CUENTO PARA MEDITAR
El dueño de un pequeño Hotel le preguntó a un Sabio: “¿Cómo puedo aumentar el número de clientes?” Habían pocos clientes a pesar de que el Hotel estaba bien limpio y organizado. ¨Muchas personas pasan cerca pero no entran.¨ El Sabio dijo: “Simplemente coloca 4 campanas afuera con un aviso grande que diga ‘El Hotel de Cinco Campanas’. Pronto la gente que leía el aviso comenzó a entrar al Hotel para decirle al gerente que el aviso estaba incorrecto porque sólo habían 4 campanas. Ellos recibieron una taza de té o una bebida mientras esperaban por el gerente. Ellos se dieron cuenta que el lugar estaba muy limpio y se sentía una bella atmosfera. Ellos fueron tratados con respecto y prontitud. Así mucha gente comenzó a alquilar habitaciones. Y todos estaban felices.
La mente funciona así con muchas personas. Tiende a buscar los errores para señalarlos. Y muchas veces no reconocen las buenas cualidades en otros fácilmente. Muchas veces nos encontramos con personas que tienen buenas cualidades pero tendemos más a fijarnos en recordar sus errores o faltas. Al hacer esto, no le ayudamos a ellos ni a nosotros mismos porque hacemos crecer aquello en que nos concentramos. Algunas personas les encanta criticar a otros negativamente sin darse cuenta que corren el peligro de cometer los mismos errores con el tiempo, ya que nuestros pensamientos tienden a materializarse y ser parte de nosotros a medida que los re-procesamos continuamente (como un disco rayado).
Es como si recogiéramos la basura en la casa de otras personas y la lleváramos para nuestro hogar (mente y corazón). Después de un tiempo, nuestra casa (personalidad, conducta, lenguaje, etc.) apesta. Los pensamientos negativos son basura que nadie necesita. Sin embargo nosotros podemos usar este principio a nuestro favor y abrir los oídos y vista para concentrarnos en las mejores cualidades en cada uno.
Esto es bueno para todos. Si mantenemos pensamientos hermosos en nuestra mente, plantamos semillas amorosas en nuestros corazones y hacemos buenas acciones desinteresadamente, nosotros vamos a cosechar más alegría.
Gentileza de Angélica Victoria Canales Goycochea
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