lunes, 29 de abril de 2013

Efecto Stroop

¿Qué es el Efecto Stroop? Para conocer qué es, nada mejor que probarlo por uno mismo. 

El conocido efecto, clásico en psicología, descubierto por John Ridley Stroop allá por el año 1935.

Al hacer el experimento la primera vez, nombras los colores en que las palabras estaban escritas y estos coincidían con el color que la palabra “decía”. Pero en la segunda ocasión, el color con que estaba escrita la palabra (y que era lo que había que nombrar), no coincidía con lo que en la palabra estaba escrito. El Efecto Stroop consiste básicamente en un aumento en el tiempo con el que se tardan en nombrar los colores de las palabras, debido a una interferencia provocada por el acto automatizado de la lectura con el hecho de pronunciar el color. 

Haz la prueba si quieres nombrando los siguientes colores, recuerda que has de nombrar siempre el color en el que están escritos…


Amarillo anaranjado azul gris morado negro rojo rosadoverde
¿Qué tal ha ido? Ahora prueba con estos…
Amarillo anaranjado azul gris morado negro rojo rosadoverde
Supongo que la segunda vez habrá sido un poco más difícil, ¿no? Verás lo que ocurre si los nombres son en japonés, aunque sin las letras propias del idioma…
kiiro orenlli aoi guree murasaki kuroi akai pinku midori
Ahora en japonés pero con colores cambiados, ¿costará más?
kiiro orenlli aoi guree murasaki kuroi akai pinku midori


Se ha sugerido que el efecto Stroop se debe a que hay ciertas redes neuronales que se solapan y que participan de forma paralela en el proceso de nombrar el color y en el de leer la palabra. Las vías de la lectura estarían más reforzadas en el cerebro debido a la experiencia previa y facilitarían el procesamiento de las vías que se encargan de nombrar el color cuando los estímulos de color y palabra son congruentes (es decir, cuando coinciden la palabra y el color en el que está representada). Pero si los estímulos son incongruentes, entonces las vías de la lectura interferirían con las encargadas de nombrar el color. Pero obviamente sólo habrá interferencia si entendemos el idioma en el que están escritas las palabras. Es por eso que seguramente te ha resultado más fácil decir los nombres de los colores cuando las palabras estaban en japonés (si es que no entiendes japonés, claro) incluso aunque palabra y color no coincidieran.

Las mejores evidencias de que existe una base anatómica para el efecto Stroop proceden de trabajos con PET (tomografía por emisión de positrones) y fMRI (resonancia magnética funcional) en estudios de individuos sanos. Las áreas que parecen más involucradas en el control atencional durante la realización de esta tarea son la corteza cingulada anterior (ACC) y la corteza prefrontal dorsolateral (DLPFC). De hecho, la primera se ha relacionado en muy diversos trabajos con la detección de errores o la selección de respuestas, mientras que la segunda se ha relacionado con diversos aspectos de la inhibición del comportamiento. Pero además hay otras áreas del cerebro involucradas en esta tarea como son las cortezas parietal y prefrontal inferior o las áreas de asociación visuales.

Además se ha estudiado cómo afecta la experiencia a la realización de esta prueba. Como sería de esperar, la experiencia hace que se cometan menos errores y se responda más rápidamente al realizar la tarea y esta mejora se ha correlacionado con cambios en la actividad de algunas áreas del cerebro que son, precisamente la ACC (cuya actividad disminuye a medida que se va haciendo mejor la tarea) y la DLPFC (cuya actividad incrementa). En un trabajo (1) se describió también una disminución en la actividad de la vía visual ventral que, dicen los autores, podría estar relacionado con la inhibición de la lectura de la palabra cuando esta acción es irrelevante (es decir, cuando palabra y color no coinciden).

Pero el efecto Stroop no sólo se ha empleado con palabras y colores, sino que hay otras modalidades. Una de ellas es el efecto Stroop auditivo que es muy parecido al descrito, pero se realiza con imágenes y sonidos que habitualmente están relacionados entre sí. Y otro, bastante interesante también, es la interferencia Stroop emocional, que se emplea a veces como herramienta para estudiar la depresión. En esta tarea se presentan palabras afectivas o emocionales en varios colores y los sujetos tienen que nombrar el color de las palabras. El efecto de interferencia surge cuando se presta atención a expresiones emocionales que hacen emerger memorias personales de pérdida o decepción. Esta interferencia es especialmente acusada en los pacientes con depresión, ya que se ha mostrado que éstos muestran un sesgo en su memoria que tiende hacia las memorias de pérdida o decepción. De este modo, los pacientes con depresión suelen tardar más en identificar el color de palabras con una carga emocional negativa (llorar, desafortunado, débil) que cuando las palabras son neutras (comer, caminar, perro) o positivas (felicidad, abrazo). En este caso también se ha mostrado que la ACC está implicada en esta tarea (2). Este efecto también se ha aplicado para estudiar a pacientes esquizofrénicos, con Alzheimer o con dolor crónico y, como curiosidad, también se ha empleado bastante para estudiar a personas bilingües.

(1) Harrison, B.J. (2005), Functional connectivity during Stroop task performance, NeuroImage 24: 181-91.
(2) Mitterschiffthaler, M.T., (2008), Neural basis of the emotional Stroop interference effect in major depression, Psychol. Medicine 38: 247-256.

Artículo escrito por Brainy y Héctor, y revisado por Sophie.



















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