martes, 29 de septiembre de 2020

'Cuando me amé de verdad', por Charles Chaplin

"Cuando me amé de verdad

comprendí que en cualquier circunstancia,
yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta,
y en el momento exacto, y entonces, pude relajarme.
Hoy sé que eso tiene un nombre… Autoestima

Cuando me amé de verdad,
pude percibir que mi angustia,
y mi sufrimiento emocional, no es sino una señal
de que voy contra mis propias verdades.
Hoy sé que eso es… Autenticidad

Cuando me amé de verdad,
dejé de desear que mi vida fuera diferente,
y comencé a aceptar todo lo que acontece,
y que contribuye a mi crecimiento.
Hoy eso se llama… Madurez

Cuando me amé de verdad,
comencé a percibir que es ofensivo tratar de forzar alguna situación, o persona,
sólo para realizar aquello que deseo, aun sabiendo que no es el momento,
o la persona no está preparada, inclusive yo mismo.
Hoy sé que el nombre de eso es… Respeto

Cuando me amé de verdad,
comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable:
personas, situaciones y cualquier cosa
que me empujara hacia abajo.
De inicio mi razón llamó a esa actitud egoísmo.
Hoy se llama… Amor Propio

Cuando me amé de verdad,
dejé de temer al tiempo libre
y desistí de hacer grandes planes,
abandoné los mega-proyectos de futuro.
Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta,
cuando quiero, y a mi propio ritmo.
Hoy sé que eso es… Simplicidad y Sencillez

Cuando me amé de verdad,
desistí de querer tener siempre la razón,
y así erré menos veces.
Hoy descubrí que eso es… Humildad

Cuando me amé de verdad,
desistí de quedarme reviviendo el pasado,
y preocupándome por el futuro.
Ahora, me mantengo en el presente,
que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez.
Y eso se llama… Plenitud

Cuando me amé de verdad,
percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme.
Pero cuando la coloco al servicio de mi corazón,
ella tiene una gran y valioso aliado.
Todo eso es… Saber Vivir

No debemos tener miedo de cuestionarnos,
de hecho hasta los planetas chocan,
y del caos suelen nacer la mayoría de las estrellas."

–Charles Chaplin

sábado, 8 de agosto de 2020

EL MECANISMO DEL DEJAR IR. Dr David R Hawkins



El Mecanismo del Dejar Ir. 

El dejar ir implica ser consciente de un sentimiento, dejarlo crecer, estar con el, y dejar que siga su curso sin querer que sea diferente o hacer nada en relación a el. Significa simplemente dejar que el sentimiento esté ahí y centrarse en dejar escapar la energía tras él. 

El primer paso es permitirte a ti mismo tener la sensación sin resistirla, airearla, temerla, condenarla, o moralizar sobre ella. Significa abandonar el juicio y ver que es solo una sensación. 

La técnica consiste en estar con una sensación y entregar todos los esfuerzos por modificarla de alguna manera.

Dejamos de querer resistir la sensación. Es la resistencia la que mantiene activa la sensación. Cuando renuncias a resistir o tratar de modificar la sensación, cambiará a un nuevo sentimiento que será acompañado de una sensación más ligera. Una sensación que no es resistida desaparecerá a medida que la energía tras ella se disipe. 

Dr. David R. Hawkins


Al comenzar el proceso, te darás cuenta de que tienes miedo y culpa por tener sentimientos; habrán resistencias a los sentimientos en general. Es más fácil permitir que afloren los sentimientos si dejamos antes la reacción a tener esos sentimientos. El miedo al propio miedo es un buen ejemplo de esto. Deja el miedo o la culpa que tienes por la primera sensación, y luego consigue entrar en el sentimiento en si.

Cuando dejes ir, ignora todo pensamiento. Céntrate en la propia sensación, no en los pensamientos. Los pensamientos son interminables, se auto- refuerzan, y sólo engendran más pensamientos. Los pensamientos no son más que racionalizaciones de la mente para tratar de explicar la presencia de la sensación. La verdadera razón de la sensación es la presión acumulada tras los sentimientos que la está forzando a salir en ese momento. Los pensamientos o acontecimientos externos son sólo una excusa compuesta por la mente. 

A medida que nos familiaricemos más con el dejar ir, nos daremos cuenta de que todos los sentimientos negativos están asociados a nuestro miedo básico relacionado con la supervivencia y que todos los sentimientos no son más que programas de supervivencia que la mente cree necesarios.

La técnica del dejar ir deshace los programas progresivamente. A través de ese proceso, el motivo subyacente tras los sentimientos se vuelve más y más evidente. 

Estar entregado significa no tener emociones fuertes sobre una cosa: "Está bien si pasa, y está bien si no pasa."

Cuando somos libres, dejamos los apegos. Podemos disfrutar de una cosa, pero no la necesitamos para nuestra felicidad. Hay una progresiva disminución de la dependencia de todo y todos fuera de nosotros mismos. Estos principios son conformes a las enseñanzas básicas de Buda de evitar el apego a los fenómenos mundanos, así como también a la enseñanza básica de Jesucristo de "estar en el mundo pero no ser de él".

A veces entregamos un sentimiento y nos damos cuenta de que retorna o continúa. Esto se debe a que todavía hay más de el a entregar. Hemos rellenado con todos esos sentimientos nuestras vidas y puede haber una gran cantidad de energía presionando que necesite salir y ser reconocida. 

Cuando se produce la entrega, hay una ligereza inmediata, y mayor sensación de felicidad, casi como un "subidón". 

Al dejar ir continuamente, es posible permanecer en ese estado de libertad. Los sentimientos van y vienen, y con el tiempo te das cuenta de que tu no eres tus sentimientos, sino que el verdadero "tú" se limita a presenciarlos. Dejas de identificarte con ellos. El "tú" que es consciente de lo que está pasando siempre sigue siendo el mismo. A medida que te vuelves más y más consciente de la inmutable presencia interior, empiezas a identificarte con ese nivel de la conciencia. Te conviertes progresivamente ante todo en el testigo y no en el experimentador del fenómeno. Consigues aproximarte más y más al Ser real y empiezas a ver que habías sido engañado por los sentimientos todo el tiempo. Pensaste que eras víctima de tus sentimientos. Ahora ves que no son la verdad sobre ti mismo; sino que son simplemente creados por el ego, ese colector de programas que la mente ha creído erróneamente que son necesarios para la supervivencia. 

Los resultados del dejar ir son aparentemente rápidos y sutiles, pero los efectos son muy poderosos. 

Muchas veces dejamos algo pero creeremos que no es así. Serán nuestros amigos quienes nos hagan conscientes del cambio. Una de las razones para este fenómeno es que, cuando algo es totalmente entregado, desaparece de la conciencia. Ahora, debido a que nunca pensamos en ello, no nos damos cuenta de que se ha ido. Este es un fenómeno común entre las personas que están creciendo en conciencia. No somos conscientes de todo el carbón que hemos paleado; siempre estamos viendo la palada que estamos manejando en estos momentos. No nos damos cuenta de lo mucho que el montón se ha reducido. Muchas veces nuestros amigos y familiares son los primeros en darse cuenta. 

Para realizar un seguimiento de los avances, muchas personas mantienen un gráfico de sus ganancias. Esto ayuda a vencer la resistencia que por lo general toma la forma de: "Esto no está funcionando". Es común que personas que han hecho enormes ganancias digan, "Simplemente no está funcionando". Tenemos que recordarnos a nosotros mismos a veces como éramos antes de empezar este proceso. 


 FUENTE: Dejar Ir. Dr. David R. Hawkins




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lunes, 27 de abril de 2020

¿Cuáles son los síntomas tempranos del autismo?


Muchos niños con el trastorno del espectro autista (TEA) muestran diferencias en el desarrollo cuando son bebés –especialmente relacionados con sus habilidades sociales y del lenguaje. Debido a que por lo general se sientan, gatean y caminan a tiempo, con frecuencia algunas diferencias obvias en el desarrollo de los gestos, juegos de simulación, el lenguaje y las destrezas sociales pasan desapercibidas.
Además de los retrasos en el habla y las diferencias de comportamiento, las familias podrían notar algunas diferencias en la forma como su hijo se relaciona con sus pares o niños de su edad.
Pequeñas diferencias relacionadas con el autismo pueden presentarse antes del primer cumpleaños y generalmente se presentan antes de los 24 meses.

Cómo identificar los signos del autismo

A continuación ofrecemos algunos ejemplos de las diferencias que se presentan en el ámbito social y del comportamiento de los nivos con autismo.
Tenga en cuenta: Un niño con el TEA no siempre tendrá los mismos síntomas de otro niño con el TEA. ¡La cantidad y la severidad de los síntomas puede variar mucho!

Diferencias sociales de los niños con autismo: 

  • No mantiene contacto visual o establece muy poco contacto visual.
  • No responde a la sonrisa ni a otras expresiones faciales de los padres.
  • No mira los objetos ni los eventos que están mirando o señalando los padres.
  • No señala objetos ni eventos para lograr que los padres los miren.
  • No lleva objetos de interés personal para mostrárselos a los padres.
  • No suele tener expresiones faciales adecuadas.
  • Es incapaz de percibir lo que otros podrían estar pensando o sintiendo al observar sus expresiones faciales.
  • No demuestra preocupación (empatía) por los demás.
  • Es incapaz de hacer amigos o no le interesa hacerlo.

Diferencias de comunicación en los niños con autismo:

  • No señala cosas para indicar sus necesidades ni comparte cosas con los demás.
  • No dice palabras sueltas a los 16 meses.
  • Repite exactamente lo que otros dicen sin comprender el significado (generalmente llamado repetición mecánica o ecolalia).
  • No responde cuando lo llaman por su nombre pero sí responde a otros sonidos (como la bocina de un automóvil o el maullido de un gato).
  • Se refiere a sí mismo como "tú" y a otros como "yo", y puede mezclar los pronombres.
  • Con frecuencia no parece querer comunicarse.
  • No comienza ni puede continuar una conversación.
  • No usa juguetes ni otros objetos para representar a la gente o la vida real en los juegos simulados.
  • Puede tener buena memoria, especialmente para los números, las letras, las canciones, las canciones publicitarias de la televisión o un tema específico.
  • Puede perder el lenguaje u otros logros sociales, generalmente entre los 15 y 24 meses (que con frecuencia se denomina regresión).

Diferencias de comportamiento (conductas repetitivas y obsesivas) en un niño con autismo

  • Se mece, da vueltas, se balancea, se tuerce los dedos, camina en la punta de los dedos de los pies durante largo tiempo, aletea las manos (comportamiento llamado "estereotípico")
  • Prefiere las rutinas, el orden y los ritos; tiene dificultadas con los cambios o la transición de una actividad a otra.
  • Se obsesiona con algunas actividades inusuales, que hace de forma repetitiva durante el día.
  • Juega con partes de los juguetes en lugar del juguete entero (por ejemplo, le da vuelta a las llantas de un camión de juguete).
  • Parece no sentir dolor.
  • Puede ser muy sensible o no tener sensibilidad alguna a los olores, sonidos (ruidos), luces, texturas y al tacto (contacto).
  • Mira o contempla de forma inusual, mira a los objetos desde ángulos poco comunes.

Confíe en sus instintos


Si tiene alguna preocupación referente a cómo su hijo, juega, aprende, habla, actúa o se mueve, hable con su pediatra. Antes de ir a su cita médica, llene el formulario de indicadores del desarrollo y lea estos consejos sobre cómo hablar con su médico.
Recuerde, usted conoce mejor a su niños y sus inquietudes son importantes. Juntos, usted y su pediatra encontrarán la mejor forma de ayudar a su niño. Si no se siente cómodo con los consejos del pediatra, busque una segunda opinión.
No espere. ¡Reaccione con prontitud puede marcar la diferencia!


Cómo se puede distinguir a un niño con autismo de otros niños con desarrollo típico.


Aquí le brindamos algunos ejemplos que pueden ayudar a los padres a identificar los síntomas tempranos del autismo. También puede consultar: Cuándo no hay que preocuparse por el autismo.

A los 12 meses

  • Un niño con desarrollo típico voltea su cabeza cuando oye su nombre.
  • Un niño con TEA puede que no voltee a mirar, incluso después de repetir su nombre varias veces, pero sí response a otros sonidos.

A los 18 meses

  • Un niño con retrasos del habla, señala con el dedo, hace gestos o expresiones faciales para compensar por su falta de habla. 
  • Un niño con TEA puede no hacer intentos para compensar su retraso del habla o puede limitarse a hablar imitando o repitiendo lo que oye en la televisión o lo que acaba de oír.

A los 24 meses

  • Un niño con desarrollo típico trae un imagen o fotografía para mostrarle a su madre y comparte la alegría que le causa con ella.
  • Un niño con TEA puede traer un frasco o envase de burbujas de jabón para que se lo abra, pero no hace contacto visual con su madre o muestra alegría de jugar juntos.

Información adicional:



FUENTE:




viernes, 3 de abril de 2020

El pensamiento Alicia o creer vivir en el país de las maravillas

El pensamiento Alicia nos ancla en un mundo irrealista, infantil e ingenuo que piensa que todo es genial o maravilloso y que las dificultades no existen. Los peligros de pensar de esta forman pueden ser muchos, como caer en una profunda frustración cuando comprobamos que la realidad es bien distinta 




A veces, la realidad puede ser tan compleja y dolorosa que, como seres humanos, no nos queda más remedio que tejer una coraza que nos proteja. Este caparazón, que en un primer momento puede servirnos para soportar lo que acontece a nuestro alrededor, puede también separarnos del pulso real de nuestro tiempo.
Las personas tenemos la capacidad del pensamiento. Este talento, bien utilizado, es un recurso valiosísimo que nos ha traído hasta el momento en el que estamos ahora.
Pensar nos hace evolucionar y avanzar, nos permite investigar, descubrir y realizar acciones maravillosas. El problema estriba cuando esta habilidad no se lleva a cabo de forma efectiva y caemos en sesgos o formas de pensar que nos impiden progresar.

Ya Freud habló de los mecanismos de defensa como estrategias psicológicas inconscientes para hacer frente a la realidad y poder mantener la autoimagen. Utilizados con mesura puede ser funcional, pero integrarlos de manera permanente nos terminará perjudicando.



El pensamiento Alicia podría considerarse un error de pensamiento en el que la persona concibe que toda la realidad está bien, que vive en el país de las maravillas y que seguirá siendo así en el futuro. Es como una forma de darle la espalda a la realidad, que como bien sabemos, también alberga barreras y obstáculos.

«El pensamiento Alicia es una deformación ideológica de la conciencia de tipo infantil, ingenuo, simplón. Dice Gustavo Bueno: «Pero al representarse el mundo al revés, el pensamiento Alicia no quiere tener conciencia de las dificultades que habría que vencer para llegar a él, ni, por tanto, de los métodos o caminos que sería preciso habilitar. Todo es mucho más sencillo: se tiene la voluntad de pasar a ese mundo al revés y basta».

Ser optimista no está mal, es el germen de la ilusión. Pero ser realista es mucho más importante. Percibir la realidad de una manera cercana a como se presenta nos ayudará a madurar y crear estrategias para vencer las adversidades.
Si pensamos como Alicia y creemos que vivimos en el país de las maravillas, será difícil que tomemos conciencia del mundo real y, por tanto, que nos comportemos de una forma adaptada.

Alicia en el país de… ¿las maravillas?

¿Es ciertamente la realidad un camino de rosas? ¿Vivimos en el país de las maravillas? Lo cierto es que no. Cuando Lewis Carroll escribió el cuento de Alicia en el país de las maravillas, tomó como protagonista a una niña que atravesaba un espejo y que llegaba a una realidad al revés, una realidad distinta. Sin pasar por ninguna adversidad, simplemente llegaba. En su nuevo mundo, todo parecía salir bien: era el país de las maravillas.

El pensamiento infantil es así, ingenuo, simplista e ilusionado y con dificultad para contemplar las adversidades. Parece que todo es muy fácil y que no existen las dificultades en el camino.

Este tipo de pensamiento puede recordarnos a las utopías, pero la diferencia radica en que en las utopías sí se contemplan los obstáculos con los que podemos encontrarnos por el camino.
El pensamiento utópico o pensamiento Mao también persigue un mundo ideal. Pensar que otro mundo es posible, implica, a diferencia que el pensamiento Alicia, conocer qué desafíos tendremos que afrontar y cómo debemos hacerles frente.
El pensamiento utópico toma conciencia con la realidad y no descarta la lucha como medio de transporte y esto puede hacer que nos replanteemos las consecuencias de emprender proyectos de cambio. Además, el pensamiento utópico sabe que el error es posible, simplemente porque este forma parte de nuestro día a día. En el pensamiento Alicia, esto no sucede: atravesamos el espejo -sin más-, y ya hemos llegado a nuestro mundo alternativo.




Los peligros del pensamiento Alicia

Desde hace un tiempo, es común encontrarnos con libros de autoayuda o frases extremadamente triunfalistas  y positivistas que nos infundan ideas sobre la realidad que, valga la redundancia, no se corresponden con la realidad.
Hay una especie de oda a la felicidad que nos obliga a tener que estar feliz siempre, bajo cualquier circunstancia. Se nos obliga a pensar que debe ser así ahora y siempre, que la vida es maravillosa y que si piensas de esta manera, atraerás todo lo que desees sin demasiado esfuerzo.

Esto puede ser muy peligroso ya que creamos ciertas expectativas en nuestra mente y ponemos en marcha acciones creyendo que nuestros sueños se van a cumplir en cualquier caso y además de una forma casi mágica.

Si esto no ocurre, lo cual es lo más común, y nos vemos inmersos en la adversidad que debemos afrontar, corremos un gran riesgo de hundirnos e incluso deprimirnos. Hay que cambiar este sesgo y darnos permiso para ilusionarnos por conseguir metas o cambiar lo que no concuerda con nuestros valores, todo sin dejar de ser conscientes de que eso demanda un esfuerzo por nuestra parte.
Es mucho más saludable acoger un diseño para el futuro en el que aparezcan los posibles obstáculos a los que nos tendremos que enfrentar, que simplemente querer atravesar un espejo y encontrarnos con un mundo distinto. Esto último no va a ocurrir y lo que conseguiremos es darnos de bruces con la frustración más absoluta.
Hay que hablarse a uno mismo en términos de racionalidad y realismo. Hay que dejar las fantasías para las películas de Disney. Es sensato y legítimo decirnos que iremos a pos nuestros sueños, pero que no será fácil y eso le otorga aun más valor. Tener esta conciencia nos permitirá diseñar nuestro proyecto, generar recursos, tomar decisiones basadas en la realidad y tener más éxito en aquello que emprendamos.

Alicia Escaño Hidalgo
FUENTE:
https://lamenteesmaravillosa.com/el-pensamiento-alicia-creer-vivir-en-el-pais-maravillas/




PENSAMIENTO ALICIA

Pensamiento Alicia como racionalidad simplista y abierta / Pensamiento Utópico

El Pensamiento Alicia procede representándose un mundo distinto al mundo real y, lo que es más interesante, un mundo al revés de nuestro mundo, como es propio del mundo de los espejos. Al representarse el mundo al revés, el pensamiento Alicia no quiere tener conciencia de las dificultades que habría que vencer para llegar a él, ni, por tanto, los métodos o caminos que sería preciso habilitar. Todo es mucho más sencillo: se tiene la voluntad de pasar a ese mundo al revés y basta. Un mundo maravilloso y al revés del nuestro, como el que L. Carroll representó en Alicia en el país de las maravillas (1865) y Al otro lado del espejo, y lo que Alicia encontró allí (1871).
Y en esto se diferencia el “Pensamiento Alicia” del modo de pensar utópico [787]. Porque el pensamiento utópico (el “Pensamiento Mao”, el “Pensamiento Gonzalo”, el de Sendero Luminoso), aunque también suele representar un mundo maravilloso, incluso un mundo al revés (“otro Mundo es posible”), mantiene la conciencia de las dificultades que median para llegar a él, dificultades que exigen incluso una o muchas revoluciones sangrientas. Precisamente la conciencia de esta dificultad de acceso a otro mundo mejor, cuando está fundada en la misma rareza de las instituciones que se nos ofrecen, sirve para medir la distancia entre la realidad efectiva y la ideal, y ello puede tener gran utilidad y alcance para formar un juicio sobre la estructura de nuestro propio mundo y sobre las dificultades para darle la vuelta, para medir también lo peligroso de las esperanzas infundadas y locas puestas en los proyectos de transformación de nuestro mundo, y para medir y analizar la capacidad de las palancas transformadoras de las que disponemos.
Pero ninguna de estas utilidades, ninguno de estos alcances técnicos o filosóficos, pueden ser atribuidos al Pensamiento Alicia, porque él no mantiene la conciencia crítica de la distancia entre el mundo real y el País de las Maravillas. El pensamiento Alicia pierde todo su mordiente crítico y funciona como una ensoñación simplista, propia del adolescente que habiendo ya alcanzado, desde luego, el uso de la razón (por tanto, la posibilidad de una coherencia interna en sus discursos), sin embargo se deja llevar por las razones abstractas que corresponden a una única línea de discurso y, por tanto, procede acríticamente, encubriendo la realidad en lugar de analizarla. Una racionalidad simplista, una coherencia formal, que se atiene a unas líneas muy simples de concatenación, sin tener en cuenta otras líneas involucradas y entrecruzadas con ellas; una racionalidad abierta, precisamente porque no posee el control de las líneas de variables que intervienen en el discurso. Una racionalidad abstracta (simplista y abierta) y, por tanto, ciega y rígida. El pensamiento Alicia, en efecto, solo tira de un hilo de la madeja, sin querer saber nada de los otros hilos en los que está enredado, y por eso este pensamiento es simplista. El pensamiento Alicia procede, por ejemplo, de este modo: constando una semejanza particular entre dos realidades o sistemas diferentes, extiende su semejanza a toda la realidad o sistema, sin tener en cuenta que la composición de esos contenidos semejantes con las otras partes del sistema da lugar también a resultados diferentes; es el mismo procedimiento del niño con sed que bebe el líquido contenido en una botella llena de una disolución alcohólica transparente, apoyándose en la semejanza que esa disolución tiene con el agua clara de las botellas de su despensa.
De este modo, cuando el pensamiento Alicia (como, por ejemplo, el “pensamiento” de los socialistas españoles tras los atentados del 11-M de 2004) se aplica a materias políticas, procederá así: “Como las parejas homosexuales viven de un modo similar a como viven las parejas de matrimonios ordinarios, llamémoslas también matrimonios; y, para evitar el escollo de distinguir en ellas el marido y la esposa, llamémosles progenitor A y progenitor B, aunque no tengan hijos” (Orden de 8 de febrero de 2006 que adecua la Ley 13/2005). O bien: “Como los chimpancés o los gorilas se comportan en la jaula o en el zoo como si fueran niños o adolescentes humanos (tienen sentimientos, habilidades… incluso guardan sus herramientas), tratémosles como si fueran humanos y apliquémosles los derechos humanos que la ONU definió en 1948 para los hombres” (proposición socialista de 24 de abril de 2006). O bien: “Como las comunidades autónomas, tales como Cataluña, País Vasco, Valencia, Andalucía, Galicia… tienen Parlamento (porque así se ha ido desarrollando la Constitución de 1978), Gobierno, Tribunal de Justicia y aun Fuerzas Armadas a sus órdenes, y el Estado español también tiene Parlamento, Gobierno, Tribunal de Justicia y Fuerzas Armadas, llamemos Estados o naciones políticas a Cataluña, País Vasco, Galicia, etc.)”.
En Zapatero y el Pensamiento Alicia. Un presidente en el país de las Maravillas, Gustavo Bueno circunscribe sus análisis a algunos “ejercicios” de pensamiento Alicia en el terreno de la política, seleccionando aquellos que tienen una presencia relevante en la política española, tal como se llevó adelante [por el Gobierno Zapatero], tras la masacre del 11-M de 2004. El “pensamiento Zapatero” encarna admirablemente la metodología del pensamiento Alicia; y esta consideración es menos ofensiva de la que estaba implícita en la denominación que le asignaron, desde su propio partido, al llamarlo Bambi, como Alfonso Guerra sugirió al principio de la legislatura. Los pensamientos Alicia analizados versan sobre la Alianza de las Civilizaciones, la mujer, el diálogo, Franco y el franquismo, los derechos de los simios [816], la solidaridad, la memoria histórica, el pluralismo cultural, España y la Nación española, la democracia y el humanismo.
El racionalismo simplista [713] propio del pensamiento Alicia tiene las ideas muy claras, pero muy cortas, cuando con ellas tratamos de analizar asuntos realmente existentes que son muy complejos y enrevesados, y que pueden tomar caminos muy diversos. El pensamiento Alicia no se circunscribe al terreno político; puede reconocerse ejercitado en los campos más heterogéneos [714], y desde las ideologías más diversas.

FUENTE:




RENUNCIA ALEGRE, RENUNCIA TRISTE


Empecemos por definir la «renuncia alegre», que es algo muy diferente de la «renuncia triste»: el matiz es fundamental.

La renuncia alegre es la capacidad de no apegarse a ningún bien, a sabiendas de que hay infinidad de fuentes de bienestar, de que vivimos en una desbordante abundancia. Se trata de soltar riendo, bailando, emocionados por la vida.

¿Por qué la renuncia alegre es tan esencial para la fortaleza emocional?

Las personas nos perturbamos siempre porque lamentamos algo que sucede (o podría suceder). Estamos de mal humor porque nos duele la espalda o dudamos del resultado de un examen. Pero, en realidad, la perturbación emocional no es producto del dolor o del suspenso... sino de la NECESIDAD imperiosa de estar libre de dolor o de la OBLIGACIÓN de aprobar el examen.

Dicho de otra forma, el malestar procede de la incapacidad de ver que podríamos estar genial SIN librarnos del dolor y SIN aprobar la asignatura. ¡Eso son sólo nimiedades!

Por lo tanto, lo que nos perturba emocionalmente son siempre necesidades absurdas a las que no queremos renunciar.

La renuncia alegre nos enseña que podemos ser felices en cualquier caso. Ya no es necesario nada: con o sin dolor, vamos a disfrutar. Con o sin título académico, la vida va a ser genial. ¡Podemos renunciar a todo, podemos ser felices sin nada! Aquí se ha acabado la debilidad emocional.

Pero esta alegría sólo es posible si nos damos cuenta de lo que viene a continuación.

Nadar en la abundancia

Reconozco que a los seres humanos nos cuesta mucho renunciar, cuando en realidad podría ser lo más fácil del mundo. ¡Sólo hay que probarlo!



Cuando nos demos cuenta de este hecho paradójico ya no tendremos ningún problema para la renuncia. Es más, nos enamoraremos de ella: no nos apegaremos a nada porque entenderemos la vida como un jardín repleto de frutos sabrosísimos, inagotables e imperecederos. Y la fuente de la abundancia de la vida es debida a un fenómeno que yo llamo la «gratificación creada».

El ser humano es el CREADOR del significado de lo que nos sucede. Si empleamos en nuestro favor —con imaginación y destreza— esa capacidad creadora, viviremos en un mundo de infinita abundancia. Aunque parezca extraño, somos nosotros quienes nos damos permiso, o no, para la felicidad.



NADA ES TAN TERRIBLE. Rafael Santandreu