miércoles, 26 de noviembre de 2008

Mejorar la inteligencia

El cociente intelectual, es decir, la velocidad de procesamiento de tu cerebro, sólo varía un 6 y un 7% a lo largo de la vida. La inteligencia, sin embargo, viene determinada por las conexiones que se producen en nuestro cerebro a través de las neuronas, y estas sí pueden mejorarse con entrenamiento.


"Mens sana in corpore sano" (mente sana en cuerpo sano).


"El ejercicio físico es el mayor fertilizante del cerebro" dice John Ratey, neurólogo de la Universidad de Harvard. Estas son las prácticas más eficaces:


Ejercicio aeróbico. Según Angela Balding, de la Universidad de Exeter (Reino Unido): "el ejercicio aeróbico aumenta el rendimiento intelectual al dar oxígeno extra a nuestro cerebro. Además, promueve el crecimiento de nuestras neuronas". De hecho, investigadores del Instituto la Jolla de California hicieron pruebas en ratones y constataron que los que estaban más en forma tenían un hipocampo en el cerebro más desarrollado, es decir, mejor aprendizaje y memoria.


Yoga. Otro ejercicio especialmente bueno para la mente es el yoga, ya que, una de sus grandes cualidades es el modo en que enseña a respirar. ¿El resultado? Menos estrés y más oxígeno para el cerebro.


Correr. "La química del cerebro cambia despues de solo 10 minutos de ejercicio intenso, como el footing", asegura el doctor John Ratey, Incluso, según sus investigaciones, liberamos dopamina y norepinefrina en períodos más cortos de ejercicio, las hormonas anti-depresión y de alto rendimiento cerebral.


Por otra parte, a principio de 2006, un equipo del MIT consiguió hacer la primera reconstrucción completa de neuronas en la corteza adulta. Con eso demostraba que las neuronas de un adulto no solo se regeneran, sino que, cuanto más usemos nuestro cerebro, más deprisa actuará y regenará y más capacidad de cambio y adaptación tendrá. Hasta ese momento se pensaba que las neuronas adultas cuando morían se perdían.


Según un estudio de la Universidad de Michigan y de Nueva York, se ha descubierto que la memoria fluida (o la capacidad de resolver problemas sin tener una experiencia previa), se puede mejorar entrenando la memoria funcional, es decir, la clase de memoria que permite recordar un número de teléfono mientras se está marcando. Y es que, segun este estudio, ambas-memoria fluida y funcional-dependen del mismo circuito neuronal. "los resultados muestran que se puede aumentar esta inteligencia con el entrenamiento adecuado", declaraba uno de los autores del estudio al períodico "The New York Tines".


Además, la música estimula de forma global al cerebro, activa conexiones neuronales (en la infancia sus efectos son increibles, así como otros métodos de estimulación temprana) y tambien estimula los centros del placer del cerebro. Por ello, los músicos se deprimen mucho menos. Escuchar música romantica estimula la parte más emocional de nuestro cerebro. "El pajaro de fuego" de Stravinski y las operas de Wagner estimulan la inteligencia espacio-temporal, la fluidez verbal y la imaginación. "El aprendiz de Brujo" de Dukas, "El bolero de Ravel" y el "preludio a la siesta de un fauno" de Ebussy, del periodo impresionista desarrollan el hemisferio cerebral derecho. La música barroca, a la que pertenecen "El aleluya de Händel y "las cuatro estaciones" de Vivaldi, despiertan conexiones en el hemisferio cerebral izquierdo.


Según un estudio de Umea (Suecia) la inteligencia y la coordinación al bailar van de la mano, pues llevar un buen ritmo está relacionado con el razonamiento y la resolución de problemas.


Un convento de monjas en Minnesota ha sido objeto de estudio científico. Resulta que entre sus 678 religiosas hay 7 centenarias y la mayoría tienen sus facultades mentales intactas. La hermana Mattia, por ejemplo, parecía no haber perdido ni un ápice de su agilidad mental desde que nació en 1894. ¿Su secreto? la cantidad adecuada de ácido fólico, su fluidez verbal (sigue haciendo crucigramas), su habilidad tejiendo y que no ha dejado de hacer ejercicio físico. Tambien las últimas teorías de neuroteología, como las del canadiense Michael Persinger, dicen haber encontrado un nexo entre la creencia en Dios y la actividad cerebral.


Así que ¿por qué no podría haber más conexiones cerebrales entre los más místicos? , ¿serán más inteligentes las personas que creen en Dios, es decir, las más bondadosas? Más inteligentes que las malvadas y malignas, por supuestísimo que sí.

Ser madre desarrolla la inteligencia. Los neurocientíficos de la Universidad de Virginia Craig Kingsley y Nelly Lambert publicaron en la revista "Nature" una investigación que aseguraba "la maternidad vuelve más inteligente a la mujer". Tambien recientemente la investigadora estadounidense Catherine Ellison ha publicado el libro "El cerebro de mama, Como la maternidad estimula la inteligencia". La idea nuclear de Ellison es que tanto el parto como la crianza de un hijo provocan en el cerebro femenino cambios concretos causados por una combinación de amor, genética y hormonas. Para Michael Merzenich, pionero en el estudio del desarrollo cerebral de la Universidad de California en San Francisco: "desde un punto de vista neurológico, para el cerebro tener un hijo implica una revolución. Cambia la vida porque presenta desafíos físicos, mentales y mecánicos: tienes que responder a infinidad de desastres a un tiempo. Y como todo reviste una gran importancia, es lógico que sea una época de aprendizaje y de cambios mentales. "Pocas cosas harán más por tu cerebro que tener un hijo" asegura Ellison. Según su teoría, ser madre mejora la agudeza, la eficacia, la resistencia, la motivación y la sociabilidad. "La Maternidad es mejor que una escuela de negocios", concluye.


La inteligencia se hereda. Según la Universidad de California en los Angeles, la relación entre genética e inteligencia es de un 20%. Esta investigación, hecha entre gemelos idénticos a los que se hizo un scanner cerebral, reveló que este 20% es el porcentaje que se puede atribuir al ADN de los padres. El resto "se modifica y transforma de acuerdo con la vida y los hábitos del individuo" asegura esta investigación. Un equipo de la Universidad de Oslo dice que los hermanos mayores son más inteligentes que el resto, a pesar de tener todos la misma carga genética. Los científicos lo explican por su necesidad de cuidar del resto, lo que les hace desarrollar más sus capacidades intelectuales.

Gentileza de Loly Rivas

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