Segunda Parte
¿Eres víctima o
responsable?
En el post pasado
hablamos de como el miedo influye en la violencia doméstica, de cómo
tanto el “agresor” como la “víctima” tienen miedo a no
ser suficientes para la otra persona y, motivados por el miedo a
perderse mutuamente, terminan perdiéndose, o soportando una mala
relación.
Ya sabemos que la
raíz de la violencia es la falta de amor propio. Si no te amas lo
suficiente, ¿cómo esperas que otros te amen? Si no te amas, tus
acciones provocarán estar en situaciones que te lastimen. Recuerda:
las personas te tratarán de la misma forma en la que tú te trates.
El asumir un rol de
“víctima” es un tanto complejo, ya que en un principio puede que
no te des cuenta de que estás en una relación abusiva, o que seas
víctima de violencia doméstica, ya que ésta va aumentando de
intensidad gradualmente. Inicia desde un comentario incómodo o
sarcástico como por ejemplo, “¡Ay qué fea estás!” o “¡Qué
tontita eres!”, hasta golpes o maltratos psicológicos.
¿Por qué la
“víctima” se queda en una relación abusiva?
Las personas que
están alrededor de la “víctima” pueden notar que ésta se
encuentra en dicha situación, pero ella aún no lo hace consiente.
No quiere o no pude hacer evidente el hecho de saber que es
“víctima”.
Cuando crees estar
enamorada pasas por alto muchas cosas; justificas la actitud del
otro, ocultas los errores, e incluso crees que eres responsable de
las agresiones. Pero en realidad es una manera inconsciente de
justificarte a ti misma para seguir ahí, y no sentirte mal por
hacerlo.
“Recompensas”
secretas de ser “víctima”
Querida lectora,
esto que te voy a decir puede que en un inicio te impacte, pero si
logras hacerlo consciente y logras experimentar una catarsis, estarás
del otro lado de la violencia.
Una vez que te das
cuenta de que eres “víctima”, esta palabra ya no aplica a tu
persona. Yo diría que pasas a ser corresponsable de la violencia.
Por lo tanto, tienes dos opciones: o tomas la decisión de alejarte
de esa mala relación abusiva o, por el contrario, te sigues
asumiendo como “víctima”, porque al serlo, los demás sienten
compasión de ti.
Como el ejemplo
anterior, existen otras recompensas secretas en las que muchas
mujeres siguen posicionadas:
Víctima
Compasión: los
demás se compadecerán de ti.
Tú eres la buena
del cuento, y no la villana.
El sistema social
está diseñado para proteger a una “víctima”, y no a una
“responsable”.
Ser víctima es más
fácil porque no hay responsabilidad. Por lo tanto, yo me considero
más vulnerable e indefensa, y atraigo el apoyo y consejo de los
demás.
Delegas la
responsabilidad de tu vida a tu pareja, lo que te evita el esfuerzo
de tener que luchar por ti misma, por lo que prefieres tolerar los
abusos o malos tratos (codependencia).
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¿Y qué pasa con
aquellas personas que se sitúan desde la postura de la
responsabilidad?
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Responsable
Al hacerte
responsable asumes tus propias consecuencias, y sabes que parte de lo
que ha sucedido, lo provocaste tú.
Ser responsable no
te ubica ni en la buena ni en la mala de la historia, sino en una
postura de conciencia de aprendizaje.
Muchas mujeres
pueden asociar “responsable” como “independiente” y, en
automático, creen que no podrán recibir ayuda. Contrario a este
pensamiento, la realidad es puedes encontrar la misma ayuda desde
esta postura. La diferencia radica en que asumiendo una actitud
responsable ante la situación, lograrás salir más rápido de ésta.
Eres y te sientes
independiente, y tienes la seguridad de que con él o sin él, tu
vida sigue. Ser independiente es un reto para muchas mujeres, ya que
muchas se consideran que si no están a lado de un hombre no están
completas. Sin embargo, los seres humanos fuimos creados seres
completos desde nuestro nacimiento, por lo que nuestra pareja sólo
es nuestro compañero de vida.
A continuación, te
muestro una tabla comparativa con las características más comunes
que definen a una mujer situada desde la victimez y a otra situada
desde la responsabilidad dentro de una situación de violencia
doméstica.
TABLA2
http://yosoyplenitud.com/eres-victima-o-responsable/
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