Descripción: Sexo, morbo, o compañía, son las razones que empujan a las mujeres, a utilizar los servicios de prostitución masculina
La mujer empieza a pagar por el sexo, aunque lo oculta, bajo un entorno lleno de tabúes. Los precios oscilan entre los 300 euros por una hora y los 3000, por un fin de semana completo.
Este audio, estraído de Documentos TV, muestra que la prostitución masculina es un negocio en auge. Las mujeres pagan por el trabajo más viejo del mundo, a unos hombres que han puesto en marcha, la profesión más nueva del momento.
Ellas los prefieren jóvenes, sensibles y atractivos. Buscan sexo, morbo, curiosidad y cada vez con más frecuencia, cubrir fuera de casa las necesidades sexuales, que sus parejas ya no satisfacen.
Desde siempre, la mujer ha permanecido sexualmente subordinada al hombre, como un ser pasivo, sin posibilidad alguna de disfrute sexual. Y no es hasta la segunda mitad del siglo XX, cuando las mujeres lograron entre otras muchas conquistas, el derecho a su cuerpo y al placer. Los roles hoy día están cambiando y son cada vez más las que, a la hora de satisfacer sus necesidades sexuales, recurren a las agencias especializadas en sexo de pago.