viernes, 25 de mayo de 2012

EL PSICOLOGO EN LOS SERVICIOS SOCIALES COMUNITARIOS (DE BASE O PRIMARIOS) DESCRIPCIONES PARA UN "ROL"


JOSEP Mª RUEDA.
Psicólogo Ayuntamiento de Barcelona

1. Introducción

Es importante constatar el cambio que se ha producido desde el primer Congreso de Psicología de 1984 y este segundo de 1990 por referencia al psicólogo en los servicios sociales. Recordad que en aquel congreso simplemente no existíamos, estábamos metidos en un cajón donde había de todo y nosotros. Recordad también que la propuesta que allí se hizo, y así consta oficialmente en los documentos, era crear un espacio específico donde se estableciera una nueva modalidad de Psicología, la de intervención social o intervención psico-social y, aunque no se recogió oficialmente, también se propuso allí el inicio de una coordinadora de psicólogos de la intervención social a nivel del Estado español y que hoy es ya una realidad como organización.
2. Antes de pasar a exponer mis ideas sobre el asunto que nos convoca, nos gustaría también dejar patente el trabajo que en las Delegaciones se ha realizado y que ha sido lo que ha hecho posible esta realidad. Mí experiencia ha ido muy asociada al colectivo de psicólogos de Andalucía (especialmente de Sevilla y Huelva), de Valencia, de Galicia, últimamente al de Mallorca y siempre al colectivo de psicólogos de Cataluña (especialmente de Barcelona), además de relaciones muy ricas con compañeros y compañeras de Madrid, Zaragoza y Murcia. Es justo que los mencione aquí porque si aportamos algo interesante ha sido fruto de esos contactos, de esos trabajos.
3. He de decir también que la riqueza de modelos y de experiencias que estaban surgiendo en las diversas comunidades, ha entrado en retroceso y se ha puesto en peligro al aparecer el Plan de Prestaciones Básicas (PPB). Es importante analizar esta situación y actuar en consecuencia.
A mi parecer, y es importante dejarlo claro, el PPB representa un paso adelante en cuanto a la extensión, normalización y financiación de unos mínimos servicios sociales comunitarios. Debe reconocerse y valorarse el esfuerzo que se ha realizado desde el ministerio. Lo que no se ha controlado es que el PPB, en lugar de estimular y mejorar los modelos existentes, a veces se ha presentado como alternativo y como modelo y ha impuesto una excesiva formalización y rigidez que ha ahogado las diversas iniciativas.
4. Otro aspecto que me parece interesante señalar en la introducción es el hecho de que en las sesiones propuestas del congreso parece como si los temas estuvieran agotados, parece como si estuvieran agotados, parece como si estuviéramos cerrando la etapa de los ochenta y no sepamos cómo abrir la etapa de los noventa. Cuando hablamos del psicólogo lo hacemos estereotipadamente. Si lo que sabemos sirvió para iniciarnos, ahora se vuelve insuficiente para continuar en el camino.
5. No está de más recordar que el esfuerzo, que ha representado para muchos psicólogos sin formación específica, sin modelos claros, sin encuadre jurídico profesional, sin condiciones laborales claras, etc., ha hecho que algunos abandonaran, otros perdieran la fe y se volvieran escépticos a la profesión, al trabajo, a los servicios sociales comunitarios y algunos pervirtieran el encargo y el objeto y pasaran a hacer aquellas cosas que saben hacer en lugar de hacer lo que debieran hacer. Por suerte esto no es lo normal, son pocos, pero ellos han pagado ya la imprevisión del sistema.
El sistema, al detectar esos problemas, se venga en nosotros poniéndonos en cuarentena; no nos define en equipos como profesionales idóneos, no nos tiene en cuenta en los consejos asesores, etc. Esto debe cambiar.
6. A pesar de todo, hoy es una realidad la presencia de los psicólogos en los servicios sociales, pero hemos de conseguir que sea una realidad la Psicología de la intervención o de la mediación social. Está bien que haya psicólogos en los servicios sociales, pero estaría mejor que eso garantizara que somos capaces de asumir los encargos que los servicios sociales se proponen porque se nos considera como especialistas, como enterados,como capaces de abordar, tratar y responder a los objetos del mismo servicio. Si no se produce este cambio, nos mantendremos en esta situación de ambigüedad y precariedad difícil y molesta.
7. Llegado a este nivel tengo que reconocer que cuando se me hizo el encargo de preparar esta sesión se me presentó como difícil y complicado, ya que las cuestiones a responder eran demasiadas y no en todas teníamos una clara respuesta. Me pareció que debía responder, y así lo he hecho, partiendo de la idea de que los psicólogos de los servicios sociales comunitarios lo que hacen es intervención psico-social y que por tanto, si algo habíamos de plantear tenía que ser precisamente eso de la intervención psico-social.
Queda claro que no tengo la respuesta. De ahí que deba entenderse todo el material expuesto como una propuesta que busca el debate hasta conseguir, cuando sea su momento, el consenso. Para hacerlo he preparado tres partes diferenciadas: una que voy a llamar posicionamiento, será breve e intentará exponer el punto de partida teórico o paradigmático que yo asumo; la otra parte será para analizar la idea de un marco referencial que simplificaré llamando contrato; y finalmente el encargo o lo que se espera que seamos capaces de hacer.
2. Posicionamiento
2.1. El punto de partida que yo sostengo es que a los servicios sociales comunitarios, tanto en forma de demanda como de problema que se atienden, siempre o casi siempre vienen formulados en términos sociológicos, No hay presencia en esa expresión ni de lo psicológico y menos de lo psico-social que pudiera caracterizar la situación o el problema.
2.2. Cuando una demanda o un problema no puede ser atendido en términos de lo que se llama trabajo social (TS), se tiende a marginarlo tratándolo como psicológico desplazándolo hacia el psicólogo. Se transforma en un caso clínico y objeto de terapia.
2.3. Por otra parte, la dimensión psico-social es totalmente ignorada, inexistente, o porque viene oculta por la forma de expresarse el problema sociológicamente, o porque la forma inmediatista, asistencialista de actuar el TS no da lugar, no da tiempo a establecer otras lecturas, otras posibilidades de abordarla.
2.4. Debe quedar claro que entre formulación sociológica y TS hay una relación lógica en cuanto concibe que su acción es relacionar el agente social con sus contextos mediante la prestación. Es, por lo tanto, un planteamiento bueno, correcto y coherente con los servicios que pretende. Lo que sucede es que la experiencia ha demostrado que es limitado a lo que se podría decir necesidad-prestación-satisfacción, cuando no se da esta ecuación es necesario volver a leer la situación.
2.5. Por otra parte, creemos que el paso a situación psicológica, clínica o terapéutica de los casos no resolvibles por el TS es un comportamiento incorrecto, inadecuado y perjudicial.
a) Para el paciente porque en los servicios sociales comunitarios no hay posibilidades de respuesta.
b) Porque el servicio se convierte en un servicio marginal. (Es necesario que el campo clínico sea asumido por el área de salud, los servicios sociales comunitarios no pueden ser unos servicios sanitarios de los pobres.)
c) Pero también es dañino y perjudicial para los profesionales de la Psicología pues al aceptar ese papel, además de no estar colocados en el lugar que les corresponde, Salud, con su actuación no dejan crecer lo que tiene que ser la intervención psico-social.
2.6. Por tanto, entre la formulación sociológica y la respuesta que debe darse, el psicólogo debe incorporar un espacio para la formulacíón psico-social del mismo problema, La formulación psico-social pretende decir que el problema sociológico, aun siendo objetivo, no es suficiente para explicar el conocimiento adaptativo de los afectados y aún más, es insuficiente para poder abordar el cambio a partir de los mismos afectados.
La dimensión psico-social se encuadra en el problema sociológico, no es independiente de él, pero tiene suficiente autonomía como para poderse manifestar en pluralidad de modelos distintos de comportamiento. Dicho de otra manera, ante un problema sociológico las adaptaciones psico-sociales son múltiples. Ello nos permite mantener la idea de entidad y corporeidad de la dimensión psicosocial (no es un invento del psicólogo).
Veamos un ejemplo. El paro es un problema sociológico, el parado o los parados que se adaptan pasivamente al mismo, el parado o los parados que entran en enfermedad, el parado o los parados que resuelven la situación mediante iniciativas, el parado o los parados que se asocian poéticamente, etc., entre otros, son comportamientos psico-sociales díferenciados, autónomos, pero todos responden al mismo problema: el paro.
2.7. Proponemos y mantenemos que el psicólogo de los servicios sociales comunitarios trabaje con la dimensión psico-social, tan si prioriza y privilegia el trabajo bajo demanda (individuos, grupos, familias, entidades, etc.), como si prioriza y privilegia la intervención en problemas detectados (en las series, los comunitarios, los societarios, etcétera).
Creemos que no es competencia de trabajo del psicólogo del servicio social comunitario al abordaje clínico-terapéutico que es propio de servicios de salud, con los cuales deberemos trabajar coordinadamente.
2.8. La situación psico-social es una situación al compleja (SSC), tangible en sus agentes, en sus actividades modulares, en sus hábitats, en sus contextos y en su temporalidad. Además y a partir de la actividad modular, toda situación social compleja señala siempre dimensiones: el plano operativo y el plano regulativo de valoración.
Seguimos con el ejemplo del paro.
1. Agentes. Parados, familiares, patrones, etcétera.
2. Actividades:
1. Los parados ajustados a la situación van a cobrar el paro, van al bar, etcétera.
2. Los que enferman, se encierran, viven la necesidad, etcétera.
3. Los que tienen iniciativas, buscan, se asocian, etc.
- En cualquiera de esos sistemas adaptativos podríamos hacer la película de su comportamiento a partir de sus actividades.
- En cualquiera de sus actividades psico-sociales podríamos encontrar las explicaciones que se dan ellos mismos y que les regula el comportamiento.
3. Hábitat. Están en lugares concretos, se mueven en lugares concretos, etcétera.
4. Contextos. Económico/político/sindical/administrativo, etcétera.
5. Historia. Tiempo de estar en el paro. Es lógico que si, por una parte, aceptamos la identidad y la autonomía de lo psico-social y, al mismo tiempo, aceptamos la tangibilidad de la misma, es lógico decir que son esos SSC los propios de los psicólogos que trabajan en servicios sociales comunitarios. El psicólogo de los servicios sociales comunitarios deberá elaborar metodologías de análisis, metodologías de intervención, metodologías de evaluación, etcétera.
Recapitulemos, nuestro posicionamiento es que el área de interés del problema social que llega a los servicios sociales por el psicólogo trabaja ahí es la dimensión psico-social.
La dimensión psico-social es equivalente a los sistemas adaptativos inteligentes que las poblaciones son capaces de darse como respuesta a los condicionantes que imponen los contextos.
La dimensión psico-social desde la óptica de trabajo es siempre una situación social compleja donde una pluralidad de dimensiones se organizan como un sistema, y que son la base del análisis como el de organización de la respuesta.
3. contrato o el encuadre
No confundir el sentido de contrato que aquí utilizamos con el papel que se firma y que se llama contrato. Vamos a entender contrato sinónimo de encuadre o referencia, etc., de las actuaciones del psicólogo.
El encuadre especifica las dimensiones que vemos:
3.1. El área de trabajo.
3.2. El lugar de la organización que va a ocupar el psicólogo.
3.3 El tipo de dinámica organizativa que se va a establecer.
3.4. La concepción política del servicio en que se va a trabajar.
3.5. Los aspectos de la población que son de interés para las áreas de trabajo.
Vamos a ver algunos de estos aspectos.
3.1. El contrato como encuadre, lo primero que define es el área. No es lo mismo el área de salud, de educación, de servicios sociales, etc. Esto es interesante, pues de entrada hemos de aclarar que según el área hay un encargo específico (independientemente de que se formule o no) donde se establece lo que se espera que realice, que no es lo mismo que sabe hacer. El contrato, el encuadre, siempre es constrictivo de posibilidades.
3.2. Continuemos con el lugar de la organización. El psicólogo que entra en los SS comunitarios puede ser situado en un equipo de base o de primera línea, puede ser situado en un equipo de soporte técnico, puede ser situado en un equipo tecno-estructural.
3.2.1. Si está situado en un equipo de base o de primera línea (experiencias en Barcelona, Huelva, Zaragoza, Palma, etc.).
a) Lo que caracteriza su trabajo es la atención directa al usuario y la polivalencia de problemáticas que los usuarios puedan presentar.
b) En cuanto a las problemáticas, el psicólogo que está en el equipo de base sabe que éstas pueden ser:
Carencias, ausencias de bienes necesarios;
Problemas o comportamientos inadecuados que no conducen a los objetivos deseados o necesarios.
Rasgos de carácter social, o pautas de socialización que operan como mecanismos resistenciales para la adaptación a nuevas y mejores situaciones de relación social.
c) En cuanto a los modos de conectar con los usuarios, el psicólogo de un equipo de base se encuentra con tres tipos de modalidades:
Las de atención y tratamiento de todas las demandas que puedan llegarle.
Las de colaboración en los proyectos y actividades que desde la comunidad puedan realizarse.
Las de intervención o acción en la comunidad cuando por encargo o por detectar una problemática se requiere movilizar las fuerzas que pueden provocar el cambio, resolviéndolo.
d) También sabe que esos modos de conectar pueden ser a su vez objeto de modalidades que presuponen posicionamiento frente al problema y su resolución. Así el psicólogo puede asumir una relación:
Asistencialista o de respuesta mediante prestaciones y recursos automáticos o de concebir toda la problemática como si de carencias se tratara.
Sustitutiva como alternativa, o donde el saber y el hacer del técnico sustituye tanto la capacidad como las posibilidades de desarrollo de los mismos usuarios. Toda la problemática se concibe en términos de que el que es capaz de resolverla es el profesional. Mediadora como otra alternativa, donde el saber y el hacer del técnico es el medio para que el ciudadano asuma su realidad, su capacidad y su competencia para la resolución, etc.
3.2.2. El psicólogo puede estar situado en un equipo de soporte técnico. (Experiencia en Barcelona, Valencia, etc.)
a) Lo que caracteriza a este tipo de equipos es que ayudan a otros equipos o a otros profesionales que trabajan con los usuarios.
b) El tipo de problemas que atienden hace referencia a la:

Comprensión.
Habilidad
Capacidad para abordar y responder a los problemas.

Que deben tener y mantener los profesionales para cumplir sus objetivos.
c) En cuanto a las conexiones que va a establecer con esos profesionales o esos equipos pueden ser diversas (hablaremos después).
consultoría
Corresponsabilizaciones

- Análisis institucional.

Estrategias de valoración.

- Ofertas de capacitación.

d) Los modelos pueden ser diversos, de inspección, información o consultoría.
e) En cuanto a los agentes que son de su interés pueden ser profesionales, equipos y organizaciones.
3.2.3. El psicólogo también puede estar situado en una tecno-estructura (experiencias mayoría de ayuntamientos).
a) Ahora el equipo no trabaja con los usuarios, pero tampoco trabaja con los que trabajan con los usuarios, ahora el equipo trabaja con la organización como un todo inserto en un medio y le interesa tanto la máquina (organización), como el producto (programa), como el mercado (análisis de necesidades, evaluación, etcétera).
b) Las problemáticas que atienden ahora son de ajuste de la organización a sus objetivos y las de optimización de los resultados.
c) El tipo de relación que establece es la de feed-back informativo, ya sea para obtener datos, ya sea para devolverlos a la misma organización. Esta relación puede establecerse mediante modalidades autoritarias o modalidades democráticas.
3.3. Otro aspecto que señala el contrato y que es de interés para el psicólogo es la dinámica que en su lugar de trabajo se va a establecer, pues, según sea una u otra, tendrá que acomodarse a ellas para poder realizar los cometidos que se le han encargado. No será lo mismo trabajar con:
3.3.1. Una dinámica manufacturera, donde se iguala a todos los profesionales y se les pone uno al lado del otro para que repitan cada vez los mismos actos con los diferentes usuarios profesionales.
3.3.2. Una dinámica en cadena, donde los cometidos profesionales se definen de forma sucesiva y complementaria y donde el psicólogo es una determinada pieza, prestación.
3.3.3. Una dinámica de equipo, donde los objetivos, las estrategias y las responsabilidades son acordadas y reguladas por los componentes. Y dentro de los equipos podemos ver como una posibilidad necesaria lainterdisciplinariedad.
Por otra parte, la dinámica de trabajo será distinta sí se hace desde una concepción de área o con una concepción de compactación de áreas.
3.4. El encargo viene legitimado por el mandato constitucional que hace que la Administración sea un medio para combatir la desigualdad y concretizado por las correspondientes leyes de Servicios Sociales. A pesar de ello es necesario recordar que hay dos grandes formas de entenderlo y, por eso, es necesario que el contrato como encuadre clarifique si los servicios se conciben:
a) Como una administración especializada en prestaciones para sectores deficitarios y entonces los SS comunitarios se conciben como una expendeduría o un hospital social y el psicólogo es una prestación más que está a merced de la demanda o del encargo.
b) Como un medio comprometido con el cambio, y entonces los SS comunitarios se entienden como una organización capaz de detectar problemas, conectar con las poblaciones y establecer estrategias de resolución. El psicólogo será entonces un experto, entre otros profesionales, del cambio.
3.5. Si damos un paso de la organización a la población que vamos a tratar.
3.5.1. El contrato debe aclarar los aspectos de la población que son de interés para el servicio y, por lo tanto, para el psicólogo.
a) Carencias. Algunos servicios sociales comunitarios se establecen en función de la necesidad social, la carencia es la necesidad que debe ser satisfecha, el psicólogo tendrá un tipo de abordaje adecuado a ello.
b) Problemáticas. Otros servicios sociales comunitarios privilegian la problemática o actividades interrelacionales o comportamientos que los mismos que la practican evidencian que no consiguen sus objetivos.
c) Rasgos que componen el carácter social. Otros servicios sociales comunitarios ponen el acento en el carácter social o el papel que la socialización juega en la configuración social de las personas y que habiendo sido los elementos para sobrevivir, puede tomarse los elementos que impiden el cambio.
3.5.2. Aunque ya lo hemos señalado, la población puede venir a ser asumida en sus problemas por el servicio.
- Desde una óptica sociológica, lo cual conduce a los trabajadores a buscar en el contexto las causas y operar en ellas. Ante el problema del paro se trabaja por crear empleo. Ante el hambre o la marginación se crean comedores públicos.
- Desde una óptica psicológica, lo cual hace que los trabajadores atiendan individualmente la problemática y traten de pasar los efectos que se dan en el sujeto. Al parado se le busca trabajo, al hambriento comida.
- Desde una óptica psico-social, lo cual hace que el equipo, ante el problema, se sitúe para comprender y abordar la especial forma de adaptación del sujeto o del colectivo y provocar con él el cambio necesario. Ante la problemática del paro estudia la modalidad de parado y desarrolla aquellos aspectos positivos de esa modalidad.
3.5.3. Otro aspecto que va a enmarcar el trabajo del psicólogo de los servicios sociales comunitarios va a ser, las servitudes que le van a imponer las diversas modalidades que forman la comunidad.
3.5.3.1. Las series: parados, marginados, lactantes, vegetarianos, etc. Son colectivos de individuos que tienen un rasgo común que para el equipo de profesionales puede ser el objeto de interés de su trabajo.
Este rasgo común puede ser abordado desde:
a) La óptica de la demanda individual.
b) La invitación a la colaboración (voluntariado).
c) La óptica de la intervención, oferta de programas que ayuden a variar ese rasgo.
3.5.3.2. Los comunitarios: asociación de parados, grupo cultural, grupo deportivo, organización feminista, etcétera.
Los comunitarios son los islotes de solidaridad que existen en la comunidad, son como icebergs.
Los comunitarios son colectivos de vecinos organizados que participan de objetivos comunes y que, a su vez, regulan sus comportamientos en términos de acuerdos y compromisos.
Es la organización y la capacidad de responder a los problemas comunes que le afectan lo que centra la labor. Esta puede realizarse:
a) Desde una óptica de colaboración.
b) Desde una óptica de intervención.
3.5.3.3. Los societarios: la cooperativa de exparados, el comercio, el centro de salud, el centro de servicios sociales, la empresa industrial, etcétera.
Los societarios son las prótesis de la comunidad.
Los societarios son las organizaciones formales exteriores a los sujetos que los enrola en términos de funciones a realizar y normativas a cumplir.
El interés por los societarios en los servicios sociales comunitarios nace porque muchos de estos societarios tienen encargos que la comunidad necesita que sean eficaces para poder progresar como comunidad y como individuos de la comunidad. Así la escuela debe funcionar, los centros de acogida deben funcionar, el hospital debe funcionar, etcétera.
Las formas de abordar los societarios son diversas y destacamos:
a) La complementación institucional.
b) Los proyectos de desarrollo y ampliación de objetivos del societario.
c) La potenciación instituyente o desarrollo de posibilidades del societario no utilizadas.
Recapitulación: recordemos que hasta ahora hemos analizado el encuadre a partir de la idea ficticia de un contrato y hemos señalado que éste limita las posibilidades de trabajo de un psicólogo, pero, al mismo tiempo muestra lo que espera que éste realice, a partir de:
- Definir el área administrativa
- Clarificar el lugar de trabajo
- La dimensión organizativa del lugar de trabajo.
- El modelo político de desarrollo del mandato constitucional.
- Las características de la población.
Una vez situado el psicólogo, vamos a pasar a desarrollar las habilidades o competencias que creemos le deberían caracterizar para estar adaptado a los servicios sociales comunitarios.
4. El encargo
Llegados a este momento, hemos de concretar cuál es el encargo que se le hace al psicólogo de los servicios sociales comunitarios y que, en definitiva, constituiría los elementos que definirán su rol.
4.1. El primer encargo será que desarrolle el conocimiento suficiente sobre la realidad psico-social, como elemento previo para las actuaciones posteriores. La investigación, la prospección y el análisis son formas concretas de hacer este encargo.
4.2. El segundo encargo será que valore, que aporte criterios que permitan establecer la necesidad de las actuaciones. Diagnosticar, pronosticar, dictaminar, priorizar, son encargos que deberá saber afrontar en su práctica.
4.3. El tercer encargo será el de la actuación. De acuerdo con los diversos niveles organizativos el psicólogo podrá estar: atendiendo demandas, colaborando, interviniendo, dando soporte técnico a profesionales, ajustando y optimizando la organización.
4.4. El cuarto encargo va a ser que trabaje en la evaluación a nivel de caso, de proyecto o de programa.
4.5. El quinto encargo va a ser la elaboración, la reflexión teórico-científica sobre la realidad y las formas de enfrentarnos a ella.
Todos estos encargos los hará, a su vez, siendo miembro de un colectivo, el cual según las dinámicasmanufactureras, en cadena o en equipo, influirá en la forma de desarrollar esos encargos.
Vamos a analizar algunos aspectos de los encargos señalados ajustados al psicólogo.
4. 1. Análisis = Prospección = Investigación.
Es un error creer que la investigación es un problema de sociólogos, como es un error no reconocer las aportaciones que realizan esos profesionales.
Se trata de que el psicólogo, junto a otros profesionales, asuma rol y status de investigador, de estudioso de la realidad psico-social. Para ello es necesario que se centre en el objeto específico de su interés los sistemas adaptativos o psico-sociales. Las formas de asumir este encargo pueden ser de tres tipos: análisis, prospección, investigación.
4.1.1. El análisis es la forma metodológica más cercana a la respuesta. El análisis es una forma de leer la demanda o ciertos fenómenos que nos interesa comprender. El análisis tiene rigor metodológico y, por tanto, debe ser puesto de manifiesto mediante los informes correspondientes. Para realizar el análisis en Servicios Sociales comunitarios ha resultado útil el apoyarse en una metodología sistémica, donde la demanda que hace el usuario toma pleno sentido al contextualizarla en el mismo sistema y ver a qué tipo de relación del mismo se refiere. También este encuadre resulta útil para poner de relieve si la demanda se trata de un problema de habilidades o si se trata de una valoración de la relación que hace el sujeto.
4.1.2. La prospección es el estudio concretizado, específico de una determinada situación al objeto de encontrar en ella tanto los componentes que nos expliquen el problema, como los componentes alternativos que pueden producir el cambio.
El psicólogo utiliza la prospección para dos actuaciones diferenciadas:
4.1.2.1. Las situaciones sociales complejas (S.S.C.).
4.1.2.2. El estudio previo al análisis institucional
4.1.2.1. Paro, marginación, absentismo escolar, violencia en el fútbol, estilos de vida juveniles de alto riesgo, etc., son situaciones sociales complejas que detectamos en la comunidad y que son objeto de nuestro trabajo.
La prospección que hace el psicólogo tiene como características:
a) En una primera fase, objetivar los agentes que la componen, las actividades modulares que los agentes realizan, los hábitats donde se establecen y los contextos que operan condicionan en la situación.
b) En una segunda fase se va a estudiar el plano operativo o de los actos que permite obtener objetivos, y el plano regulativo o valorativo o de las explicaciones que se comparten y regulan el mismo plano operativo.
Las propuestas de acción se hacen a partir de intervenir en algunos de estos componentes: agentes, actividades modulares, hábitat, contextos y en o desde alguno de los dos planos, el operativo o el regulativo.
4.1.2.2. Absentismo, burocracia, rigidez, pérdida de conexión con la comunidad, conflictos interprofesionales, etc. son problemáticas que pueden ser objeto de trabajo del psicólogo. También aquí utilizamos la prospección para poder actuar posteriormente. Para este abordaje realizado en un societario venimos manteniendo el nombre deanálisis institucional.
Creemos que cualquier societario (empresa, equipamiento, entidad, etc.) sólo utiliza una parte de su capacidad colectiva para obtener sus objetivos, la organización formal es el responsable de ese límite. Ello nos lleva a poder establecer las tres modalidades adaptativas que todo societario tiene: instituidos (formalizados por la organización), instituyentes (alternativas posibles), indiferentes a lo común.
En la fase de prospección, el psicólogo estudia la disposición, la capacidad de esas tres modalidades de adaptación, así como los factores que pudieran hacer variar la disposición en el caso de que se pusieran en funcionamiento.
4.1.3. La investigación. Es la tercera modalidad de estudio de la realidad que el psicólogo debe conocer y ser capaz de realizar. La investigación pretende ahora establecer conocimientos científicos sobre la realidad y, en este sentido, las metodologías son comunes a todos los profesionales que trabajan en este área.
Hay algunos aspectos que nos parece que el psicólogo debería velar, el primero es que la investigación en los servicios sociales incluya la problemática psico-social. Hoy se constata una abundancia de estudios demográficos y sociológicos, pero son pocos, escasos y malos los estudios en la dimensión psico-social. El segundo aspecto es que las metodologías se vayan desplazando del área de planificación, actualmente muy bien atendidas a partir de los estudios de necesidades, hacia las áreas de programación, se constata que no hay estudios serios para establecer programaciones, y hacia las áreas de implementación, sabemos muy poco de lo característico de las socializaciones y del carácter social de las poblaciones que queremos atender.
4.2. Valoraciones, diagnóstico, pronóstico, capacidad, prioridad.
Si el análisis, prospección e investigación son la base para objetivar la realidad, la valoración es el acto de calificar esa misma realidad como paso previo a la necesidad de actuar.
La valoración es un acto metodológico objetivo sujeto a principios que permiten a diversas personas compartir el juicio emitido sobre la realidad.
El psicólogo en los Servicios Sociales comunitarios deberá dominar esa capacidad de valoración y deberá ser capaz de ajustarla al lugar desde donde está operando.
4.2.1. Por diagnóstico, proponemos que se entienda la valoración de la dimensión sociológica del problema, que llega al servicio, en términos de grave o no grave; aunque las metodologías de diagnóstico son incipientes, la comparación entre valores atribuibles a situaciones distintas puede ser un buen indicador.
4.2.2 Reservamos el término pronóstico, también es una propuesta, para valorar el sistema adaptativo adoptado por una población y hace referencia a la actitud, la capacidad y la voluntad de esa población para implicarse en el cambio. También aquí las metodologías son insuficientes y deberíamos hacer un esfuerzo para prepararlas y desarrollarlas.
4.2.3 Por capacidad de respuesta, también es una propuesta, entenderemos la valoración de la capacidad que hacemos de un determinado equipo para que se enfrente con la resolución de un problema. Tiene que ver con la comprensión, las habilidades, el entrenamiento, la disposición, etcétera.
4.2.4. Priorizar, o cómo establecer criterios que permitan ordenar actuaciones o recursos en términos objetivos y no arbitrarios. También aquí las metodologías son deficientes y deben ser trabajadas.
4.3. Actuación.
La actuación del psicólogo en los Servicios Sociales comunitarios viene diferenciada por el lugar de trabajo donde vaya a desarrollar sus competencias.
Así podemos diferenciar las actuaciones según esté en el equipo de base, en el equipo de soporte técnico o en el equipo tecno-estructural.
4.3.1. Equipo de base.
4.3.1.1. Atención y tratamiento: análisis de la demanda. Respuesta a la demanda. Resultados.
4.3.1.2. Colaboración: propuestas de colaboración. Compromisos. Resultados.
4.3.1.3. Intervención: análisis, situaciones sociales complejas (SSC). Proyectos. Estrategias operativas referidas al pronóstico. Estrategias operativas referidas al diagnóstico. Resultados.
4.3.1.1. La primera línea de actuación hace referencia a lo que hemos denominado atención y tratamiento,consistente en el acto de escuchar la demanda, leerla en términos psicosociales, proponer una respuesta, asumir compromisos las diversas partes implicadas y analizar los resultados.
Esta línea de intervención se apoya en lo que hemos denominado análisis de la demanda, y en cuanto al tratamiento, al basarlo en la dimensión psico-social, permite dirigirlo, o hacia los agentes mismos que hacen la demanda (en términos de capacidades, habilidades, etc.), o hacia las relaciones que el agente establece en el sistema, o puede dirigirlo hacia los otros componentes del sistema.
Los resultados que se obtengan serán los que irán indicando la necesidad de cambiar la línea de trabajo iniciado.
4.3.1.2. La segunda línea de trabajo del equipo de base hace referencia a la colaboración. La colaboración es una propuesta que los vecinos u otros colectivos le hacen al psicólogo y que él deberá analizar en términos que pongan en evidencia la utilidad de su presencia. El psicólogo se regulará por los componentes. que haya contraído, también aquí serán los resultados los que harán que vaya modificando su participación.
4.3.1.3. La tercera línea de trabajo, y quizá la más interesante, es la que hace referencia a la intervención. Su punto de arranque son los análisis de las SSC, las cuales son las que enmarcarán la acción y vendrán a ser complementadas en términos de diagnóstico o gravedad de la situación y en términos de pronóstico o de disposición favorable de la población a participar en la resolución del problema. Estos dos parámetros de valoración son los que van a orientar la actuación.
La intervención del psicólogo parte siempre del pronóstico, marcándose como objetivo que éste sea favorable al cambio. Para ello puede proponer y desarrollar estrategias operativas como las de sensibilización, las de información, las de entrenamiento y las de concienciación, según sean menos o más favorables las disposiciones de la población a implicarse en la resolución. Los resultados que se buscan son los de mejorar el pronóstico. Sólo y después que se ha trabajado el pronóstico, el psicólogo, junto con otros profesionales, pasará a trabajar el diagnóstico. Se pretende rebajar la gravedad de la situación, pero se pretende hacerlo con la población misma. También aquí, según los cambios conseguido por la estrategia de pronóstico, condicionarán las estrategias operativas en el diagnóstico. Si la estrategia operativa de pronóstico no hubiera conseguido ningún éxito, siempre queda la posibilidad de la estrategia de acción en el hábitat o en el contexto, independientemente de que la población participe o no. Un nivel más evolucionado es cuando se inician estrategias de regulación, consistentes en tener informada a la población, pero no implicada en el proceso organizativo de la estrategia. Más evolucionadas todavía son las estrategias de organización, consistentes en posibilitar que la población participe en el diseño, en las decisiones, asuma responsabilidades, ec., de la estrategia que va a realizarse. Un nivel más evolucionado es cuando se establecen estrategias de resocialización, dirigidas no sólo a resolver el problema, sino a modificar los rasgos de carácter social que están detrás de esos problemas.
Lógicamente el sistema de mantener o no esas estrategias viene determinado por los resultados que se van obteniendo.
4.3.2. Actuaciones del equipo de soporte técnico.
4.3.2.1. Consulta-Asesoramiento-Análisis de la demanda motivo de consulta, respuesta de asesoramiento en términos de marketing, metodología o procesos de racionalización. Resultados.
4.3.2.2. Estrategias valorativas. Análisis de los análisis de las SS complejas. Respuesta en términos de lectura y valoración de los procesos de la comunidad. Resultados.
4.3.2.3. Análisis institucional. Prospección. Respuesta como análisis. Resultados.
4.3.2.4. Corresponsabilización de casos y proyectos. Acuerdos de corresponsabilización. Responsabilidades. Resultados. Interconsulta.
4.3.2.5. Ofertas de capacitación. Desarrollo de habilidades. Entrenamiento. Mejorar la capacidad de análisis.
En el equipo de soporte técnico el área competencial de actuación toma aspectos propios.
4.3.2.1. La primera línea de actuación que se establece es la línea de consultaría o de asesoramiento, salvando las diferencias, el psicólogo del equipo de soporte técnico parte del análisis de la demanda, que en este caso, le hacen los profesionales. Proponen, acuerdan formas de trabajo y analizan los resultados. Entre los tipos de respuestas más frecuentes destacamos: asesoramiento de marketing o de situarse en la comunidad, de exploraciones y análisis de la dificultad que el profesional tiene para comprender, o el asesoramiento metodológico o de análisis de las dificultades para seguir unas determinadas metodologías, etcétera.
4.3.2.2. La segunda línea hace referencia a lo que hemos llamado estrategias valorativas y que son un complemento de las estrategias operativas que se realizan en los proyectos de intervención. El punto de partida de esta estrategia es la SSC; al igual que los que trabajan con la línea operativa, ahora el psicólogo del equipo de soporte ayuda al equipo de base a que entienda el comportamiento de la comunidad en términos de cambio, cuantitativo o cualitativo, que sepa entender si se da proceso, si ese proceso es progresivo o regresivo, si estamos ante una resistencia o ante una oposición al cambio, etcétera.
4.3.2.3. La tercera línea del equipo de soporte técnico es la de análisis institucional, consistente en establecer un dispositivo en el societario, en la organización, que permite ensanchar el papel del instituyente. El punto de partida siempre es el mismo análisis institucional como estudio de la dialéctica entre lo colectivo y lo individual, entre lo colectivo dominante y lo colectivo alternativo.
4.3.2.4. La cuarta línea de trabajo de este equipo consiste en la corresponsabilización de tratamientos o de estrategias operativas de intervención con el equipo de base o el equipo especializado, el punto de partida es el acuerdo en los análisis, en las responsabilidades a asumir, en desarrollarlas y en mantener un proceso de intercambio y de coordinación en relación a los compromisos y los resultados.
Algunos denominan a este aspecto de interconsulta.
4.3.2.5. La quinta de las líneas busca la capacitación de los profesionales, ya sea para el desarrollo de habilidades, ya sea para ensanchar la capacidad de análisis de situación o de la demanda, ya sea para facilitar informaciones, etcétera.
4.3.3. Actuaciones del equipo tecno-estructural.
4.3.3.l. Ajuste-estudio de necesidad. Planificación/programación. Estudios de evaluación.
4.3.3.2. Optimización-metodologías. Formación.
En cuanto al equipo tecno-estructural también propone al psicólogo actuaciones diferenciadas.
El psicólogo puede trabajar como planificador o como programador. O puede trabajar en investigación, análisis de procedimientos, análisis de resultados, etcétera.
Todas estas posibilidades son las que nos permiten decir que estos equipos trabajarían tanto en el ajuste como en la optimización de la organización.
Tanto la línea de ajuste como la línea de optimización es controlada por los efectos que producen las propuestas que vengan de la investigación y que han sido llevadas a la práctica.
4.4. La evaluación.
Muchas de las cosas que hemos dicho en el apartado de la investigación podríamos volverlas a decir aquí, para nosotros la evaluación es investigación.
Constatamos que actualmente la investigación se ha decantado excesivamente hacia los aspectos económicos o hacia los aspectos administrativos y se ha abandonado el verdadero sentido de la misma: la eficacia.
Para el psicólogo que va a trabajar en los servicios sociales, la evaluación como eficacia tendrá tres niveles bien diferenciados, según se aplique a un caso, a un proyecto o a un programa.
4.4.1. La evaluación del caso. Desde la óptica de la eficacia, la evaluación es la comparación que vamos a hacer de los datos que hemos obtenido en el momento del análisis de la demanda y los datos que obtenemos ahora al finalizar nuestra actuación.
4.4.2. La evaluación de un proyecto. Desde la óptica de la eficacia, la evaluación es también una comparación entre los datos obtenidos en la prospección de la situación social compleja (SSC) y los datos que podemos constatar después de realizado el proyecto. 4.4.3. La evaluación del programa. Desde la óptica de la eficacia también es una comparación entre los datos que hemos obtenido en la investigación para fundamentar el programa y la nueva investigación para ver los efectos de ese mismo programa. La evaluación medirá esa diferencia. La evaluación puede hacerse en diversos momentos del proceso y, en ese sentido, sirve como feed-back corrector de la actuación.
4.5. Elaboración.
La presencia de los psicólogos en los servicios sociales comunitarios es muy reciente, es poco conocida, poco comprendida y, sobre todo, muy cuestionada desde intereses sectarios o inmediatistas y de políticas miopes. Es por eso que debemos abordar este apartado con seriedad y disciplina. La presencia o no en los servicios sociales comunitarios es nuestro problema.
4.5.1. Realizar informes científicos de lo que se está haciendo, como medio de ir estableciendo la teoría que nuestra acción va construyendo y entrar en diálogo con otros espacios teóricos, hoy existentes, y con autoridad para ordenar nuevas prácticas.
4.5.2. Asociación de los psicólogos que trabajan en los servicios sociales comunitarios al objeto de poner en común dificultades y avances en el trabajo. Un lugar idóneo es el colegio profesional.
4.5.3. Promoción de la investigación psicosocial, como camino de que esa realidad tan importante no puede ocultarse como hoy sucede y que sea un aspecto más a tener en cuenta cuando se quiera comprender la problemática social.
4.5.4. Interdisciplinariedad; el psicólogo no puede cerrarse, debe entrar en contacto con los otros profesionales interesados e implicados en las mismas problemáticas y flexibilizar, tanto la comprensión como las actuaciones pertinentes.
4.5.5. Presencia social en los lugares que se debate la problemática social, haciendo presentes las aportaciones que, desde la dimensión psico-social, somos capaces de hacer.
Recapitulemos. El encargo es el apartado que nos habla de las áreas de competencia que debe ser capaz de realizar el psicólogo que está trabajando en los servicios sociales. Estas áreas pueden ser comunes a otros profesionales y de ahí que las conciba interdisciplinariamente. Pero el psicólogo no podrá aportar nada a la interdisciplinariedad si no es capaz de especificar cuál es su aportación, tanto en el campo de la investigación, como de la valoración, como de la actuación, como de la evaluación, como de la elaboración. De ahí que a lo largo de cada una de esas dimensiones nos hayamos atrevido a hacer propuestas de especificar tareas, siempre desde la óptica de lo psicosocial.
5. El futuro
Para los optimistas el psicólogo y la Psicología de la intervención social tienen un desafío que puede estimular a la actuación.
Este desafío sólo podrá abordarse y superar las dificultades que nos va a imponer si somos capaces de construir una cultura de la psicología de la intervención y eso es la responsabilidad de cada uno de nosotros en cada uno de los lugares donde estemos.
Nos ayudará mucho si los próximos encuentros toman una formulación distinta de las actuales. Hemos de superar la elaboración metafísica del rol del psicólogo o la descripción de las organizaciones que trabajamos y bajar al terreno de la competencia profesional.
Proponemos que el próximo encuentro se haga a partir de las cinco áreas que hemos señalado: investigación, valoración, actuación, evaluación y elaboración.
Proponemos, además, que el área sea ocasión de encuentro para intercambiar experiencias en cada una de esas áreas.
Proponemos, también, que la formación que se pueda impulsar avance hacia la formación específica que requiere el psicólogo de los servicios sociales comunitarios para poder ser eficaz y poder participar en el cambio de una sociedad más justa, más solidaria, más igualitaria, más permisiva, más nuestra.






FUENTE:
http://www.papelesdelpsicologo.es/vernumero.asp?id=507







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