jueves, 15 de enero de 2015

¿Puede ayudar Ho’oponopono en la depresión?


¡Definitivamente! Primero que nada, la depresión es una memoria y sí, puede ser borrada.

¿Sabías que somos adictos a estar deprimidos?

Sí, porque estamos tan acostumbrados a este estado del ser y lo hacemos tan bien que se siente “natural” para nosotros. Además de esto, podríamos tener algún beneficio: ¿quizás obtener la atención de la gente y/o hacer que la gente se haga cargo de nosotros cuando nos sentimos así?

¿Sabías que estar deprimidos es en realidad un arduo trabajo?

Nuestro estado natural es ser feliz, entonces lo que tienes que hacer es colocar tu cuerpo en una determinada posición, tus músculos faciales de cierta manera, etc. Con el sólo hecho de cambiar tu postura o el sólo hecho de sonreír, ¡no puedes en realidad estar deprimido!


¿Sabías que muchas veces la depresión tiene que ver con la falta de agua? Solo bebiendo más agua, te sentirás mejor. Tus células se regenerarán, expandirán. Definitivamente el Agua Azul Solarizada* hace maravillas sobre estas memorias.

Bien, me gustaría contarte que una vez una estudiante nuestra me llamó muy deprimida. Estaba tan mal que el doctor la quería hospitalizar. Le dijeron que no podría venir al entrenamiento que Ihaleakalá y yo estábamos dictando en San Diego porque no podría manejar debido a como se estaba sintiendo. Le pregunté a Ihaleakalá y me dijo que le comentara sobre la herramienta del vaso de agua*. Esa herramienta vino a Ihaleakalá por inspiración durante una consulta esa semana con una mujer que estaba atravesando un divorcio y se sentía muy deprimida. Permíteme decirte… pudo manejar al siguiente día a San Diego y se presentó en el entrenamiento con una gran sonrisa en su rostro y dijo: “me llevó tres vasos de agua y me sentí como nueva”. Escucha, ¡iba a ser llevada a un hospital para enfermos mentales!

Si esto no alcanza para convencerte, lee la historia que otra estudiante de Ho’oponopono compartió con nosotros:

Mi nombre es Teresa y en mayo de 2005 caí enferma de lo que puedo describir como un colapso nervioso. Aun no sé si describirlo de esa forma. Todo lo que sé es que mi marido y una nutricionista llamada Jean pensaban que estaba lista para dejar el planeta. Por cinco días mi corazón latió alrededor de 100 latidos por minuto. No podía dormir y apenas podía caminar de un lado a otro de la habitación. Tenía mucho temor de dormirme porque literalmente sentía que mi corazón se detenía. Permanecía en un constante estado de pánico. Mi pequeño tenía apenas dos años en ese momento. Esto sucedió cuando vivía en Hawai y mi actual médico era naturópata. No tuve mucha suerte con la medicina occidental pero cuando mi médico naturópata no pudo ayudarme no tuve otra opción que ir a sala de emergencias donde fui admitida para la Sala Psiquiátrica.

Los doctores me sobrecargaron de antidepresivos y ansiolíticos porque no podían entender cuál era mi problema. Nunca había sido una persona depresiva y nunca antes había consumido antidepresivos. Ellos insistían en que estaba deprimida y me suministraron dosis que quizá yo le hubiese dado a un elefante. Entre 2005 y 2008 fui internada en una unidad psiquiátrica cuatro veces. Los antidepresivos no me hacían efecto y continuaba empeorando. Quise dejar el planeta muchas veces debido a que padecía de un espantoso dolor emocional y angustia. La solución del médico: suminístrenle más drogas.

Recuerdo que cuando vivía en Boston leí el libro de Kitty Dukakis sobre cómo había ayudado con su depresión la no medicación y cómo había llegado al hospital general de Massachusetts y le habían efectuado Terapia de shock. Viviendo en Massachusetts pensé que era mi única manera de sobrevivir.

A principios de 2007 recuerdo haber visto a Rhonda Byrne presentando “El Secreto” al mundo en el show de Oprah. Sentí como una ráfaga de entusiasmo. No había sentido entusiasmo en mucho tiempo. Luego del show conduje hasta una librería y comencé a aprender a visualizar y hacer que mis más acariciados sueños se hicieran realidad.

No pude nunca manifestar buena salud, sin embargo, y continúe sufriendo. Mi salvedad es que si manifesté a mi familia mudándose a San Diego y estaba encantada de que hubiera sucedido así. Yo sabia que había algo más allá de lo que hubiera conocido o me hubiera sido enseñado en el pasado, así que la mudanza a San Diego fue casi como un milagro.

Comencé a estudiar varios tipos de sanación energética y a principios de 2008, supe de la  Auto Identidad a través de Ho´oponopono . Estudié e hice el proceso de limpieza religiosamente. La depresión se me fue y arrojé todos mis adictivos antidepresivos, anti-A.D.D y ansiolíticos a la basura. No he tomado absolutamente ninguna medicación desde el 11 de noviembre de 2008. Me siento de maravillas y todavía sigo haciendo mi “limpieza” aún hoy mientras escribo esto.

La Auto Identidad a través de Ho´oponopono es un hermoso proceso y sólo lo puedo describir como perfecto, sagrado, milagroso. Dr. Pappas, le escribo porque la niña de la cual escribió es real y si puedo ayudar respondiendo algunas preguntas suyas o quizás un paciente curioso, estoy siempre feliz de ayudar.

Atentamente,
Teresa

Espero esto te ayude a estar más consciente la próxima vez que la memoria de la depresión quiera ocupar un lugar en tu vida. Ahora sabes que tienes una elección. Le puedes decir gracias o te amo a la depresión. De esta manera sueltas la memoria y se la das a Dios que sabe mejor el por qué de la depresión. ¡Elige soltar la depresión y siéntate en el asiento del conductor!

Te amo,
Mabel

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