La muerte repentina de un ser querido produce sentimientos muy profundos en el alma de las personas, y dicha experiencia tiende a producir un fuerte impacto en el individuo que puede repercutir tanto a nivel físico como emocional y psicológico.
Y es que, aunque uno nunca está completamente preparado para la muerte, cuando ésta ocurre de forma repentina, tiende a dejar a las personas sumamente vulnerables.
Asimismo, tras el fallecimiento de un ser querido da comienzo el proceso del duelo psicológico. En este sentido, en los casos en los que cueste superar la elaboración del duelo, este puede convertirse en un serio problema, que conviene solucionar con ayuda psicológica.
Pero, ¿Cómo debemos actuar si fallece de forma imprevista un familiar o un ser querido en nuestro domicilio? ¿Qué tipo de ayuda necesitamos? ¿Cómo debemos afrontar el duelo?
Para responder a estas y otras cuestiones tenemos con nosotros a Begoña Elizalde, coordinadora del grupo de trabajo de duelo y pérdidas de la sección psicología clínica del Colegio Oficial de Psicólogos de Cataluña, y a Eduard Vidal. Consejero director general del grupo Mémora.
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