lunes, 9 de abril de 2012

LA FABULOSA IMPORTANCIA DE LAS RELACIONES HUMANAS


Capítulo 3


El principio que le voy a enunciar aquí abajo cambiará literalmente su vida el día en que usted no solo lo haya leído sino asimilado en lo más profundo de “su ser”; cuando se haya vuelto parte integrante, automática, de su personalidad, de su carácter, de sus reacciones, de su forma de vida.


TODO LO QUE NOSOTROS DESEAMOS LO TIENEN LOS DEMÁS

El ser humano, sea quien sea, (obrero, Jefe de Estado, bebé o viejo) necesita para vivir un número considerable de “cosas”.

Sea realista: estas “cosas” siempre depende de los demás.
  • Los vendedores, representantes, negociantes, etc, esperan pedidos o contratos cuya firma depende de la voluntad de sus clientes.
  • Un asalariado espera que se le reconozca la calidad de su trabajo, que sus superiores le estimen, aumenten su salario y le propongan para las promociones.
  • Un patrón, un jefe espera una colaboración leal de sus colaboradores, un trabajo bien hecho, un cierto espíritu de equipo y generalmente una devoción a la empresa común.
  • Un marido desea el amor de su mujer y, viceversa, una mujer espera el amor, el afecto y la estima de su marido.
  • Los jóvenes, chicos y chicas enamorados, esperan el uno del otro amor, estima y afecto.
  • Los amantes esperan de su compañero un placer sexual.
  • El que busca una colocación depende de la decisión de los jefes de personal o de los gabinetes de selección que aprobarán o no su candidatura.
  • Un jefe de empresa esperará capitales de los asociados, de los prestamistas, banqueros, etc...
  • A la cabeza del Gobierno se encuentra el presidente, los ministros y altos funcionarios que esperan el consentimiento de los ciudadanos para poder seguir en sus puestos; en los países en los que ese consentimiento no existe, es la revolución permanente, la dislocación del Estado. En este mismo momento, muchos países están divididos por dicho motivo y la unidad nacional totalmente rota.
  • Los políticos dependen únicamente de la buena voluntad de sus electores.
  • Los comerciantes, de la decisión de compra de su posible clientela; basta con ver comercios idénticos en un mismo barrio (por ej. cafeterías o bares) para darse cuenta de que uno de ellos está siempre lleno y en el otro nunca hay nadie. ¿Por qué esta diferencia?
  • Los padres esperan de sus hijos el afecto, la obediencia y, cuando son ancianos, la solidaridad para ayudarles en su vejez a sentirse seguros y no estar solos.
  • Un niño tiene, por encima de todo, necesidad de amor y seguridad por parte de sus padres.

En resumen: dependemos totalmente de los demás en sociedad.

Algunas personas (los sabios) son perfectamente conscientes de ello pero, desgraciadamente, desde la elevación del nivel de vida de los occidentales, donde todo el mundo puede comprar un coche a crédito, residencias, vacaciones y viajes lejanos, cada persona ha llegado a pensar por este motivo que es independiente de los demás, aceptando muy difícilmente el estar sometido a la voluntad de otros.

Es una total falta de juicio: reflexione sobre todo lo que acabo de decirle y se dará cuenta de que, tanto usted como yo, dependemos en todo momento en la vida familiar, amorosa, profesional, etc... de los demás.

El poeta Paul Valery escribió una frase totalmente justa: “El jefe es el que tiene necesidad de los demás”

Esta frase parece chocante pues a todos nos gusta creer que un jefe es el que manda y el que es obedecido: los padres por los hijos, un cuadro directivo o un patrón por sus colaboradores, etc. Pero, seamos realistas, sabemos muy bien que no podemos tenerlo todo; que hay que “afinar”, hay que ser diplomático para obtener lo que queremos. No está en la mano de un padre o de una madre el exigir amor a su pequeño; a pesar de sus cuidados atentos no tienen poder para obtener este afecto.

Para triunfar en las relaciones humanas es preciso ante todo ser realista; ver las cosas como son y no soñar quejándose de que no sean como usted quiere que sean.

Mi papel es el de recordarle la prudencia, osea, constatar la realidad de los hechos.

Los hombres han sido creados para vivir en sociedad, o sea, en comunidad.

Todas las características científicas que constituyen el ser humano prueban que él ha sido creado no para vivir solo, sino para vivir con otros seres humanos.

Ya sea a nivel práctico o a nivel afectivo, (que es el más importante), el ser humano tiene que recurrir a los demás para satisfacer sus necesidades más elementales y más importantes.

Si reflexiona alguna vez sobre ello, se dará cuenta de que es bueno que sea así; pues si no, la especie humana se habría descoyuntado y la Humanidad se habría extinguido; exactamente como otras especies de seres vivos han desaparecido desde hace mucho tiempo, millones de años, siendo físicamente muchísimo más fuertes y poderosas que el hombre.

La Psicología, la Sociología ( o sea, el estudio de los hombres tomado en su conjunto) prueban lo que los moralistas y los espiritualistas saben desde hace mucho tiempo: el hombre no puede triunfar en la vida más que si acepta el vivir y trabajar en buena armonía con todos los seres humanos con los que está en contacto. Sea cual sea su edad, sexo o nivel social.

ES EL ÉXITO EN LAS RELACIONES HUMANAS LO QUE APORTA LA FELICIDAD

El ser humano tiende a la felicidad. Al ser humano moderno no le gusta hablar de ella, pues finge ser escéptico en este aspecto. Pero todos los seres desean ser felices; es una busca permanente revelada por las canciones, los libros, las confidencias, etc. de todos los tiempos.

En estos últimos años, los libros que contienen la palabra felicidad han aparecido en gran abundancia causando enormes éxitos en las librerías.

Mis contactos cotidianos con personas que me piden consejo me permiten afirmar que es eso lo que buscan todos los seres humanos: ser feliz, esperar la dicha y la alegría.

¿Qué es lo que nos puede procurar esa dicha?

¿Es, quizás, la adquisición de nuevos objetos: primero una bicicleta, después una motocicleta, después un 2 CV, después un R-5, para conseguir coches cada vez más caros?. ¿Es el hacerse propietario de un apartamento, después de una residencia secundaria?, ¿de unos muebles cada vez más modernos y caros?. ¿disfrutar de viajes cada vez más lejos?, ¿vacaciones cada vez más sorprendentes? Etc...

¿Ha observado que el ser humano está hecho de tal forma que el periodo más largo para él es el del “deseo”?. Todos nosotros somos capaces de cosas extraordinarias para obtener lo que deseamos, somos capaces de trabajar noche y día, de ser diplomáticos y astutos, de perseverar, etc... para obtener el objeto de nuestros deseos.

Pero, desde que conseguimos el objeto, o más exactamente un poco después, hay que constatar este misterio: poco a poco el nuevo objeto (ya sea pequeño o grande) nos interesa menos; éste se integra en nuestro universo cotidiano y, de todas formas, las satisfacciones que obtenemos con él no son nunca tan intensas como el deseo apasionado que tenemos antes de poseerlo.

En resumen: los objetos nos aportan satisfacciones.

Hay que tener en cuenta que una masa de objetos, incluso lujosos, nunca ha aportado a nadie la alegría de vivir o la felicidad.

Me contento con constatar aquí hechos que todos hemos vivido yo podría hablar por mí mismo pues me doy cuenta que, después de haber deseado mucho tiempo un coche nuevo y haberlo aprovechado durante algunos meses, mi interés se esfuma algún tiempo después y empiezo a pensar en cual será mi próximo coche.

Pues, el nuevo coche me ha aportado, indudablemente satisfacciones, incluso muy vivas a veces, y lo mismo me ha pasado con unas vacaciones soñadas desde hace tiempo, o con un viaje preparado con sumo cuidado, o con nuevo mobiliario, ¡qué sé yo!. Pero nunca me han aportado la dicha.

Son las relaciones humanas las que aportan la alegría de vivir.
  • Los esposos que se aman, se estiman y encuentran placer en vivir juntos.
  • Los niños que aman a sus padres y están satisfechos de estar con ellos.
  • Los amigos a los que les gusta estar juntos, encontrarse, realizar proyectos comunes.
  • Un chico (o una chica), que ha llegado a encontrar un compañero con el que se siente a gusto y quiere casarse.

Reflexione sobre ello: la sensación de felicidad sale siempre de un cierto estado de espíritu, cuando se está bien con una o varias personas.
En resumen:
  1. Hemos descubierto que el ser humano no puede vivir solo; ha sido concebido para vivir con los demás en sociedad.
  2. Descubrimos ahora que la alegría de vivir, la dicha no vienen de las cosas sino de las relaciones felices con tal o cual persona.
  3. Se puede extrapolar y pensar que la dicha permanente, la alegría de vivir permanente provendrá de las buenas relaciones humanas con todas las personas con las que tenemos que ver: padres, hijos, familiares, amigos, vecinos, colaboradores, superiores, jerarquías, compañeros de trabajo, etc..

Piense bien en esta nueva noción: seguramente usted la habrá descubierto sin mi. Pero yo tengo que volver a insistir pues, en nuestra época, nos equivocamos demasiado a menudo y creemos descubrir la dicha a través de los objetos y las posesiones mientras que la dicha depende únicamente de la calidad de las relaciones, del calor humano que tengamos con las personas que nos rodean.

HAY TRES MÉTODOS PARA REGULAR NUESTRAS RELACIONES CON LOS DEMÁS

En el punto en que estamos, comprenderá que llame, para variar, “contactos”, “relaciones” o “relaciones humanas” a lo que nos une a los demás; lo hago únicamente para variar un poco mi vocabulario, pero son las mismas cosas.

En sus relaciones con los demás (sean las que sean) puede escoger entre tres y sólo tres modalidades:

1º La Fuerza

Desde el origen de la humanidad ha prevalecido normalmente este método.

- Esto es lo que explica las guerras continuas que han arrasado los distintos países del Globo.
- Es, todavía, el tipo de relaciones que existe entre asalariados y patrones.
- Es a menudo, desgraciadamente, el tipo de relaciones que intentan establecer los padres con los hijos, los maridos con sus esposas, etc... Este método, el más nefasto con mucho (por razones que se explicarán detalladamente más tarde), es todavía al que tiende el ser humano de forma natural; y usted mismo, probablemente, desea consciente o inconscientemente encontrarse en posición de fuerza con sus interlocutores para dominarles e imponerles sus órdenes, sus puntos de vista.

Esa actitud nació en el pasado porque el hombre es un ser frágil con respecto a los elementos, las cosas, sobre todo, con respecto a sus congéneres. Tiene a menudo miedo y para dominar su miedo (osea sus dudas, sus temores, sus angustias, sus aprensiones, etc...) intenta situarse en posición de fuerza para imponerse.

2º La Mendicidad

Suplicamos a los demás que nos presten su interés; que sean simpáticos con nosotros, que nos den empleo, etc...

La vida está llena de seres humanos que se pasan la vida intentando inspirar piedad y buscando ayuda, un empujón, una palmada en la espalda, etc... Este comportamiento no puede acarrear, en la parte así solicitada, más que una actitud negativa, por no decir el desdén o el desprecio.
Con este método no se pueden obtener más que pequeñas cosas, nunca grandes, pues se pierde toda dignidad ante el otro.

3º El intercambio equilibrado

Desde los orígenes de la humanidad, y por lo menos a nivel de lo material, el hombre se acostumbró a cambiar lo que poseía por lo que deseaba; la idea base era que las dos partes del cambio fueran del mismo valor en espíritu.

En las relaciones humanas el intercambio equilibrado significa que en lugar de querer recibir siempre de los demás sin dar nada, se acepta el dar a los otros lo que necesitan para recibir de ellos lo que nosotros necesitamos.

En estas condiciones las dos partes conservan su dignidad; no hay rencor, todo el mundo está contento.


PARA TRIUNFAR CON LOS DEMÁS HAY QUE CONOCER LOS MECANISMOS QUE HACEN ACTUAR Y REACCIONAR A LA GENTE.

La clave de las relaciones humanas con éxito es simplemente "saber lo que los otros esperan"

La clave de las relaciones humanas es conocer lo que es realmente la naturaleza humana: No lo que se dice en la teoría, en los libros o en los cursos sobre psicología, de moral o de religión, sino como actúan y reaccionan los seres humanos (usted, yo y todos los demás) frente a cada situación muy concreta de la vida cotidiana.

Esa es la razón por la cual, el método “Contactos y Diálogos”, va a empezar por desmontar la mecánica esencial de la naturaleza humana real.

Yo le diré lo que es concreto, lo que es válido, práctico y utilizable en la vida cotidiana.

Le dispensaré de las consideraciones teóricas intelectuales y moralizantes que se encuentra en numerosos libros, que son casi siempre inaplicables en la vida real.

A partir del momento en que usted conozca las razones reales (llamadas “motivaciones”) de las personas con las que se rodea (Patrón, compañeros, colaboradores, clientes, cónyuge, hijos, etc..) usted adquirirá una mayor confianza en sí mismo, pues sabrá exactamente “el terreno que pisa”.

Aplicaciones prácticas.

Una vez analizados los principales mecanismos de la naturaleza humana, veremos como aplicarlos a la vida cotidiana según los métodos prácticos que han dado ya su resultado.

Estos métodos prácticos han dado resultado con anterioridad a miles de personas, les han permitido cambiar literalmente la orientación de su vida, les ha permitido entenderse con los que le rodeaban, casarse, relacionarse social, profesional, comercial o amistosamente, etc. Este será el objetivo práctico de “Contactos y Diálogos”.

Pero no descuide lo que he querido descubrirle hasta ahora: las Reflexiones para la Acción que acaba de leer contienen en principio, todo el éxito de su vida futura. No son teorías ni parrafadas del tipo bla-bla-bla, sino puntos de partida fundamentales que es totalmente necesario que usted asimile profundamente, a fin de que se vuelvan tan familiares para usted como la práctica cotidiana de su trabajo.


Capítulo 3 del libro I de “Contactos y Dialogos”, Instituto de Dinámica Mental (IDM), Autor Maurice Ogier





1. LO QUE PUEDO APORTARLE Y PORQUÉ
2. ¿QUE SON LAS RELACIONES HUMANAS?
3. LA FABULOSA IMPORTANCIA DE LAS RELACIONES HUMANAS
4. LAS LEYES FUND. DE LAS RELACIONES HUMANAS: LA LEY Nº 1 DEL YO
5. LAS LEYES FUND. DE LAS RELACIONES HUMANAS: LA LEY Nº 2 DE CONSIDERACIÓN
5. LAS LEYES FUND. DE LAS RELACIONES HUMANAS: LA LEY Nº3 DE AUTODEFENSA (O BLOQUEO)
7. LAS LEYES FUND. DE LAS RELACIONES HUMANAS: LEY Nº 4 DE AMOR O LA AFECTIVIDAD
8. SEA BUEN PSICOLOGO
9. RELACIONES DE LA PSICOLOGIA CON LA MORAL Y LA RELIGIÓN
10. USTED PUEDE ORIENTAR EL COMPORTAMIENTO DE LOS DEMÁS RESPECTO A USTED
11. COMO TRIUNFAR CON LOS DEMÁS O COMO HACER AMIGOS, RELACIONES O CLIENTES Y CONSERVARLOS
12. LA TÉCNICA DEL DIÁLOGO. TODO DIÁLOGO DEBE TENER UNA ESTRUCTURA
13. LA TÉCNICA DEL DIÁLOGO (Cont.) TECNICA COMPLETA DE LA CONVERSACIÓN, DE LA ENTREVISTA Y LA NEGOCIACIÓN
14. LA TÉCNICA DE LAS PREGUNTAS
15. EL ARTE DE ESCUCHAR
16. ¿COMO OBTENER LA COOPERACIÓN DE LOS DEMÁS?
17. COMO CONVENCER
18. ANIME CONTINUAMENTE A LOS DEMÁS. APRENDA A DAR LAS GRACIAS, FELICITAR Y ALABAR.
19. CRITIQUE SIN OFENDER
20. PARA TRINFAR EN SUS RELACIONES SOCIALES






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