martes, 15 de enero de 2008

Somos el resultado de la deriva genética

La hembra se apareó con un cerdo normal que no tenía ni un brillo en la noche

Chancha sicodélica tuvo dos hijos fosforescentes

Aún se desconoce el sabor de los cuáticos lechones que llevan las pilas por separado.
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Una chancha transgénica fosforescente que se casó con un chancho común y corriente tuvo 11 hijos. Dos de ellos heredaron las brillantes características de la mamá, según contó el responsable de la investigación elaborada por la Universidad de Agricultura Nororiental, de la provincia china de Heilongjiang

Las pezuñas, los hocicos y las lenguas de los dos chanchitos igual que su mamita brillan en la oscuridad, según explicó Liu Zhonghua, director de la investigación.

"Esto significa que la tecnología para reproducir cerdos transgénicos a través de la transferencia nuclear está listo ya", explicó el científico. El experimento comenzó a finales del 2006 cuando los investigadores crearon tres chanchos, entre ellos la madre de los recién nacidos lechones, con partes de su cuerpo capaces de brillar en la noche.


A los embriones les inyectaron una proteína procedente de las medusas, que es una de las pocas especies fosforescentes del reino animal. Según Liu "el alumbramiento demuestra que los animales transgénicos son normales pues se reproducen y transmiten el gen implantado genéticamente a sus descendientes".


"Esto supone grandes esperanzas para el ser humano en el terreno de los trasplantes o de la resistencia a las enfermedades", explicó el chino quien agregó que tendrá una aplicación práctica primero en la propia especie, "pues permitirá crear cerdos con una carne más nutritiva".China es un firme defensor de la investigación de tecnología transgénica, en el caso de las especies vegetales para garantizar el suministro alimenticio, y en el de las animales, para luchar contra enfermedades humanas hereditarias.


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