- Quiero arreglar todo lo que hice, ¿como puedo hacerlo?
-a lo que el sabio respondió:
- Toma un saco lleno de plumas ligeras y pequeñas, y suéltalas donde quiera que vayas.
El hombre muy contento por aquello tan fácil tomó el saco lleno de plumas y en el transcurso de un día las había soltado todas. Volvió donde el sabio y le dijo:
- Ya he terminado
-entonces el sabio contestó:
- Esa era la parte fácil...
Ahora debes volver a llenar el saco con esas mismas plumas que soltaste, sal a la calle y búscalas. El hombre se sintió muy triste pues sabía lo que eso significaba, y no pudo juntar casi ninguna.
Al volver, el hombre sabio le dijo:
- Así como no pudiste juntar de nuevo las plumas que volaron con el viento, así mismo el mal que hiciste voló de boca en boca y el daño ya esta hecho. Lo único que puedes hacer ahora es pedirle perdón a tu amigo, pues no hay forma de revertir lo que hiciste y se realmente su amigo honestamente el tiempo es más sabio que uno.
Gentileza de Rosa Maria Olvera
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