miércoles, 29 de enero de 2014

Identifican parte del cerebro que nos hace humanos

Cerebro humano

Está en la parte delantera del cerebro, justo por encima de las cejas.
Allí identificaron científicos de la Universidad de Oxford en Reino Unido una región del cerebro humano única, que no aparece en el cerebro de nuestros parientes más cercanos, los monos.
Los investigadores de la prestigiosa universidad británica compararon para su estudio tomografías cerebrales de 25 humanos y 25 macacos y observaron un área específica –generalmente relacionada con los procesos de toma de decisiones, la capacidad de hacer varias tareas de forma simultánea y de anticipar estrategias– que no está presente en los cerebros de los monos analizados.
Escaner cerebral
En esta imagen se puede ver, marcada con el color rojo oscuro, la zona del lóbulo frontal identificada por los científicos.
"Encontramos un área en el cerebro humano que está bastante adelante, justo por encima de las cejas, que no coincidía con ninguna región del cerebro del mono, que parecía en el cerebro humano bastante distintiva y muy distinta de todas las regiones en el cerebro del mono", explica a BBC Mundo Franz-Xaver Neubert, experto en psicología experimental y autor del estudio publicado en la revista especializada Neuron.
Y precisamente esta zona, según creen los científicos, está involucrada con algunos de los rasgos que nos hacen únicos como humanos.
"Toda clase de funciones se han atribuido a esta región, pero en general creo que la gente tiende a pensar que puede estar involucrada en lo que algunos llaman multitarea (o la capacidad de hacer varias cosas a la vez)", dice Neubert.
También está relacionada con la capacidad de planificar, o de anticiparse a los acontecimientos, algo que nos permite "tener en mente estrategias que no estás usando el momento pero que puedes usar más tarde".

"Enormes similitudes"

Sin embargo, otro de los hallazgos de este estudio no se basa en lo que nos diferencia sino en lo que nos une.
"Una de las cosas sorprendentes es que encontramos enormes similitudes en la organización de estas áreas en el cerebro humano –especialmente en las áreas que pensamos que están involucradas en el lenguaje y la flexibilidad cognitiva– y en el de los monos", dice Neubert.
Imagen gráfica que compara un cerebro humano y otro de mono
Imagen gráfica de las zonas del cerebro comparadas entre humanos y monos.
En su trabajo, los científicos identificaron y analizaron 12 subregiones de la parte frontal del cerebro y sus patrones de conectividad con otras zonas, que identificaron como huellas.
Luego las buscaron en el cerebro de mono, y así encontraron las similitudes que se ven, marcadas con colores, en la imagen de más arriba. El cerebro del extremo izquierdo es humano, el de abajo es de mono.
De las 12, 11 eran muy similares en las dos especies.
Cerebro humano
Los científicos analizaron la corteza cerebral prefrontal.
"Una cosa interesante es alguna gente puede pensar que el leguaje es una habilidad exclusivamente humana, por lo tanto debe estar apoyada en áreas y conexiones que son exclusivamente humanas", explica el investigador.
"Estos resultados sugieren que ese no es el caso, que quizás las regiones que están involucradas en el lenguaje en humanos hacen algo diferente en los monos, incluso aunque ellos no tienen la habilidad del lenguaje".
Por lo tanto, dice Neubert, aunque se podría pensar que estas zonas del lenguaje y la flexibilidad cognitiva –que es la capacidad de cambiar de forma dinámica entre una tarea y otra– son un desarrollo absolutamente nuevo en los humanos, según estos resultados no lo son.
"Pueden basarse en un aparato más antiguo".
La corteza cerebral prefrontal, que es la zona cerebral analizada en este estudio, está involucrada en los aspectos cognitivos y del lenguaje más complejos, y sólo está presente en humanos y otros primates.
Algunas de sus partes están relacionadas con desórdenes psiquiátricos, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), la adicción a las drogas y los comportamientos compulsivos.
Por eso, dice Neubert, entender mejor sus conexiones puede ser relevante para encontrar mejores formas de tratarlos.
FUENTE: BBC MUNDO 





















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martes, 28 de enero de 2014

Para Todos La 2 - Debate - El inconsciente


El inconsciente es la parte de nuestra personalidad que guarda bajo llave recuerdos o deseos; o, desde otro punto de vista, los comportamientos que alguien desarrolla sin darse cuenta y, en general, sin quererlo. Coloquio entre Regina Bayo-Borràs, psicóloga clínica y psicoanalista, presidenta de la Sección de Psicoterapia Psicoanalítica de la Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas; Álex Santos, médico e hipnoterapeuta; y Carles Ventura, Psicólogo Clínico y Presidente de la Sociedad Española de Psicología Analítica.















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lunes, 27 de enero de 2014

PSICOLOGIA DEL DESEMPLEO


Psicología del desempleo Psicología del desempleoCuando una persona trabajadora se encuentra repentinamente en situación de desempleo, puede experimentar poderosas y negativas consecuencias en muchos aspectos de sus vidas, desde el desamparo económico, hasta otras más desapercibidas, como las repercusiones emocionales, psicológicas y sociales.
El desempleo forzoso provoca  ansiedad, tensión, angustia y preocupación, y, algunas veces puede llevar a  sufrir una depresión. Tiene efectos sobre la autoestima e identidad personal, ya que cuando el desempleo tiene una cierta duración dejamos de ser los trabajadores  que fuimos para adquirir la condición de parados, con todo el simbolismo que representa.
Además,  tiene efectos sobre la estructuración de nuestra vida diaria. Cuando estamos trabajando no tenemos por qué preocuparnos por lo que vamos a hacer con nuestro tiempo, ya está planificado; pero para el desempleado esto ha desaparecido, y hay que organizar cada día pero con escasos recursos económicos.
Si esta situación de desempleo se alarga en el tiempo, es probable que empecemos a sentir desesperanza o sentimientos de culpabilidad por encontrarnos de esta manera. También cambia nuestra red de relaciones. Antes teníamos compañeros de trabajo; ahora tenemos compañeros de paro, y las conversaciones se ajustan a esta nueva situación. Y así un día tras otro, lo que va minando nuestros ánimos y esperanzas de mejorar.
De esta manera, la persona desempleada percibe que, independientemente de los CV que envíe semanalmente a multitud de empresas, de los cursos de formación que realice para mejorar su cualificación, de las entrevistas de trabajo que le parezcan “creo que esta vez, sí”… nada depende de él, generándose una percepción de ausencia total de control sobre el resultado de la situación.
Si además, la persona desempleada es constantemente expuesta a acontecimientos negativos y situaciones estresantes que no puede controlar (no le concedan una ayuda económica que había solicitado,  no le seleccionen para un trabajo en el que había puesto todas sus esperanzas, un gasto imprevisto y elevado que le obligan a realizar debido a una nueva ordenanza municipal,…), el mensaje psicológico que la persona traduce de todo ello es: “¡Haga lo que haga, no sirve de nada! No puedo evitar lo que me pasa.”, con lo cual acaba pensando que todos los acontecimientos negativos que le ocurren son debidos a su propia incapacidad, inutilidad mientras que, si le ocurre un acontecimiento positivo, lo atribuye a factores externos “ he tenido suerte” o a la ayuda de terceras personas.
Por ello, si la percepción de indefensión se prolonga en el tiempo, la persona desesperanzada aprende que responder es inútil. Progresivamente va aprendiendo a tolerar este estado,  y con menos ganas de hacer esfuerzos como inscripción en candidaturas, reparto de CV, entrevistas, cursos,…,es decir, empieza a  comportarse pasivamente, porque “para no servir para nada; ¿porqué seguir intentándolo?”
Por tanto, las personas con desempleo de larga duración pueden pasar a este estado de indefensión aprendida, ampliamente correlacionado con la depresión clínica y otros trastornos del estado de ánimo.

Consecuencias del paro en la salud


En el denominado “Síndrome del desempleo”, se pueden distinguir: depresión, insomnio, agresividad, y pérdida de la autoestima.
Si el parado es el cabeza de familia, el problema puede llegar a afectar también a la salud de su pareja e hijos, que se resiente. Si la persona en paro sufre algún problema mental subyacente, el desempleo acentúa la sintomatología.
Los profesores están constatando un cambio en el comportamiento de los niños en edad escolar. Se está produciendo lo que denominan “madurez prematura”.
Al analizar los efectos psicológicos positivos del trabajo, se entienden mejor las repercusiones negativas del desempleo. Entre ellas:
  • La pérdida de vinculación social: el trabajo otorga al individuo contactos sociales y el sentimiento de pertenencia a un grupo, que en situación de desempleo produce  aumento del aislamiento social e incremento de los sentimientos de soledad.
  • La pérdida de rutina: estructuraba y aportaba un orden en nuestra vida diaria.La  situación de desempleo produce desorganización y desorientación temporal.
  • La pérdida de metas: El trabajo aporta al individuo la persecución de unas metas que dirijan sus acciones y motivan proyección laboral a largo plazo. La pérdida puede generar altos niveles de desesperanza y estrés.
La tensión psicológica que mantiene la persona puede provocar que se desaliente, abandonando el proceso de búsqueda activa de empleo; si el estrés se agudiza y prolonga , entrarán en fase de agotamiento, ocasionandónse respuestas psicosomáticas como el insomnio crónico.

¿Cómo combatir los sentimientos negativos que provoca el desempleo?


Ante una misma situación, no todas las personas reaccionan de la misma manera. Hay desempleados con personalidades resilentes, que han tomado esta nueva situación como una oportunidad para el cambio, lanzándose a crear sus propias empresas . Es una cuestión de actitud, que tiene mucho que ver con la capacidad de cada uno, de sentir que mantiene el control de su vida.Estas personas  atenúan mejor sus emociones negativas, incluso en situaciones de intensa ansiedad.
Para no ser presas de la indefensión aprendida, antes explicada, existen diversas medidas que  pueden resultar útiles para recuperar la sensación de control en vuestras vidas:
  1. Tomar conciencia: Analiza las dificultades que se te presentan en esta nueva situación para ver los esfuerzos que debes realizar.
  2. Expresa los sentimientos negativos: Es saludable expresar las emociones negativas de rabia, impotencia o miedo. Contar con apoyo social y percibirlo nos ayudará a canalizar dichos sentimientos, a la vez que  nos sirve de válvula de escape.Pero no podemos anclarnos en ello sino que, tras expresar  nuestra sobrecarga emocional, es necesario comenzar a poner soluciones.
  3. Realizar una planificación económica: Detallar mensual o semanalmente, todos los gastos fijos que existen y  los ingresos de los que se dispone, y , a partir de aquí, tomar decisiones como valorar nuevas alternativas
  4. Desarrollar una agenda como si fuera una jornada laboral: Para sentir que tenemos el control de nuestra vida , es recomendable tener una rutina; dedicar unas horas para la búsqueda de empleo, otras para la formación, crear  hábitos saludables (deporte, relajación…)
  5. Aprender a manejar los síntomas negativos: tristeza, depresión, ansiedad, sensación de soledad… así, seremos capaces de afrontarlos mejor. Por otra parte, debemos identificar los pensamientos negativos que pueden amenazar nuestra estabilidad emocional, saber pararlos y poner en marcha planes conductuales que bloqueen su efecto
En cualquier caso, al caminar por la vida se aprende que lo más importante no es las veces que uno se cae sino las veces que uno se levanta y sigue adelante. Aunque, en este momento, no vea salida, crea que el futuro es negro y no tenga ganas de levantarse, hágalo porque, por cada puerta que se cierra, se abren mil ventanas…seguro que alguna de ellas, estará abierta para ti, para Ud…¡¡¡sigue!!!


Sobre la autora de este artículo

Dolors Mas Delblanch psicologa siquia 150x150 Psicología del desempleoMaría Dolors Mas Delblanch es licenciada en Psicología por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y con Nº Colegiado 17222. Sus especialidades son la ansiedad, la depresión y el TDAH. Puedes leer más artículos de estas temáticas firmadas por la psicóloga en Siquia y dejarle tu consulta.
 Psicología del desempleo
FUENTE: SIQUIA.COM .

La bebé robada de la Dexeus



  • En 1987 a Alfonsa le dijeron que su bebé nació muerto, en la elitista clínica Dexeus

  • Ahora se descubre que tuvo una niña y está viva... Se han reencontrado

  • Apellidos ilustres están implicados, como el hermano de la presidenta del Parlament





El mundo se congeló en torno a Alfonsa cuando en mayo de 2013 llamó a un funcionario de la DGAIA (Direcció General d'Atenció a la Infància i l'Adolescència de Cataluña) para aclarar el contenido de una carta que había recibido.
--Su hija biológica la está buscando.
--Creo que se equivoca de persona.
--¿Es usted Alfonsa Reinoso...?
-- Sí.
--¿Tuvo un parto el 18 de junio de 1987 en el Instituto Dexeus de Barcelona?
--Sí, pero es un error. Yo di a luz a un niño y murió.
--No señora, fue una niña que vivió y que fue adoptada. Se llama Marina. Como ya le he dicho, la está buscando.
«Me dio una subida de tensión», dice Alfonsa, reviviendo los nervios de aquel día. «Un shock. El funcionario me dio detalles y todo cuadraba. Comprendí que no era un error. Te puedes imaginar cómo me quedé. ¿Cómo se puede encajar algo así? Veintiseis años llorando la muerte de un hijo y de repente está vivo y no es un niño. Increíble».
Sentada en la terraza de su casa con vistas al mar de Barcelona, Alfonsa, hoy una sólida empresaria de éxito de 41 años, se cruza la chaqueta mientras habla para Crónica. A su derecha, su marido, Manuel, le toma la mano con cariño y la mira atento. Ella de reojo mira a su hija Marina y sonríe dulcemente. «Se parece mucho a mí, en cuanto la vi se me fueron todas las dudas».
Porque después de aquella llamada que le ha cambiado la vida a Alfonsa, madre e hija no tardaron en encontrarse. Les aconsejaron mediación familiar, pero ambas lo tenían claro: «Las dos queríamos vernos, no había razón para esperar», dice Marina. Alfonsa asiente. Sólo una semana después del shock, el 17 de mayo pasado, se encontraban en las oficinas de la DGAIA. Marina, con 26 años, desde la ventana vio a una mujer bajarse de un coche. «Es ella», se dijo. «Estaba nerviosísima --reconoce la madre--, no pude dormir. Y en cuanto la vi, llorar y abrazos, abrazos y llorar. No podía ni hablar, la miraba...».
Aún quedaban sorpresas. Marina preparó para Alfonsa un álbum de fotos. «¿Y ésta quién es?», preguntó sorprendida Alfonsa cuando reconoció una cara de mujer en una de las imágenes del álbum. «Es mi madre adoptiva --contestó sin darle importancia Marina--, Cristina Rimbau». Desconcertada, Alfonsa verbalizó su escalofrío: «Es la asistenta social que me llevaba al ginecólogo».
Tres años antes de que robaran a marina, la Dexeus fue célebre porque logró el primer bebé probeta español
Tras el reencuentro en ese mayo llegó, rodando ante la evidencia de lo ocurrido, la denuncia por el secuestro de su hija. Por el robo del bebé. Y no en cualquier hospital. No. Sino en el prestigioso y privado Instituto Dexeus de la capital catalana.
La de Alfonsa puede ser la primera querella de un caso de bebé robado que llegue a juicio oral. Hay mimbres suficientes. Los encausados están vivos en su mayoría, y con buena salud. Algunos pertenecen a familias conocidas de la burguesía y la política catalana. Es el caso de los de Gispert. A Ignasi, hermano de Nuria, actual presidenta del Parlament Catalán y Secretaria de Justicia cuando se produjo el parto, le señalan en las declaraciones que ya se han producido como el hombre que orquestó la adopción junto a su mujer ya fallecida, Teresa Cervelló, relevante jurista que llegó a miembro del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
En la denuncia que Alfonsa ha presentado aparece otra de Gispert. En un informe del expediente de adopción de Marina se recoge que «la menor fue entregada, por mediación de la abogada Teresa de Gispert, a sus actuales guardadores, quienes desde el momento de su nacimiento se hicieron cargo de la menor».
Otro de los imputados luce apellidos con hueco en la historia española del siglo XX. Es la doctora Victoria López-Rodó, la mujer que atendió a Alfonsa durante el embarazo (familiar de quien fuera ministro de Franco). Pasó por la comisaría de La Verneda el viernes 17 de enero pasado a prestar declaración como imputada.
Es también la primera vez que se denuncian hechos ocurridos en un centro de referencia internacional en fertilidad humana tan prestigioso como el Instituto Dexeus. Allí se consiguió en 1984 el primer bebé probeta español. La entidad guarda silencio. Ni la hija, ni la madre, ni siquiera el juez que solicitó información del parto en noviembre, han obtenido toda la documentación sobre el nacimiento de Marina, sobre los profesionales que participaron y sobre quien, entidad o persona, se hizo cargo de las facturas. Ocurrió en 1987.

Los genes hablan

De lo que no hay duda es de que el ADN ha confirmado la filiación, y de que la adopción nunca podría haberse realizado dentro de la legalidad tratándose de una menor tutelada por la administración, como era el caso de Alfonsa, que contaba con 15 años cuando dio a luz. Nadie tenía potestad para acceder a esa adopción.
Y Alfonsa tratando de digerir este laberinto y recordando aquel tiempo complicado del primer embarazo. Hacía pocos meses que había cumplido 14 años. Ella y cuatro de sus ocho hermanos, medio abandonados por sus progenitores, fueron tutelados por los servicios sociales y llevados a centros de acogida. La niña Alfonsa, embarazada, fue internada en un centro de monjas de Barcelona, el Santa Eulàlia.
En mayo, nadie sabe por qué, fue trasladada a la Casa de la Jove, un centro de vinculación católica. El mismo día que llegó, una asistente social, que Alfonsa ha identificado ahora como la madre adoptiva de su hija, la acompañó a la Dexeus. Así conoció a la doctora López-Rodó, que le siguió el embarazo. Asegura Alfonsa que en otras visitas fue Mercedes Porrera, la directora de La Casa de la Jove, quien la condujo al ginecólogo. «Desde el principio, la doctora [López-Rodó] me dijo que era un varón y que era un poco pequeño, pero que todo iba bien».
El 18 de mayo, el Tribunal Tutelar de Menores de Barcelona envía notificación a la directora del centro para que Alfonsa «quede retenida a disposición de este tribunal, por lo que no podrá ser entregada a persona alguna, sin previa autorización escrita de este organismo».

Pastillas y un taxi

Pero lo cierto fue que cuando el embarazo contaba 37 semanas prepararon a la joven para llevarla de nuevo a la Dexeus, sin autorización alguna. «La directora me dio dos pastillas para estar tranquila y me las tomé. Cuando llegó el taxi, además de una asistente social, venía el marido de mi hermana Mariana. No hice preguntas. Pensé que a lo mejor tendría que acompañarme alguien de mi familia. Ya no recuerdo nada más, ni siquiera la llegada a la clínica».
Cuando despertó estaba en la cama, molida de dolores. «No había nadie conmigo. En cuanto pude pregunté por mi bebé. Fue la misma ginecóloga López-Rodó la que me informó. Me dijo que el parto había ido mal y que el niño había muerto. Fue horrible. Aquel bebé era lo único que tenía en la vida, mi única familia. Le quería. Fue un golpe muy duro».
Tras darle el alta, una desconsolada niña y madre doliente volvió a la Casa de la Jove. Allí ya no querían tenerla. Tuvo que rogar y explicar que aún tenía los puntos, para quedarse unos días más. Cayó en una larga depresión.
A mediados de julio, y sin sitio a donde ir, la pequeña Alfonsa recurrió a un conocido llamado Manuel, quien ya tenía dos hijos y que, pese a todo, se hizo cargo de su tutela. El tiempo transformó en amor esa amistad. Manuel y Alfonsa se casaron, y ella supo por primera vez lo que era una familia cuando formó la suya. Con Manuel, que desde entonces sigue a su lado, tuvo tres hijos.

Niña y madre

Alfonsa, poco después del parto de su hija. Tenía 15 años cuando la llevaron a la Clínica Dexeus de Barcelona para dar a luz. Estando embarazada fue internada en un centro de monjas. Hoy, felizmente casada y con tres hijos, ha podido añadir al álbum de familia a la hija que le faltaba.
«Todos los 18 de junio los he pasado sola. Para mí eran días tristes. Cuando me quedé embarazada por segunda vez pensé que la criatura me ayudaría a olvidar al hijo que se me murió. Pero no fue así. Mi sufrimiento fue aún mayor, viendo a mi bebé».
Conocer a Marina ha sido también conocer la verdad: que cayó en una trampa. Aunque está encantada por recuperarla, necesita ayuda psicológica. Para la hija, otra verdad dolorosa: que fue robada. Marina intenta reconstruir cómo se produjo su nacimiento. Sus padres adoptivos, que nunca estuvieron casados, se separaron hace tiempo. El padre quiere colaborar. Le ha escrito a su hija un documento explicando lo que sabe, que Alfonsa ha adjuntado a la querella. Relata que después de luchar sin éxito por un embarazo en la Dexeus, «unos amigos nuestros abogados, Ignasi de Gispert y Teresa Cervelló, ya muerta, que ya tenían un niño adoptado, nos dijeron que tenían una vía abierta. Se trataba de una joven menor que estaba embarazada, que quería tener su hijo, pero que, según nos dijeron, no podía ni quería quedárselo... La versión que Cristina (Rimbau) me dio es que una tercera persona se encargaría de ver a la futura madre que residía en una residencia para jóvenes solteras y ayudarla (...). Lo siguiente es que dimos un dinero para cubrir los gastos (...)».
«El 18 de junio fuimos a la Clínica Dexeus. Yo me quedé en la sala de espera y sobre el mediodía apareció Cristina con Marina en brazos, que acababa de nacer. Salimos de la clínica con el coche de unos primos míos».

¿Quién pagó los gastos?

Pero esa adopción era imposible. Nadie podría haber hecho una renuncia legal que permitiera la apertura de un expediente de adopción. Ni Alfonsa, ni la propia administración. Tratándose de menores, habría tenido que tutelar a ambas hasta la mayoría de edad de la madre.
¿Quién pagó los gastos de las consultas y del parto en el prestigioso Instituto Dexeus? ¿Quién consintió su ingreso sin permiso de su tutor legal? ¿Por qué pone en los documentos de la madre «NO INFORMAR» o «ADOPCIÓN» (así, en mayúsculas) escrito a mano? ¿Por qué la directora de la Casa de la Jove, Mercedes Porrera, consintió la salida de Alfonsa contraviniendo la orden del Tribunal Tutelar de Menores? ¿Quién autorizó a la pareja de adoptantes a llevarse a la criatura, como han testificado los primos del padre, con sólo unas horas de vida y no con tres días como marcaba la ley? ¿Por qué Cristina Rimbau pudo inscribir ella misma a Marina, que sería después legalmente su hija adoptiva, en el registro civil con sus propios apellidos y los de su pareja?
Para contestar a estas preguntas el juez Juan Emilio Vila investiga la denuncia de Alfonsa. Ya han prestado declaración muchos testigos e imputados. La ex directora de la Casa de la Jove, Mercedes Porrera, imputada en la causa, aseguró a la Policía que fue Teresa Cervelló, que se presentó como miembro de un reputado bufete de abogados, la que llevó al centro a Alfonsa. También que Cervelló le hizo saber que era cuñada de Nuria de Gispert, a la que Porrera conocía porque había colaborado con la Casa de la Jove anteriormente. Además aseguró que nunca le dio pastillas a Alfonsa y que si la dejó salir, a pesar de la orden del Tribunal Tutelar de Menores, es porque la institución que dirigía era «un centro abierto».
La ginecóloga Victoria López Rodó se jubiló hace un año y se trasladó a una tranquila urbanización a las afueras de Guadalajara. En su declaración aseguró que no fue ella la que informó de la muerte del bebé, que Alfonsa sabía que su hija estaba viva. Para demostrarlo presentó un documento hecho supuestamente 11 años después del parto, en el que se explican los detalles del alumbramiento, pero que, según ella misma reconoce, nunca llegó a las manos de la denunciante.
Por segunda vez, el juez Vila, que ya lo hizo en noviembre, ha ordenado a los responsables de los archivos del Instituto Dexeus, al Tribunal Tutelar de Menores y a la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) toda la documentación relativa a la tutela de Alfonsa, de su hija, al parto y a los gastos ocasionados por el alumbramiento.
«Quiero la verdad. Nadie tiene derecho a decidir sobre la vida de nadie», afirma Alfonsa. Marina la mira hablar y asiente: «No quiero pensar en lo que nos hemos perdido, prefiero mirar al futuro, pensar en lo que nos queda y aprovechar el tiempo que está por venir».
La búsqueda de Marina ha terminado. Ha encontrado a su madre biológica y a una familia muy amplia en la que ha encajado como la pieza del puzle que faltaba. En el perfil de WhatsApp de Alfonsa Reinoso figuran entre corazones los nombres de tres hijos: Roser, Lucía y Manu. Ahora, tras unos puntos suspensivos ha añadido, junto a un corazón rojo, a Marina, su primer bebé, su hija mayor recuperada 26 años después de su alumbramiento.
FUENTE:
http://www.elmundo.es/cronica/2014/01/26/52e3873f22601d92018b456c.html


domingo, 26 de enero de 2014

Aprender a fluir de Csikszentmihalyi (Introducción)











































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"Cada órgano dañado responde a un sentimiento"

Christian Flèche, psicoterapeuta, padre de la teoría de la descodificación biológica

"Cada órgano dañado responde a un sentimiento"



Emociones
Las enfermedades son una tentativa de autocuración, una reacción biológica de supervivencia frente a un acontecimiento emocionalmente incontrolable, de manera que cualquier órgano dañado corresponde a un sentimiento preciso y tiene una relación directa con las emociones y los pensamientos. Junto al doctor Philippe Levy, Flèche creó nuevos protocolos para organizar un método de diagnóstico original emocional y una nueva forma de terapia breve que busca en las emociones el origen y la solución a las enfermedades. Tiene publicados 17 libros sobre la descodificación biológica, cuatro de ellos traducidos al español. El cuerpo como herramienta de curación (Obelisco) ha vendido tres ediciones.



¿El cuerpo es nuestra herramienta de curación?

Yo era enfermero en un hospital de Normandía y observe que pacientes con la misma enfermedad, tratamiento y doctor evolucionaban de manera muy diferente.

Bueno, cada uno es cada cual...

Exacto, mi hipótesis es que las enfermedades son una metáfora de las necesidades físicas y emocionales de nuestro cuerpo. Cuando no hay una solución exterior a esa necesidad, hay una solución interior.

¿Eso es para usted la enfermedad?

Sí, una solución de adaptación. Cada órgano del cuerpo quiere satisfacer su propia función, es decir, atrapar oxígeno, alimentos... Si el cuerpo quiere comer, pero en el exterior hay guerra y no lo consigue en un plazo razonable, se produce un shock.

¿Nace el conflicto?

Sí, el inconsciente inventa una vía suplementaria de supervivencia: un síntoma, que es una solución o una tentativa de solución inconsciente e involuntaria a ese shock vivido. En ese caso, el miedo a morir de inanición atacaría el hígado.

Póngame otro ejemplo.

Una persona que siempre tiene prisa puede desarrollar un nódulo en el tiroides, que envía más tiroxina y aumenta el metabolismo del cuerpo, eso la hará más rápida.

Pero tener prisa es psicológico.

Todo lo que captamos a través de los cinco sentidos, de los captadores neurovegetativos que vienen del interior del cuerpo, lo que pensamos o imaginamos, se traduce en realidad biológica.

¿Y provoca un síntoma?

Si no hay una solución concreta y consciente, sí. De manera que si escuchamos algo muy desagradable que nos afecta podemos tener acidez de estómago. Y hay algo muy importante que tener en cuenta.

Dígame.

El cerebro no distingue entre lo real o lo imaginario. Un trozo de limón en la boca o la idea de un trozo de limón en la boca provocan la misma salivación. En función del sentimiento particular, el shock afecta a una zona precisa del cerebro, visible por el escáner, a un órgano y a una realidad energética.

¿Realidad energética?

Somos una unidad compuesta de cuatro realidades inseparables: orgánica, cerebral, psíquica y energética. No hay ni una sola célula del cuerpo que escape al control del cerebro, y este no escapa al control del pensamiento, consciente o inconsciente; de manera que ni una célula del cuerpo escapa al psiquismo. Un shock siempre va acompañado de un sentimiento personal que repercute en los cuatro niveles biológicos.

¿Y es irreversible?

Cuando encontramos la solución esos cuatro niveles sanan simultáneamente. Una paciente tenía dolor en el hombro. "¿Desde cuándo?", le pregunté. "La primera vez estabas sola con mis hijos" "Si estas con tus hijos, no estás sola, ¿quién falta?" "Mi marido que nunca está, yo necesito estar arropada". Cuando lo reconoció, el dolor desapareció.

A lo largo de un día no satisfacemos todas nuestras necesidades fundamentales.

Cuando no las satisfacemos, nace una emoción. Si esa emoción se libera en el exterior bajo una forma artística, a través de la palabra, el baile o los sueños... todo va bien. Cuando el acontecimiento no está expresado, queda impreso y el cuerpo será el último teatro de ese evento.

¿Todo conflicto provoca enfermedad?

No, es necesario que sea dramático, imprevisto, vivido en soledad y sin solución. Cuando se dan estos cuatro criterios, el trauma se manifestará a través de la biología.

¿Distintas emociones corresponden a distintos órganos del cuerpo?

Sí, todo lo que tiene que ver con la epidermis responde a conflictos de separación; el esqueleto, a una desvalorización; la vejiga corresponde a conflictos de territorio. Para las mujeres diestras, problemas en el seno y hombro izquierdos corresponden a problemas con los hijos y viceversa para las zurdas; los desajustes en el seno y hombro derechos corresponden para las diestras a problemas con la pareja y viceversa.

¿Estómago e intestino?

No tener lo que se quiere y no poder digerir lo que se tiene corresponde al duodeno y estómago. El colon corresponde a un conflicto asqueroso, podrido. En el recto están los problemas de identidad: "No me respetan y me dejan de lado". Los riñones es la pérdida de puntos de referencia. Los huesos: grave conflicto de desvalorización..

¿Lo adecuado para estar sano?

Revalorizar las emociones, ser consciente de las emociones y expresarlas, es decir: bailar más a menudo. La gente está mucho tiempo en lo emocional pero son emociones procuradas: fútbol, cine... Un malestar compartido disminuye a la mitad, continúa compartiéndolo y acabará desapareciendo. Una felicidad compartida se multiplica por dos.

La ira y la violencia se expresan a sus anchas.

Un hombre tiene miedo, el miedo produce rabia, y la descarga enfadándose con su mujer. Cuando estamos en contacto con la emoción auténtica, se transforma; cuando lo estamos con la emoción de superficie, no hay cambio. Si el hombre se dice: "Lo que tengo es miedo", su miedo disminuye a la mitad. Hay que tomar conciencia de uno mismo.


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