está mal) pero para las personas hay que aplicar la verdadera motivación. Descubre o refresca cómo sí se debe motivar leyendo el artículo de “Los Secretos de la Verdadera Motivación Descifrados”.

Posdata: Estas prácticas también hay que evitarlas cuando tratemos de motivarnos a nosotros mismos para llevar a cabo proyectos largos o difíciles. Más adelante publicaré un artículo sobre cómo utilizar las motivaciones aparentes como trucos o herramientas para conseguir resultados inmediatos (aunque temporales).


No hay comentarios: