lunes, 27 de octubre de 2008

Afrontar las emociones (diabetes)




¿Es cierto que mi diabetes está causada por tener sobrepeso? Me siento muy culpable.


Es verdad que teniendo sobrepeso es menos probable que nuestra propia insulina trabaje adecuadamente. Sin embargo, para desarrollar una diabetes Tipo 2 también se necesita una predisposición genética a la enfermedad, y no podemos controlar el componente genético. Muchas personas se sienten responsables y culpables de lo que han hecho o dejado de hacer en el pasado. Estos sentimientos son normales, pero, si se centra y se ocupa de usted mismo, se sentirá más positivo.



No puedo hacerme a la idea de ser diabético. ¿Pueden las pastillas hacer que desaparezca la diabetes?


Las pastillas para la diabetes pueden disminuir el nivel de glucosa en sangre y pueden parecer entonces que la diabetes ha desaparecido, pero no es así -la diabetes es para toda la vida-. Eso puede ser un golpe difícil de aceptar, especialmente si la diabetes ha aparecido como caída del cielo y la persona no se ha sentido particularmente indispuesta. Con el paso del tiempo, el sentimiento de control sobre la enfermedad le ayudará a aceptar la diabetes. El hecho de hablar con profesionales, familia, amigos u otras personas, o de contactar con organizaciones de apoyo, puede servirle de ayuda si sufre un problema de adaptación.



¿Puede la diabetes afectar a mi humor? Me siento bastante triste y a veces lloro.


Sí, la diabetes puede afectar a su humor: puede ser debido a la preocupación por la enfermedad o la preocupación por su salud futura; el estrés de tener que pensar en la comida, la actividad y los análisis de glucosa; o a las frecuentes visistas a los profesionales de la salud o a los hospitales. Cuando aparecen altibajos en el humor, el hecho de hablar con su familia y amigos le ayudará. Si todavía se siente bajo o deprimido la mayor parte del tiempo, es mejor que necesite tratamiento de un profesional. Esto puede incluir el consejo o la medicación con antidepresivos.



Mi pareja dice que estoy realmente irritable desde que tengo diabetes. ¿Es por mi nivel de glucosa en sangre?


Un alto nivel le puede provocar un humor cambiante o irritable, pero puede haber otras causas que estén influyendo, como la preocupación, el sentimiento de enfermedad o, incluso, la carencia de sueño debido a la necesidad de ir al cuarto de baño durante la noche. La diabetes no cambia la personalidad, pero cambia la forma en la que se piensa y se siente -puede resultar de utilidad el enfrentarse a lo que nos está haciendo irritables, así como explicarselo a nuestra pareja o a la familia.



Soy un optimista y quiero controlar mi diabetes, no dejar que me controle ella a mi. ¿Cómo puedo ayudarme a mi mismo?


Deberemos descubrir la máxima información posible acerca de los cambios en el estilo de vida que se pueden efectuar. Esto le beneficiará y hará que pueda poner en marcha y alcanzar los objetivos que se proponga a corto plazo. Habrá dias que se sienta menos motivado. Concéntrese entonces en lo positivo que puede hacer para controlar su diabetes, como comer saludablemente o hacer ejercicio, mejorando así la forma de afrontar la enfermedad.



Me asusta quedarme ciego o sufrir una amputación. ¿Cómo puedo manejar estos miedos?


Estos miedos son comprensibles, especialmente si conoces gente que haya tenido estas complicaciones. Descubrir como prevenir las complicaciones puede ayudarle a mantener una actitud positiva. Aunque cierta preocupacion por su futuro puede ser algo positivo, la preocupación constante puede tener un impacto negativo en su cuidado. En este caso, es aconsejable hablar con alguien acerca de nuestras preocupaciones, lo que contribuirá a reducir nuestros miedos.



Todos parecen regañarme mi actitud ante la comida y mi peso, y yo me enfado con frecuencia. ¿Qué puedo hacer?


Tras el diagnóstico de la enfermedad puede resultar irritantes los comentarios de la gente sobre lo que come y bebe, especialmente si sus opiniones son erróneas, si estan fuera de lugar. Algunas personas hacen esto porque están preocupadas por lo que les sucede y quieren ayudar. Hagales saber discretamente como se siente con sus comentarios e indiqueles como podrían ayudarle mejor.



FRAGMENTO: Tipo 2 Diabetes Sus dudas resuetas. Pág. 38-39. Autoras: Rosemary Walker y Jill Rodgers





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martes, 21 de octubre de 2008

Filosofia de la ciencia


Cuatro lecciones sobre filosofía de la ciencia

Ciclo de cuatro conferencias pronunciadas por Gustavo Bueno en la Fundación Juan March, Madrid, los días 2, 4, 9 y 11 de mayo de 1978. Duración total: 5 h 26 m


http://www.fgbueno.es/med/fmarch78.htm





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lunes, 20 de octubre de 2008

¡Deja que ocurra!

Consejo de los ángeles: "Entonces, querido señor Kappus, no debe asustarse si se levanta en usted una tristeza tan grande como nunca haya visto otra; si una intranquilidad, una nube oscura recorre sus manos y toda su actividad (...) No se observe demasiado. No saque consecuencias demasiado rápido de lo que ocurre; déjelo ocurrir sencillamente"

RAINER MARIA RILKE, Cartas a un joven poeta



Muchas veces tenemos sensaciones que nos asustan o inquietan y que intentamos evitar o borrar de nuestra mente. Con la suprema sabiduría de los poetas, Rainer Maria Rilke sabía que cualquier emoción o sensación que experimentamos tiene el poder de llevarnos donde no habíamos pensado ir e incluso de transformarnos en seres nuevos, más fuertes y creativos. Conviene recordarlo cuando atravesamos momentos difíciles. Aunque no parezca una buena razón para sufrir, puede que el padecimiento nos conduzca hasta otro lugar. Los ángeles nos invitan a que no evitemos los pensamientos desagradables, a tener el coraje de enfrentarnos a ellos y de permitir que nos guíen en un viaje cuyo destino, aparentemente desconocido, es familiar al alma.



La próxima vez que tengas sensaciones de miedo o de inquietud, intenta seguir el consejo de Rilke y deja que éstas te lleven donde quieran, sin intentar evitarlas o eliminarlas. Como Rilke recomendaba a su amigo, el joven poeta: "Piensa que la enfermedad es el medio con que un organismo se libera de lo extraño: no hay más que ayudarle a estar enfermo (...) pues ese es su progreso".



Meditación de los ángeles: Sé que, a menudo, la tristeza es el paso previo a la transición y la transformación



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Jessica Boyer Vallejos
CPsP 3937

domingo, 19 de octubre de 2008

La tienda de la verdad.-Bucay







La tienda de la verdad

— Dime, Jorge, existe en casi toda la gente la idea de que todo el mundo necesita terapia, yo sé que tú no estás de acuerdo, y creo que ni siquiera consideras necesaria la terapia indiscriminada. Pero ahora me pregunto: ¿Cualquiera se puede beneficiar de transitar un proceso terapéutico?

—Sí.

—¿Cualquiera?

—Digámoslo así: a cualquiera que quiera beneficiarse, podría serle útil.

—Pero, ¿por qué alguien podría no querer beneficiarse?

—Anthony de Mello cuenta un cuentito maravilloso que me parece que podría ayudarnos en esta búsqueda:

El hombre caminaba paseando por aquellas pequeñas callecitas de la ciudad provinciana. Tenía tiempo y entonces se detenía algunos instantes en cada vidriera, en cada negocio, en cada plaza. Al dar vuelta una esquina se encontró de pronto frente a un modesto local cuya marquesina estaba en blanco, intrigado se acercó a la vidriera y arrimó la cara al cristal para poder mirar dentro del oscuro escaparate... en el interior, solamente se veía un atril que sostenía un cartelito escrito a mano que anunciaba:

Tienda de la verdad

El hombre estaba sorprendido. Pensó que era un nombre de fantasía, pero no pudo imaginar qué vendían.

Entró.

Se acercó a la señorita que estaba en el primer mostrador y preguntó:

—Perdón, ¿esta es la tienda de la verdad?.

—Sí, señor, ¿qué tipo de verdad anda buscando: verdad parcial, verdad relativa, verdad estadística, verdad completa?

Así que aquí vendían verdad. Nunca se había imaginado que esto era posible, llegar a un lugar y llevarse la verdad, era maravilloso.

—Verdad completa –contestó el hombre sin dudarlo.

“Estoy tan cansado de mentiras y de falsificaciones”, pensó, “no quiero más generalizaciones ni justificaciones, engaños ni defraudaciones”.

—¡Verdad plena! –ratificó.

—Bien, señor, sígame.

La señorita acompañó al cliente a otro sector y señalando a un vendedor de rostro adusto, le dijo:

—El señor lo va a atender.

El vendedor se acercó y esperó que el hombre hablara.

—Vengo a comprar la verdad completa.

—Ahá, perdón, ¿el señor sabe el precio?

—No, ¿cuál es? –contestó rutinariamente. En realidad, él sabía que estaba dispuesto a pagar lo que fuera por toda la verdad.

—Si usted se la lleva –dijo el vendedor— el precio es que nunca más podrá estar en paz.

Un frío corrió por la espalda del hombre, nunca se había imaginado que el precio fuera tan grande.

—Gra... gracias, disculpe... –balbuceó.

Se dio vuelta y salió del negocio mirando el piso.

Se sintió un poco triste al darse cuenta de que todavía no estaba preparado para la verdad absoluta, de que todavía necesitaba algunas mentiras donde encontrar descanso, algunos mitos e idealizaciones en los cuales refugiarse, algunas justificaciones para no tener que enfrentarse consigo mismo.

“Quizás más adelante”, pensó...

—Demián, no necesariamente lo que para mí es beneficioso, lo es también para otro. Puede suceder y es justo que así sea que alguien crea que el precio de cierto beneficio sea demasiado costoso. Es válido que cada uno decida qué precio quiere pagar a cambio de lo que recibe, y es lógico que cada uno elija el momento para recibir lo que el mundo le ofrece, sea la verdad o cualquier otro “beneficio”.

Yo no encontraba nada para decir.

Y Jorge agregó:

—Hay un viejo proverbio árabe que dice:

“PARA PODER DESCARGAR UN CARGAMENTO DE HALVÁ LO MÁS IMPORTANTE ES TENER RECIPIENTES DONDE GUARDAR EL HALVÁ”. con la sabiduría y con la verdad pasa lo mismo que con el Halvá...





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lunes, 13 de octubre de 2008

Las ranas


Cuatro ranas estaban sentadas en un tronco que flotaba en la orilla del río. Súbitamente, el tronco fue sorprendido por la corriente y se deslizó lentamente río abajo. Las ranas quedaron embelesadas y asombradas pues nunca habían antes navegado. Finalmente, la primera rana habló y dijo: éste es sin duda alguna, un tronco maravilloso. Se mueve cual si estuviera vivo. Jamás conocí un tronco así.


Entonces la segunda rana habló y dijo: no mi amiga, este tronco es como todos los troncos y no se mueve. Es el río que está caminando hacia el mar y lleva consigo el tronco y a nosotros. Y la tercera rana habló y dijo: no es el tronco ni el río que se mueven. El movimiento está en nuestro pensamiento. Pues sin pensamiento nada se mueve. Y las tres comenzaron a discutir sobre qué era lo que se estaba realmente moviendo. El altercado se fue haciendo cada vez más acalorado, mas no llegaron a ningún entendimiento.


Entonces se volvieron hacia la cuarta rana que hasta aquel momento había estado en silencio, escuchando atentamente, y le pidieron su opinión. Y la cuarta rana dijo: cada una de vosotras tiene razón y ninguna está errada. El movimiento está en el tronco y en el agua y también en nuestro pensamiento. Y las tres ranas quedaron muy enfadadas pues ninguna quería admitir que su verdad no era la verdad total, y que las otras dos no estuvieran totalmente erradas.


Entonces ocurrió una cosa extraña: las tres ranas se unieron y arrojaron al río a la cuarta rana.


Esta historia me hizo reflexionar sobre algunas experiencias de vida que muchos hemos tenido: cuantas veces hemos visto gente que se pelea, discute, y se rechaza mutuamente, y de modo cotidiano, para fastidio de quienes los rodean.


Sin embargo, de repente, estas personas descubren un enemigo en común, y súbitamente nace una amistad y unión entre ellas que sorprende a los demás: ¡por fin se amigaron!. Sin embargo, algo llama nuestra atención, pues esa unión gira alrededor de la crítica o el ataque hacia alguien o algo en particular. ¡Se han unido porque descubrieron un enemigo en común, alguien o algo que detestan de modo compartido!. Por supuesto que ésta "unión" no dura mucho tiempo, porque no está propiciada por amor, sino por el odio y el ánimo de descalificar o dividir.


En cuanto estas personas, "unidas bajo esta nueva causa", terminan con el enemigo común, de inmediato vuelven a pelearse entre ellas, como era antes. Es que toda unión debe darse bajo el signo del amor, no con ánimo de dividir, descalificar, o peor aún de ganar una discusión o un lugar por vanidad. Es como las alianzas y acuerdos de los políticos que vemos en nuestros días...


Volviendo al cuento de nuestra pobre cuarta rana: ¿cuantas veces nos tiraron del tronco, y cuantas veces empujamos a otros del tronco también?




John David Joui
Ingeniero Comercial

Santiago de Chile, Chile



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viernes, 10 de octubre de 2008

TECNICA EMPATICA


Ahora me gustaría enseñarle algunas técnicas verbales muy simples que pueden tener una importancia práctica considerable. ¿Qué puede decir cuando alguien le esté atacando? ¿Cómo puede controlar esas situaciones difíciles de un modo que acreciente su sensación de dominio y confianza en sí mismo?

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miércoles, 8 de octubre de 2008

EL VIAJERO Y EL MONJE


Había una vez un viajero que caminaba de un pueblo a otro. En el camino vio a un monje labrando uno de los campos vecinos. El monje le deseo buenos días y el viajero contestó con un leve movimiento de cabeza. Después se volvió hacia el monje y dijo:

- ¿Perdone, le importaría si le hago una pregunta?

- No, en absoluto –replicó el monje.

- Vengo del pueblo de las montañas y me dirijo al del valle y me preguntaba si usted sabe cómo son las gentes del valle.

- Dígame –dijo el monje -. ¿Cuál fue su impresión del pueblo de la montaña?

- Terrible –replicó el viajero-. Si le soy sincero, me alegro de dejarlo atrás. La gente no es hospitalaria. Cuando llegué allí me saludaron con una actitud distante. Por mucho que lo intenté, nunca pude sentirme parte del pueblo. Los lugareños se mantuvieron distantes y reservados, no tratan a los extrangeros con bondad. Así pues, dígame, ¿qué puedo esperar encontrarme en el valle?

- Siento decirle –contestó el monje –que creo que su experiencia en el valle será muy parecida.

El viajero agachó la cabeza y con aire resignado continuó su camino.

Unos meses más tarde otro viajero estaba realizando el mismo viaje de la montaña al valle.

- Buenos días –le deseó el viajero al monje.

- Buenos días –respondió el monje.

- ¿Cómo está usted? –preguntó el viajero.

- Bien –respondio el monje -. ¿Adonde se dirige usted?

- Voy al pueblo del valle –replicó el viajero-.¿Sabe usted cómo es?

- Sí –respondio el monje. Pero antes dígame. ¿de dónde viene usted?

- Vengo del pueblo de la montaña.

- ¿Y cómo le fue por alli?
- Estupendamente. Me hubiera quedado de no ser por mi propósito de seguir viajando. Me sentí como un miembro más del pueblo. Los ancianos me dieron muchos consejos, los niños bromearon y se rieron conmigo y la gente en general se mostró muy generosa –y añadió: -Me entristeció dejarlos. Siempre guardaré un recuerdo muy especial de ellos. ¿Y qué me dice del pueblo del valle? –preguntó de nuevo el viajero.

- Creo que su experiencia en el valle será muy parecida –replicó el monje -. Qué pase usted un buen día.

- Lo mismo le deseo y gracias –replicó el viajero con una sonrisa, y continuó su camino.



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martes, 7 de octubre de 2008

Las cositas del querer



LAS COSITAS DEL QUERER
Letra de Rafael de León
Letra de Antonio Quintero
Musica de Manuel Quiroga

I

Si tu gente no me quiere,
ni a ti te traga la mía,
¿por qué tú te has vuelto loco
y yo estoy loca perdida?,
si tú no tienes dinero
y yo no tengo dos reales,
¿qué vamos a hacer, "sentrañas",
con tan grandes capitales?
¡Válgame la Soledad!,
si somos uno del otro,
¿quién nos puede separar?

Estribillo

Son las cosas de la vida,
son las cosas del querer,
no tienen fin ni principio,
ni "tien" cómo ni por qué.
Tú eres alto y yo bajita,
tú eres rubio y yo "tostá";
tú de Sevilla la llana
y yo de Puerto Real.
Que no tiene "na" que ver
ni el color, ni la estatura
con las cosas del querer.

II

Si tú me quieres de noche
y yo te quiero de día,
si yo bebo de tu boca
y tú bebes de la mía.
Si el aire que tú respiras
es el que estoy respirando,
¿"pa" qué nos piden razones
del qué, del cómo y del cuándo?
Lo nuestro tiene que ser
aunque entre el uno y el otro
levanten una pared.

Estribillo


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lunes, 6 de octubre de 2008

Soy rebelde de Jannet



Yo soy rebelde
porque el mundo me ha hecho asi
porque nadie me ha tratado con amor
porque nadie me ha querido nunca oir

yo soy rebelde
porque siempre sin razon
me negaron todo aquello que pedi
y me dieron solamente incomprension

Y quisiera ser como el niño aquel
como el hombre aquel que es feliz
y quisiera dar lo que hay en mi
todo a cambio de una amistad

y soñar, y vivir
y olvidar el rencor
y cantar, y reir
y sentir solo amor

Yo soy rebelde
porque el mundo me ha hecho asi
porque nadie me ha tratado con amor
porque nadie me ha querido nunca oir

Y quisiera ser como el niño aquel
como el hombre aquel que es feliz
y quisiera dar lo que hay en mi
todo a cambio de una amistad

y soñar, y vivir
y olvidar el rencor
y cantar, y reir
y sentir solo amor.


Fuente: musica.com



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