¿Qué son las habilidades sociales?
“Conjunto de conductas emitidas por un individuo en un contexto interpersonal que expresa los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de ese individuo de un modo adecuado a la situación, respetando esas conductas en los demás, y que generalmente resuelve los problemas inmediatos de la situación mientras minimiza la probabilidad de futuros problemas."
¿Por qué resulta importante un buen manejo de las habilidades sociales?
-Nos permiten comunicarnos con los demás de manera satisfactoria.
-Nos permiten obtener lo que queremos.
-Logramos tener en cuenta los intereses y sentimientos ajenos.
-Conseguimos que las otras personas no nos impidan lograr nuestros objetivos, incrementando nuestra calidad de vida.
-Mantener unas relaciones interpersonales satisfactorias facilita la autoestima.
La asertividad
Se trata de un componente esencial de las habilidades sociales. Se podría definir como la actitud de autoafirmación y defensa de nuestros derechos personales, que incluiría la expresión de nuestros sentimientos, preferencias, necesidades y opiniones, de manera adecuada, para respetar simultáneamente los derechos de los demás.
El objetivo no sería lograr lo deseado a toda costa ni manipulando a nadie, sino ayudarnos a ser nosotros mismos, a desarrollar nuestra autoestima y mejorar la comunicación con los otros.
La asertividad incluye tres áreas principales: la autoafirmación, es decir, la defensa de nuestros derechos legítimos, hacer peticiones y expresar opiniones personales; la expresión de sentimientos positivos como hacer elogios y expresar afecto; y la expresión de sentimientos negativos como disconformidad, siempre de la manera adecuada y cuando está justificado hacerlo.
Consecuencias positivas de la asertividad
- Facilita la comunicación y minimiza la posibilidad de que los demás malinterpreten nuestros mensajes.
- Aumenta la satisfacción en nuestras relaciones.
- Aumenta las posibilidades de conseguir lo que deseamos.
- Disminuye los “roces” y conflictos producidos por la convivencia.
- Mejora la autoestima (somos nosotros mismos).
- Favorece las emociones positivas en uno mismo y en los demás.
- La persona a la que te diriges se siente respetada y comprendida
- Mejora la salud mental. Los individuos poco asertivos experimentan sentimientos de aislamiento, baja autoestima, depresión, temor y ansiedad ante las relaciones interpersonales.
Estilos de comunicación: Pasivo – Asertivo – Agresivo
Cuando nos comunicamos con otras personas adoptamos un estilo comunicativo determinado en nuestra conversación. El tono, el contenido y la expresión verbal y no verbal que de niños aprendimos como adecuados para conseguir lo que deseábamos de nuestro entorno (supervivencia, aceptación y apoyo de los demás) puede resultar inadecuado en la edad adulta.
El estilo pasivo o inhibido de comunicación es un estilo no asertivo que se caracteriza por la sumisión, la pasividad y la tendencia a adaptarse y ceder excesivamente a las peticiones de los demás, olvidando las necesidades personales, derechos y opiniones.
(Riesgos: esperar que los demás adivinen lo que deseas y sentirse frustrado si no lo hacen en lugar de expresarlo; posición sumisa por miedo al rechazo; realización de actividades no apetecibles por agradar a la otra persona; no rechazar peticiones por sentirse culpables; autoestima condicional, es decir, “me siento bien porque agrado a los demás y entonces ellos me tratan bien”; no afrontamiento de conflictos; adaptación de su comportamiento a las reglas y caprichos de los demás).
El estilo asertivo de comunicación resulta el más adaptativo puesto que la persona expresa adecuadamente lo que desea, sin temor al rechazo, y permitiendo a la otra persona actuar de la misma manera, es decir, respetándose y respetando a su interlocutor.
La agresividad comunicativa es otra forma de estilo no asertivo pero opuesto al pasivo. Consiste en no respetar los derechos, sentimientos y opiniones de los demás, pudiendo incluso llegar a ofenderlos y atacarlos.
(Características: Apariencia de seguridad en sí mismo, pero de manera inadecuada; expresión emocional hostil y amenazante; piensan que ceder equivale a perder y por ello siempre necesitan ganar a toda costa; uso de la violencia como único medio de resolución de conflictos; no respetan los derechos y sentimientos de los demás ni se sienten responsables de las consecuencias de su comportamiento con los otros; justifican la agresividad a través de que su comportamiento es sincero y congruente.
Normalmente las personas no asertivas oscilan entre estos dos polos, pudiendo encontrar otro estilo comunicativo llamado pasivo-agresivo en el que se hace daño al otro pero de manera indirecta y disimulada (utilización del sarcasmo e ironía de manera excesiva para que el otro se sienta mal sin parecer responsables por ello).