Una buena imagen es primordial para el juego de la persuasión. Al menos una vez a la semana, realiza un cuidadoso examen de tu apariencia contestando a las diez preguntas siguientes:
#10. ¿La piel de tu rostro tiene una apariencia limpia y descansada?
La falta de sueño, la mala alimentación y el estrés tienen impacto directo sobre la piel de la cara, especialmente la de los párpados. Para las mujeres es condición sine qua non un concienzudo desmaquillado al final del día y la aplicación de una crema humectante con vitamina E. Y para los hombres, una exfoliación diaria con un producto suave y una loción astringente permitirán tener un aspecto limpio durante mucho más tiempo.
#9. ¿Estás satisfecho con el aspecto de tus uñas y manos?
Después del rostro, las manos son el blanco siguiente del cuidadoso escrutinio que los demás efectúan sobre nuestra apariencia. Debemos evitar comernos las uñas a toda costa, y utilizar cremas humectantes para mantener la piel suave y así evitar desagradables asperezas en los apretones de manos.
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#8. ¿Ha revisado o actualizado su estilo de peinado?
El estilo de nuestro cabello “enmarca” nuestro rostro; debe funcionar a favor de nuestras facciones y no en contra. Determinar si un estilo de peinado está desactualizado, o si nos ayuda a presentar mejor nuestra cara, es trabajo de un profesional; no dudes en consultar a varios especialistas y seleccionar la opción con la que te sientas más cómodo.
#7. ¿Has examinado la ropa que te pones a diario, buscando señales de desgaste?
Es inevitable que todas nuestras prendas sufran con el día a día, presentando agujeros, descosidos, manchas e incluso desgarros. Estar pendiente de esas pequeñas señales de degradación nos permitirán hacer reparaciones a tiempo, así como precisar cuando una camisa o un pantalón han llegado al final de su vida útil.
#6. ¿Has ganado o perdido peso últimamente?
Los cambios de peso -para arriba o para abajo- de más de cinco kilos en menos de cuarenta días no sólo reflejan un problema en nuestra dieta y hábitos alimenticios, sino que tendrán un impacto directo en nuestra energía. Debemos mantener en la medida de lo posible buenos hábitos de alimentación, como por ejemplo evitar los excesos, comer al menos tres veces al día y respetar una dieta balanceada.
Y ya que hablamos de tu aspecto…
#5. ¿Limpias tus zapatos concienzudamente y con regularidad?
Los zapatos son símbolo directo de nuestro poder; deben ser adecuados para nuestra vestimenta (ya sea formal, casual o deportiva) y estar en buen estado: limpios, bien pintados y sin roturas.
#4. ¿Tu estilo de vestir es adecuado para tu cargo y personalidad?
Luego de un ascenso es común que tengamos que revisar nuestro estilo de vestir. ¿Será necesario comprar trajes y corbatas? para la mayoría de los casos, un par de sacos de buena calidad serán más fáciles de combinar con las camisas y pantalones que ya teníamos, permitiéndonos una imagen de mayor categoría sin necesidad de usar corbata.
#3. ¿Los colores y el estilo de su vestimenta están acordes con tu edad?
Una de las reglas de la persuasión es que debemos ser el centro de atención de quienes nos rodean. Pero debemos llamar la atención por nuestra personalidad, no la vestimenta. Evita colores muy llamativos o combinaciones muy contrastantes, y el color negro debe emplearse con extrema precaución.
#2. ¿Te siente cómodo utilizando la ropa que llevas?
Estar “de traje y corbata” no es sinónimo de estar bien vestido. De nada nos sirve estar de punta en blanco si la ropa no nos queda a la medida. Un ejemplo claro son las medias o calcetines que han perdido elasticidad con el tiempo: la desagradable manía que tienen de deslizarse hacia nuestros zapatos nos hará sentir incómodos, ¡Y qué decir si nos sentamos y cruzamos las piernas!
#1. ¿Tus dientes están en buen estado?
Quizá el punto más importante lo he dejado al final para que “resuene” por más tiempo en tu mente. Una boca aseada, con buen aliento y unos dientes blancos son esenciales para sentirse seguro al hablar, en cualquier situación. Cuando creemos que nuestro aliento no es lo suficientemente fresco, tendemos a modular pobremente las palabras y todo nuestro lenguaje corporal empezará a reflejar nuestra inseguridad. Cepillarse después de cada comida y mascar goma de mascar sin azúcar te ayudarán.
¿Sabes de un mandamiento adicional que podamos incluir? gracias por mencionarlo en los comentarios.
FUENTE: lenguajecorporal
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