miércoles, 4 de julio de 2012

RELACIONES DE LA PSICOLOGÍA CON LA MORAL Y LA RELIGION


Capítulo 9

¿CUAL ES EL PROBLEMA?

Desde que la Psicología se ha puesto de moda, o sea, desde que ha sido ampliamente divulgada por las películas, los libros, las revistas, etc... muchas personas se han transtornado.

1º No tienen las ideas claras.

Es normal, pues vaga nociones esparcidas en su cerebro no pueden lograr que se desarrollen ideas con claridad. Hay que tener un conocimiento completo y homogéneo para poder poner cada cosa en su sitio. Los conocimientos parciales sólo pueden trastornar y perturbar.

2º “Uno se deja llevar” puesto que lo ha dicho la Psicología.

La Psicología es el argumento que muchas personas utilizan como guía de sus actos, dejándose llevar por las corrientes del momento. Muchos padres ya no se preocupan de la educación de sus hijos con el pretexto de que no hay que turbarlos. Otros tienen una vida afectiva y sexual totalmente desarreglada pues la sexualidad está de moda, etc...

En fin, que muchos ya no saben dónde están ni que camino seguir, pareciéndoles invertido el sentido de los valores tradicionales.

Voy a intentar poner un poco de orden en estas ideas, aunque es un tema amplio que no puedo tratar sumariamente a fin de no sobrecargar este método.


LA PSICOLOGÍA EXPLICA: NO RESUELVE NADA

¿Qué es la Psicología?

Es, ni más ni menos, el conocimiento de los mecanismos psíquicos del ser humano; en términos concretos: “Es el conocimiento de los mecanismos que hacen al ser humano y reaccionar ante ciertas situaciones”.

Desde hace algunas decenas de años, se han hecho, sin duda alguna, grandes progresos en el conocimiento de estos mecanismos.

Conclusiones prácticas:

Al analizar esta ciencia nos damos cuenta de que:

  • La Psicología no contradice ninguna regla moral o religiosa.
  • No las sustituye nunca.
  • Al contrario, las explica y las complementa volviendo a poner cada cosa en su sitio.

I – PSICOLOGIA Y MORAL

¿Qué es la Moral?

El hombre es LIBRE. Eso es lo que hace su grandeza. Es decir, que él puede optar continuamente por hacer el “bien” o el “mal”. O al menos, por lo que él piensa que es el bien y el mal.

1º La Psicología muestra la “importancia del YO”.

Esta es la Ley nº 1 de las relaciones humanas: explica simplemente que pensar en uno mismo es legítimo y que es imprescindible estimarse a sí mismo para ser equilibrado y sólido.

2º Pero la Psicología nos muestra también que el hombre tiene necesidad de los demás.

Por consiguiente, no se debe tener una actitud egoísta o egocéntrica: pues (Ley del Espejo) si no se es capaz de tener una actitud vuelta hacia el exterior – si no se es capaz de dar – no se recibirá; o bien, recibirá a cambio actitudes negativas que le frustarán.

Hemos visto que el ser humano debe olvidarse continuamente de sí mismo (o sea, olvidar su propio punto de vista) para ponerse en el lugar del otro y, de esta manera, ver las cosas desde el punto de vista de los demás.


II – PSICOLOGIA Y RELIGION

Este apartado sólo concierne, evidentemente, a las personas religiosas.

1º Hemos visto que el hombre tiene un deseo fundamental de ser Estimado, de que se le Considere (Ley nº2).

  • Ahora sabemos que esto no es “orgullo”, sino que está originado por su propia naturaleza humana, es decir, por ser algo más que un simple animal evolucionado.
  • Los creyentes saben que el hombre ha sido creado por Dios y que ellos poseen el Espíritu.
  • Pues bien, es totalmente legítimo que esta criatura de Dios, muy superior, tenga necesidad de estima y consideración.

2º El hombre quiere continuamente progresar y avanzar.

Por su naturaleza divina o superior experimenta el “tirón hacia arriba” (Virgil Gheorghiu).

Es cierto que este deseo del ser humano de ir hacia adelante, de superarse, de emprender, a veces está deformado: por ejemplo, pensemos en todas esas personas que se quedan en las apariencias, buscando afanosamente presidencias, condecoraciones, títulos, etc..

Pero, no se puede quedar uno en esas apariencias y hay que ir más allá dándose cuenta de cuál es el resorte importante y legítimo que empuja al ser humano a ir hacia adelante.

Inversamente, la persona que se menosprecia, que se queda encerrada sobre ella misma, que no tiene “ambición”, que se desvaloriza, no es feliz y no puede realmente ayudar a los demás: tiene demasiados “problemas”.


III – EL HOMBRE ES ESENCIALMENTE UN SER SOCIABLE

La Psicología nos indica (vuelva a ver por ejemplo las leyes fundamentales de las relaciones humanas) que el hombre solo no podría vivir feliz: tiene necesidad de relacionarse con los demás.

En este terreno la Psicología nos explica lo que la religión y la moral nos imponen como un Deber.

Todo en la naturaleza del hombre le impone vivir en acuerdo con los otros:

Todo lo que él desea lo tienen los demás.

Tenemos aquí la clave del tejido social obligatorio que hace que, desde los orígenes de la Humanidad, las tareas hayan sido repartidas: por ejemplo, la madre que engendraba y cuidaba el hogar para que el fuego no se apagara mientras que el hombre procuraba el alimento recogiendo vegetales salvajes y posteriormente cazando animales, etc...

Nuestra personalidad verdaderamente no existe más que si es reconocida por los demás que nos sirven de espejo.

Así pues, la Psicología nos hace comprender con más precisión lo que hasta ahora era considerado como un Deber moral o religioso: sabemos ahora que esta necesidad que tienen los seres humanos de complementarse entre ellos mismos, es el cimiento que les une y sin el cual habrían desaparecido desde hace tiempo, como muchas otras especies vivas antes que ellos.

3º “Para recibir, hay que dar”: base real de la vida social.

Hemos visto que el ser humano no puede prescindir de los demás: hemos visto también las consecuencias de la Ley del Espejo.

Si me permite le voy a dar una imagen que le ayude a fijar ideas: manteniendo su mano abierta podrá conservar el agua depositada en ella pero si la cierra se derramará y no le quedará nada.

En la vida, en las relaciones humanas, sucede lo mismo: si usted está abierto a los otros, antes o después recibirá pero si quiere guardar todo para usted rápidamente perderá todo, se quedará sin amigos y no tendrá nada de nada.


IV – PARA TRIUNFAR EN LA VIDA TENEMOS QUE SER DUEÑOS DE ELLA, DOMINARLA.

Ser dueños de nuestra existencia no significa que la vida se nos haya dado para imponernos por la fuerza cualquier tormento.

Ser dueño significa, simplemente, controlar los gestos, las palabras, las reacciones, etc... de uno mismo.

Para triunfar en la vida debemos, pues, llegar a ser dueños de nuestras expresiones igual que se controlan los gestos y las reacciones para aprender a conducir un coche, para hacer esquí, montar a caballo, hacer judo o cualquier otro deporte.

¿Ha pensado que este CONTROL es precisamente lo que las morales y, aún más, las religiones nos exigen?: “convertirnos” o sea, simplemente cambiarnos.


V – POR ENCIMA DE TODO EL HOMBRE TIENE NECESIDAD DE AMOR, DE AMISTAD, DE AFECTO, DE CALOR HUMANO.

La ley del Amor era hasta ahora una ley religiosa o moral.

La Psicología nos ha permitido descubrir que es una necesidad esencial sin la cual el ser humano languidece.

El amor es, de hecho, el que une a los seres entre ellos. Este amor puede tomar formas diferentes: tener intensidades fuertes o débiles. Pero las personas no son felices más que cuando tienen amor, calor humano, amigos y afecto a su alrededor.

Este es el motivo de que las personas se retraigan o se endurezcan cuando han sido heridas por una amistad o por un amor equivocado.

Esto no es una solución: la única solución buena es la de continuar buscando los contactos con personas complementarias que le aporten aquello de lo que usted tiene necesidad.

Pero no cabe la menor duda, la dicha viene de las personas y del Amor. No viene de las cosas: el drama de nuestra época es el de atarse demasiado a las cosas que, una vez más, aportan satisfacciones, pero nunca la dicha, la felicidad.

La dicha sólo puede venir de:

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