Lo que hay en ti no dejes ver,
buena chica tu siempre debes ser.
No has de abrir tu corazón…
Esta era la orden de sus padres que Elsa cumplió fielmente: guardar en secreto sus temibles poderes para proteger a su hermana y a su familia. Lo hizo, hasta que necesitó convertirse en una adulta libre.
El que no ha visto Frozen, que lance la primera piedra. Este musical de Disney con una banda sonora maravillosa nos trae un tema rudo entre lineas: los secretos familiares. El caso de la familia real de Arendelle nos ilustra el manejo de uno de estos secretos familiares y sus consecuencias en la siguientes generaciones.
Pasa hasta en las mejores familias, y la de Elsa no iba a ser menos. En todas las familias se esconden cosas, secretos avergonzantes, especialmente cuando entrañan lo “malo” y “anormal” de alguno de sus miembros, o la consumación de actos prohibidos, producto de la perversión.
Durante siglos, los niños que nacían con alguna deformación, si llegaban a sobrevivir, eran escondidos, mantenidos en secreto por la vergüenza que causaban a sus familias, llegando a convertirse en verdaderos extraños criados a la sombra sin saber por qué.
Esto fue lo que vivieron Elsa y Ana, cuando sus padres decidieron encerrar a su hija mayor para protegerse (ellos, el reino y a la tierna Ana) del poder incontrolable de esta Reina de las Nieves, que casi acaba con su hermana Ana en los primeros diez minutos de la película.
Si bien Disney mata a los padres de las famosas princesas lo más rápido que puede en sus largometrajes, nos dio tiempo a ver que los Reyes de Arendelle se veían incapaces de integrar a Elsa a la sociedad y de ayudarla a conocer su poder. Deciden mantener el secreto familiar y dan la orden de un encierro totalmente injusto e incomprensible para las hermanas. Elsa cumplió este mandato, surgido del miedo y la ignorancia, con lealtad ciega. A partir de entonces la hermana mayor creció en la soledad, la frustración y el aislamiento.
¿Quién es el dueño del secreto?
Las familias que guardan secretos inconfesables construyen lealtades invisibles con figuras de autoridad, tal y como Elsa lo hizo con sus padres. Al estos salir de viaje sólo dijeron “Confiamos en ti”. Lo que confiaban no era que ella sería una buena hermana. En esta casa, ser buena chica es saber guardar secretos.
El rol que me llena de curiosidad en esta película es el de los trolls, claro, son como los psicólogos de la familia!
Cuando los padres de Elsa la llevan, muy niña a la “consulta”, realizan dos “intervenciones terapéuticas”
Cuando los padres de Elsa la llevan, muy niña a la “consulta”, realizan dos “intervenciones terapéuticas”
Con respecto a Ana pensaron en sustituir sus recuerdos por fantasías agradables lo cual no es más que una manera de disociarla y contribuir al manejo inadecuado de la situación. (Vaya intervención!)
Pero cuando se dedican a Elsa, la intención es diferente: le muestran un poder que tiene el potencial de hacerse bello si sabe “controlarlo” y sentencian:
“El miedo será tu enemigo”
Y sus padres ¿qué hicieron?
Cultivaron el miedo.
Comenzaron ellos, por temerle a la víctima, a la propia Elsa.
Probaron tratamientos inadecuados porque todos pretendían cambiarla, no mirarla tal y como era ella. Y Elsa creció con miedo de si misma.
“El miedo será tu enemigo”
Y sus padres ¿qué hicieron?
Cultivaron el miedo.
Comenzaron ellos, por temerle a la víctima, a la propia Elsa.
Probaron tratamientos inadecuados porque todos pretendían cambiarla, no mirarla tal y como era ella. Y Elsa creció con miedo de si misma.
Buena chica siempre debes ser
El secreto familiar fue manejado por los padres de tal manera que ambas hijas tuvieron una herida particular. Como pasa en las familias que manejan de forma inadecuada sus secretos, los miembros de las siguientes generaciones pueden sufrir consecuencias dolorosas, cuyas heridas necesitan sanar para dar comienzo a una vida adulta.
Elsa fue prisionera de su propio poder, que no aprendió a usar. Sin acompañamiento, sólo aprendió a temer a si misma y de su capacidad destructiva. Creció incapaz de crear vínculos duraderos y estables. El único “tratamiento” que recibió fue un guante… en muchas webs que han analizado este polémico personaje interpretan este guante como símbolo de los psicofármacos: que eliminan puntualmente algunos síntomas, pero no solucionan el problema de fondo.
Ana, por su lado, creció engañada y al crecer fue la víctima fácil de un aprovechador profesional que sólo tuvo que cantarle un poco para convertirse en su “acto de amor verdadero”. Viviendo en la mentira, ni siquiera pudo reconocerla cuando la tuvo delante.
Ambas hermanas constituyen una diada de la proyección de sus padres: Elsa representa el lado oscuro, maligno y avergonzante de la familia mientras Ana representa la ingenuidad y pureza.
Cuando una familia hace de los secretos familiares su patrón de relación, las consecuencias transgeneracionales son visibles y el funcionamiento de sus miembros se parece al de Elsa: evitan contacto profundo, se aíslan de quienes aprendió a desconfiar, viven con la frustración de haber cumplido con la orden implícita de guardar en secreto un hecho del que no son responsables.
Para el resto de los miembros de la familia “el secreto” forma parte tácita de la vida familiar. Terminan haciéndose cómplices silenciosos, beneficiados indirectamente por no cuestionar un equilibrio injusto. Elsa, la que no podía salir, no cuestionaba la orden aunque ansiara como nadie el contacto físico con su hermana. Ana, la solitaria, tampoco tumbo la puerta, ni pegó gritos para que sacaran a su hermana. Tras la muerte de sus padres mantuvieron el frágil equilibrio.
Mantener un secreto familiar, tiene una ganancia para la familia. El sufrimiento de sus miembros es el precio a pagar por mantenerse “unidos”.
Tuvo que pasar una generación para resolver el entuerto, enfrentando el miedo. Sólo un acto de amor pudo devolverle a Elsa la confianza en si misma y en su capacidad de vincularse sanamente. No un acto de amor romántico sino un acto de amor solidario y fraternos entre los miembros de su familia de origen. Cuando pudo sanarse esa herida ambas lograron superar el escollo. Elsa logra el vínculo profundo con la única familia que tiene, su hermana y Ana pudo ver la verdad y distinguirla de la mentira.
Y nosotros, como padres, ¿qué hacemos con los “secretos familiares”?, ¿qué pasa cuando el hijo tiene condiciones especiales ?, ¿cómo manejamos hechos avergonzantes o culpablizantes?
De nuestra manera de manejarlo depende en gran medida la forma de vincularse nuestros hijos consigo mismo, con su verdad y la que los rodea.
Y nosotros, como padres, ¿qué hacemos con los “secretos familiares”?, ¿qué pasa cuando el hijo tiene condiciones especiales ?, ¿cómo manejamos hechos avergonzantes o culpablizantes?
De nuestra manera de manejarlo depende en gran medida la forma de vincularse nuestros hijos consigo mismo, con su verdad y la que los rodea.
¿Necesitamos ayuda para abordar temas tabú en nuestra familia?
Secretos familiares comunes
- Homosexualidad de alguno de sus miembros
- Adopción
- Suicidio
- Hijos fuera del matrimonio
- Condiciones especiales (enfermedad mental, retardo mental, discapacidad)
- Abuso sexual
- Sucesiones y problemas relacionados con herencia, objetos y dinero
- Procesos de desplazamiento y exilio
- Abusos de poder
- Hechos avergonzantes perpetrados por algún miembro de la familia (crimenes, incesto, robos…)
Como padres podemos vernos confrontados a revelar un secreto familiar que hemos mantenido guardado hasta ahora. También podría ocurrir que ante situaciones críticas recurramos al secreto, presionando a nuestros hijos a guardar información como medio de calmar la angustia que nos produce un hecho que no sabemos abordar de forma directa.
Los secretos ocasionan angustia cuando pueden ser descubierto y consecuencias en las generaciones siguientes. En este sentido es recomendable hacerte las siguientes preguntas:
- ¿Vienes de una familia en la que el secreto familiar es la forma de garantizar la supervivencia de la misma?
- ¿Sientes que abordar “el tema” directamente con tu pareja es muy angustiante?
- ¿Has recurrido a tus hijos como cómplices (directa o indirectamente) para guardar un secreto familiar?
- ¿Recurres a la mentira para dar explicaciones sobre temas que en tu familia tácitamente no se hablan?
En estos casos es posible que necesites ayuda profesional para abordar temas que en la familia necesitan ser elaborados. Es importante liberarte de la carga de un secreto familiar y reconsiderar las lealtades que te obligan a construir la relación sobre falsos cimientos.
FUENTE: CONTRATRANSFERENCIA.COM
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