Un guerrero de la luz estudia con mucho cuidado la posición que pretende conquistar.
Por más difícil que sea su objetivo, siempre existe una manera de superar obstáculos.
Él verifica los caminos alternativos, afila su espada y procura llenar su corazón de la perseverancia necesaria para enfrentar el desafío.
Pero, a medida que avanza, el guerrero se da cuenta de que existen dificultades con las que no contaba.
Si se queda esperando el momento ideal, nunca saldrá del lugar; ve que será preciso un poco de locura para dar el próximo paso.
El guerrero usa un poco de locura. Porque, en la guerra y en el amor, no es posible prever todo.
Paulo Coelho
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